¿Rusia y sus aliados lograrán una Victoria decisiva en Siria?

02.05.2016

Han sido cinco años desde el principio de la guerra en Siria, y el pueblo sirio está sufriendo aún. Han sido cinco años desde el comienzo de la mentira conocida como la primavera árabe el 3 de marzo de 2011. Mientras que los EEUU y sus aliados están planeando lograr sus intereses estratégicos en diversos lugares del mundo, la gente de estos países objetivo son forzados a elegir entre dos posibilidades: Resistencia o sumisión a sus deseos y permitir que la riqueza de sus hogares sea saqueada. Resistir a estos planes costará un precio exorbitante y requerirá importante paciencia, sacrificio y dolor para impedir que los EEUU y sus aliados logren sus objetivos maliciosos. La elección de una de estas alternativas por el liderazgo político de un país dado, está relacionada con muchos factores, incluyendo el carácter personal del líder político, la cultura y la ideología del pueblo, y la convicción de estar dispuestos al sacrificio por el hogar nacional.

En el caso sirio, cualquier observador neutral y cualquier político sin afiliación con el eje del mundo anti-sirio puede notar que el presidente sirio Bashar al-Assad poseía las características personales que posteriormente le conducirían a resistir y demostrar gran paciencia. Assad entendió el hecho de que el precio de la resistencia es sin embargo, menos caro que la obediencia a la voluntad de los EEUU y sus planes, y él sabía que la mentira de  primavera árabe no engañaría a un pueblo culto como el sirio. La comprensión de este caso requiere una comparación con el caso ucraniano, en el que los Estados Unidos y sus aliados trabajaron para forzar un cambio de régimen en Ucrania que condujo en cuestión de días a la caída del gobierno del presidente Viktor Yanukovich, seguida por su fuga y la formación de un nuevo gobierno que se puso a implementar las instrucciones americanas y de esta manera destruir Ucrania.

El presidente al-Assad y la mayoría de los sirios de diferentes grupos y trasfondos étnicos, todos entendieron que su resistencia costaría mucho al país, pero que Siria no sería destruida, y emergería de las cenizas para reconstruir y preservar la “nueva riqueza sin descubrir” encontrada en el país en el transcurso de la resistencia contra América y sus aliados.

Esta “nueva riqueza” fue el surgimiento de nuevos conceptos en Siria, similares a las ideas que se extendieron tras la victoria del pueblo ruso sobre los nazis en la segunda guerra mundial. En el caso sirio, estas  ideas son aquellas de la coexistencia de todos los sirios, y la comprensión de que tal “recipiente revolucionario venenoso” como la primavera árabe, dejaría a Siria sin futuro y derrocaría los valores del pueblo sirio y su bella diversidad incluyendo a múltiples religiones y diferentes etnias. Esta “nueva riqueza” es también la idea de pertenencia a valores encantadores y la pertenencia a un poder que representa los valores de libertad, justicia, derecho internacional, defensa de derechos y lucha contra el eje que quiere explotarlo todo, incluso si esto conduce a la destrucción del planeta en que vivimos.

Las fuerzas que están luchando junto a Siria, tales como Rusia, Irán, Hezbolá, y el resto de “amigos” en este mundo, han mostrado que pueden resistir al terrorismo en todas sus formas intelectuales, militares, de seguridad y mediáticas, todo mientras muestran lecciones de la experiencia siria para vencer no solo en la batalla de Siria, sino en muchas otras luchas potenciales.

Como dijimos en artículos previos, saber cómo piensa el otro eje, es esencial para la victoria en la batalla por Siria, porque esta es una de las muchas batallas que tendrán que tener lugar para instalar un equilibrio global compuesto de potencias multipolares. Los eventos se diseminan a través de Brasil, Macedonia, Ucrania, Armenia y otros países son indicadores de resistencia contra el surgimiento de un sistema multipolar.

Los EEUU, sus aliados occidentales, Arabia Saudí, los países del golfo, y Turquía, apoyados por Israel, desean construir una nueva área geoestratégica que se extiende desde el mar arábigo en el sur hacia Turquía en el norte, y cubriendo la península arábiga y la región del levante, que estaría bajo la lealtad a un color, Occidente e Israel, una región que podría transportar petróleo y gas desde el golfo hasta Israel y Turquía, y después por supuesto hacia Europa. Este proyecto cortaría la carretera del otro eje representado por China, Irán, y Rusia a través del mar mediterráneo, y terminaría el fenómeno de resistencia contra Israel.

