Israel quiere seguir imponiendo su política de sionismo agresivo a la presidencia Trump

Jueves, 8 Diciembre, 2016 - 14:00

Las autoridades de la entidad sionista Israel lo tienen claro: con Trump o sin Trump, la agenda sionista no variará un ápice y, si es posible, se recrudecerá.

Esa es al menos la conlusión que puede sacarse después de oir las intervenciones de algunos de los principales líderes de Israel durante el foro Saban del instituto Brookings en Washington, una reunión anual de expertos sobre las relaciones entre Estados Unidos e Israel, que este año se celebró bajo el lema 'El lugar de Israel en la región y en el mundo'.

El ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, se permitió dar instrucciones a los EE.UU. sobre cuál debe ser su política exterior en Oriente Medio, donde espera un papel más activo por su parte, y afirmó en su discurso que cualquier desenlace en Siria debe incluir el derrocamiento del presidente Bashar al Assad y sus partidarios iraníes.

Esta posición contrasta con la manifestada hasta ahora por el presidente electo norteamericano y su equipo, que defienden el valor de la figura de Al Assad en la resolución del conflicto y reconocen la imposibilidad de combatir a los terroristas en Oriente Medio sin la interacción con Rusia.

Por su parte, el primer ministro de la entidad sionista, que intervino mediante videoconferencia, afirmó que Israel sigue oponiéndose al acuerdo iraní y que tiene intención de revisar la situación con el nuevo presidente de Estados Unidos. Tanto Netanyahu como Lieberman pidieron sanciones más duras contra Irán.

Netanyahu también abordó el problema palestino-israelí. Netanyahu advirtió al presidente electo que Israel "hace lo que quiere" en Cisjordania y que continuará construyendo los asentamientos, a pesar de su carácter ilegal y de contar con la reprobación de la comunidad internacional.

La construcción de asentamientos israelíes en tierras palestinas contradice las leyes y normativas internacionales y siempre ha sido condenada por diferentes países y organismos internacionales. A modo de ejemplo, la Cuarta Convención de Ginebra (1949) prohíbe explícitamente a las potencias ocupantes desplazar población civil de zonas ocupadas.

Tal ha sido el tono de los discursos de las autoridades sionistas que hasta el propio secretario de Estado de los EE.UU., John Kerry, comentó al respecto que algunos miembros del Gobierno israelí hicieron declaraciones "muy preocupantes" y los acusó de querer socavar los esfuerzos de mediación de EE.UU. en la búsqueda de un acuerdo de paz con los palestinos, recordando que Israel no es todo el Oriente Medio y que los países árabes sabotearán la normalización de las relaciones con Tel Aviv si no toma medidas serias para alcanzar un acuerdo con los palestinos.