¿Qué países árabes ganarán y perderán con la invasión rusa de Ucrania?
La guerra de Rusia contra Ucrania tendrá consecuencias no sólo para Europa, sino también para los países árabes de Oriente Medio y el Norte de África. Enviará ondas de choque que golpearán duramente a los países importadores de trigo, pero también a los clientes de armas rusas y ucranianas. Y los países que albergan bases militares rusas corren el riesgo de ser rehenes de las crecientes tensiones con Occidente.
Por otro lado, los Estados del Golfo podrían aprovechar el aumento de los precios de la energía y hacerse con la cuota de mercado que antes tenía Rusia en Europa. Esto no sólo les reportará enormes recompensas financieras, sino que también mejorará su imagen a los ojos de Occidente.
Bases militares de retaguardia
Siria y Libia, dos países devastados por la guerra, serán los primeros en verse afectados por el conflicto en Ucrania. En Siria, donde el presidente Bashar al-Assad, estrecho aliado de Moscú, siguió inmediatamente el ejemplo de Putin al reconocer las dos repúblicas separatistas de Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania, Rusia tiene dos bases militares [la base naval de Tartus y la base aérea de Hmeimim] que podrían utilizarse en la guerra de Ucrania.
Y en Libia, donde Rusia también tiene dos bases militares [en Al-Jufra y Sirte], la guerra en Ucrania podría volver a poner en la picota al mariscal Khalifa Haftar, cuyas relaciones con los estadounidenses y los europeos se habían enfriado considerablemente en los últimos tiempos, explica Sami Hamdi, de la consultora geopolítica International Interest, en la radio alemana [Deutsche Welle, DW].
Por otro lado, Moscú podría tratar de presionar a Europa provocando una nueva ola migratoria desde Libia, según declaró la analista política italiana Cinzia Bianchi, a la cadena alemana DW.
Dependencia del trigo
La exclusión de Rusia de la red bancaria internacional Swift afectaría a varios países árabes que han firmado acuerdos con Moscú, ya sea para la compra de armas y repuestos militares o para otros proyectos, como la construcción de la central nuclear de Al-Daaba en Egipto. Esto también afectaría a las exportaciones a Rusia, y podría cortar la afluencia de turistas [tanto rusos como ucranianos, que son muy numerosos, especialmente para el turismo de playa en Egipto, pero también en Túnez].
Casi una cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo proceden de Rusia y Ucrania, lo que significa que cualquier perturbación en estos dos países provocará un aumento de los precios, que ya estamos viendo, con los precios en su nivel más alto desde hace una década.
Ucrania exporta el 95% de su trigo a través del Mar Negro, según un informe del Instituto de Oriente Medio. Y en 2020, la mitad de sus exportaciones se destinaron a Oriente Medio y el Norte de África. Por ejemplo, casi el 40% del trigo importado por Líbano y Libia procede de Rusia o Ucrania, la cifra es del 20% para las importaciones de trigo de Yemen y del 80% para las de Egipto. Esto significa que la crisis actual podría tener consecuencias dramáticas para la seguridad alimentaria de estos países.
Estas repercusiones son tanto más preocupantes cuanto que la situación alimentaria en Oriente Medio ya es tensa desde las revoluciones árabes y luego la crisis sanitaria. Para el ex asesor del Ministerio de Abastecimiento y Comercio Interior, Nader Noureddine, en declaraciones a la cadena estadounidense CNN, los países árabes deberían aprender por fin las lecciones de su dependencia para diversificar sus compras y asegurarse así de poder cubrir sus necesidades en cualquier circunstancia.
Fuentes de petróleo y gas
Por otra parte, los países exportadores de hidrocarburos se beneficiarán de la subida de los precios del petróleo, que ya han superado el umbral de los 100 dólares por barril, afirma el analista político afincado en Washington Atef Abdel Jawad.
Egipto, por ejemplo, ya ha aumentado sus entregas de gas a Europa, y se sabe que Argelia tiene el potencial de aumentar su capacidad de producción de gas natural en 7.000 millones de metros cúbicos adicionales para la Unión Europea.
Pero son sobre todo los países del Golfo los que se beneficiarán, especialmente Qatar, el segundo mayor productor de gas después de Estados Unidos, según un informe del Instituto de Oriente Medio en Washington. Un aumento de su producción de gas natural en beneficio de Europa no sólo restablecerá su imagen a los ojos de Occidente, sino que puede conducir a la firma de acuerdos a largo plazo.
Atef Abdel Jawad añade, sin embargo, que el conflicto ruso-ucraniano es también un dilema para los países del Golfo, que les obliga a hacer un hábil juego de equilibrios entre Moscú y Occidente.
Los Estados del Golfo han reforzado recientemente sus relaciones con Rusia y algunos de ellos han decidido comprar armas rusas. ¿Cómo pueden ser amables con Rusia sin alienarse con Occidente? Es aún más delicado para ellos ya que siguen necesitando a los países occidentales para su seguridad".
En opinión del periodista saudí Adel Al-Homeidan, no es seguro que se alíen con Occidente y se opongan a Rusia. Porque, explica, todavía están marcados por el recuerdo de la crisis de confianza en Washington bajo el mandato del presidente estadounidense Barack Obama.
Además, Atef Abdel Jawad cree que la Opep+, que incluye a los países miembros de la Opep y a otros diez países productores de petróleo, entre ellos Rusia, no se resistiría a la exclusión de Rusia del sistema Swift, incluso si China compensara un descenso de las exportaciones rusas.
Traducion de Enric Ravello Barber
*Fuente: Courrier international
Versión original: Raseef22