Una de las principales razones para la guerra en Siria es la posibilidad de extender el gas del golfo a Israel y Turquía, y después a través de uno o ambos, llevarlo hacia Europa en un intento de influir el suministro de gas ruso a Europa. Quizá el “eje anti-sirio” entiende que su proyecto está fracasando tras casi 5 años de guerra en Siria, y fue lo que les lleva a urgir a Arabia Saudí para que abra las islas Sanafir y Tiran, y firme un acuerdo con el gobierno de Egipto (rechazado por una enorme porción del pueblo egipcio) sobre la redemarcación de la frontera entre Arabia Saudí y Egipto, llevando a estas dos islas al territorio saudí y por medio de lo cual se establece un puente terrestre que enlazando Arabia Saudí con el Sinaí Egipcio. Esto fue totalmente explicado por el rey saudí en su reciente visita a Egipto hace varios días.

Este puente no es un puente entre dos partes de una gran ciudad como el famoso puente de Estambul, sino un puente en un área semidesértica con la intención de abrir acceso a objetivos estratégicos no declarados, muy especialmente enlazando a Arabia Saudí con Israel a través del Sinaí bajo los acuerdos de Camp David. Esto asegurará el transporte de gas y petróleo desde el Golfo a Israel y después hasta Europa, sin oposición por Egipto, que previamente estaba vendiendo gas a Israel.

La guerra de Siria nos ha enseñado mucho a nosotros y nuestros aliados, como hemos visto el modo en que el eje americano y sus aliados abren convenciones y tratados internacionales, fracasan en implementar resoluciones internacionales, y continúan en sus maquinaciones, cambiando de alternativas si los planes originales fracasan. Una vez más, esto demuestra cómo sus valores son construidos sobre intereses, no sobre valores humanitarios o de derecho internacional. No toman en consideración la santidad de los otros, sino que buscan mantener sus intereses por cualquier medio incluso si esto conduce a la destrucción de los estados o del universo mismo.

Sólo se detendrán una vez que su modo de pensar haya sido frenados y entiendan que no están solos en la arena internacional o incluso regional. No estamos llamando a la guerra, sino más bien a la seria consideración de una cirugía menor, necesariamente conducida por tal “doctor agudo” como el presidente Putin para salvar el cuerpo del paciente. Esta cirugía debe hacerse al mismo tiempo y en el lugar adecuado, como el “Doctor Putin” actualmente lo hizo con éxito en su intervención en Siria, una cirugía ambulatoria que salvó al cuerpo del paciente sirio, ahora solamente requiere la finalización y el tiempo para curarse.

El “tumor cancerígeno” que se ha extendido por todo el mundo y que atrapó la guardia siria, es terrorismo. Como todos saben ahora, el terrorismo no aparece por casualidad, sino que es alimentado por países importantes, y es financiado para lograr sus intereses. Se patrocina con dinero, armas, e ideología por países regionales cuando encajan tanto sus intereses como los intereses de las grandes potencias, una excepción son algunos de los países regionales como los estados del golfo que de hecho no están buscando lograr alguna estrategia que le sirva a largo plazo. Estos estados son funcionalmente artificiales, fundados básicamente para la implementación de los intereses de los EEUU, de Occidente y de Israel.

En mi opinión, este tumor cancerígeno que ha empezado a extenderse por todas partes a través del cuerpo cósmico, no puede tratarse solo con cirugía. Debe ser expulsado del cuerpo mismo. Como han demostrado recientemente los estudios científicos, nuestras células del cuerpo escuchan nuestras conversaciones internas y resisten activamente al desastre a través de nuestras convicciones, valores y creencias en nuestra propia habilidad para expulsar el desastre. La ideología del Wahabismo y la hermandad musulmana ha sido desatada sobre el mundo y están extendiéndose entre los seres humanos. Cada uno de nosotros, como una célula en el cuerpo cósmico, es responsable de extender este insidioso desastre, deshacerse de la ideología del wahabismo y la hermandad musulmana es uno de las maneras para traer bienestar al mundo en conjunto. Por supuesto, esto puede cumplirse solamente si somos capaces de promover valores humanitarios y los valores de la justicia y el derecho internacional en vez de ellos.

La experiencia siria en particular nos ha enseñado que Arabia Saudí, el gobierno turco, y todos los países y partidos que cuentan con la misma ideología, son las causas del tormento sirio y otros países en la región y en el mundo. Es cierto que ellos están manipulados por la alianza americana para lograr importantes intereses, como fue explicado antes. Pero es la comunidad internacional y otros países del mundo que golpean a Arabia Saudí y Turquía con la adopción de valores humanos y derecho internacional lo que será la clave real de cambio en el mapa internacional y la detención de la alocada expansión del terrorismo.

Las condiciones sobre el terreno en la Siria de hoy, especialmente tras la exposición del verdadero rostro de la oposición armada en Siria, que la alianza de EEUU ha intentado describir como oposición moderada, entrañan el asesinato de civiles inocentes por esta “oposición moderada” en las ciudades de Alepo y Damasco por el bombardeo al azar de barrios civiles. Por ejemplo, el 26 de abril de 2014, el número de bajas civiles en Alepo llegó hasta 16 mártires, la mayoría de ellos niños, mujeres y ancianos. Además de la destrucción de propiedades privadas como hogares y coches, esta “oposición moderada” está matando a inocentes frente a los ojos del mundo, todo mientras afirman estar combatiendo al “terrorismo”.

Rusia fue capaz de alcanzar un acuerdo con los Estados Unidos y otros países debido a la presión de la opinión pública en las sociedades occidentales, que empezaron a sufrir por este terrorismo, y buscaron resoluciones internacionales (las resoluciones 2253 y 2254) para resolver la crisis siria, permitir la lucha contra organizaciones terroristas en Siria tales como el ISIS, al-Qaeda, y otras organizaciones asociadas con ellos, e impedir a ciertos países que financien o apoyen al terrorismo con dinero y armas. Sin embargo, la situación actual en Siria confirma que estas decisiones no fueron cumplidas por todos los países cooperando con la alianza de los EEUU. Arabia Saudí y Turquía en particular han incrementado sus apoyos en términos de armamento y financiación, como está claramente evidenciado por las observaciones de la delegación de Riad en Ginebra, cuando se retiraron de las negociaciones y anunciaron que regresarían a la lucha. Resulta que ellos han recibido nuevas armas incluyendo anti-aéreos y lanzamisiles de hombro.

La tregua acordada por el Consejo de Seguridad y diferentes organizaciones armadas fue una oportunidad para que estas organizaciones movilizaran sus fuerzas e incrementasen la coordinación de los combatientes. Esto es equivalente a permitir a alguien con un desastre sin tratar, que se mueva durante un periodo de tiempo. El desastre solamente se exacerbó, y cualquier retención más, solo conducirá a mayores problemas en el cuerpo sirio y cósmico. El sufrimiento del pueblo sirio y del mundo no terminará hasta que el cuerpo sirio sea sometido a cirugía y este tumor maligno sea erradicado. Más tarde, las instituciones internacionales deberían establecer que pueden criminalizar a cualquiera que mantenga la ideología wahabí y la ideología de la hermandad musulmana, como ocurrió con los nazis tras la segunda guerra mundial.

Rusia y sus aliados entre los países de la región hoy son llamados a realizar una operación militar a gran escala, involucrando al ejército sirio, Hezbolá, y otras fuerzas militares de Irán, Rusia y otros pueblos amantes de la libertad en el mundo para erradicar el terrorismo de Siria. Este es el único medio que entienden los takfiries, ya que siempre engañarán y utilizarán las treguas como nuevas oportunidades para lograr ganancias. Ahora es la oportunidad para el mundo libre, para estar con la alianza que está luchando contra el terrorismo, y apoyarla para lograr una victoria decisiva contra el terrorismo en la arena siria. Todos los factores en juego señalan tal posible éxito y el logro de semejante victoria decisiva. Tal victoria sería un claro mensaje para todos aquellos que están incendiando diferentes partes del mundo. El mundo ha cambiado, y los Estados Unidos ya no son más el poder unipolar. Un mundo multipolar está emergiendo, y no puede haber duda de que la victoria decisiva, destinada inevitablemente para Siria, formará la primera piedra para un genuino mundo multipolar.