Después de Al Assad, el objetivo es Turquía

13.12.2024

Pero Turquía, Rusia, Irán y otros países de la región aún pueden colaborar para impedir los planes de Estados Unidos.

El autor, historiador y politólogo de la UWI, el profesor asociado Mehmet Perinçek, evaluó la caída de Bashar Assad. Perinçek se centra en el carácter de los actores y fuerzas del nuevo gobierno de Damasco.

Para prever lo que puede ocurrir en Siria a partir de ahora, primero tenemos que entender el papel de los que han llegado al poder.

Estados Unidos e Israel pretenden fragmentar los Estados-nación de la región. El Proyecto Gran Oriente Medio y su objetivo de redibujar las fronteras de la región siguiendo líneas étnicas y sectarias son estrategias bien conocidas. Ya hemos visto ejemplos de ello en Yugoslavia, Irak y Libia.

Turquía representa con su presencia un obstáculo importante para este plan. La estrategia estadounidense siempre ha considerado a Turquía como un país demasiado grande y fuerte para controlarlo fácilmente. En consecuencia, su objetivo es la integridad territorial de Turquía. Para lograrlo, necesitan cercar a Turquía. Este cerco se lleva a cabo actualmente a través de las islas del Egeo, el Mediterráneo oriental y Tracia, pero uno de sus componentes más críticos está sin duda en el norte de Siria: El PKK/YPG.

Los acontecimientos en Siria deben interpretarse como acciones dirigidas tanto contra Turquía como contra Siria. Deben verse como parte de este plan de cerco.

Terrorismo separatista y terrorismo intolerante

Volviendo ahora a lo que decía al principio: el papel de los que han llegado al poder. Hay dos facciones importantes en juego en Siria a este respecto: la facción de los terroristas separatistas y la facción de los terroristas fanáticos. Ambas fueron creadas y están dirigidas por Estados Unidos. Las dos fuerzas que pretenden dar forma al futuro de Siria están bajo el control de EEUU.

Por lo tanto, Siria se enfrenta a la amenaza de la partición en el próximo período. Ya han aparecido indicios de ello. Ya han comenzado las conversaciones para redactar una nueva constitución con una estructura federal. Siria está a punto de ser reclamada por quien pueda apoderarse de ella. El PKK/YPG está ampliando su territorio, mientras que las fuerzas intolerantes se han hecho con el poder. Simultáneamente, Israel se aprovecha de la situación ocupando tierras sirias.

Es importante recordar que, cuando Turquía experimentó el intento de golpe de Estado de la organización terrorista Fethullah Gülen (FETÖ), respaldada por Estados Unidos, los días 15 y 16 de julio de 2016, hubo una preparación similar. El PKK/YPG estaba al tanto del golpe de antemano y se había preparado para actuar si tenía éxito. En este escenario, se habría establecido un gobierno títere de EEUU en Turquía y se activaría simultáneamente el terrorismo separatista. Lo que se está planeando ahora para Siria se parece a esto.

¿Qué ha salido mal?

Entonces, ¿qué se puede hacer para contrarrestar esto? En primer lugar, reconozcamos que hubo pasos que deberían haberse dado antes. La base terrorista fanática en Idlib -que es la causa principal de los recientes acontecimientos- y las bases terroristas separatistas al este del Éufrates deberían haber sido atacadas mediante la cooperación de Turquía, Rusia e Irán. No ha sido así. En consecuencia, las fuerzas respaldadas por Estados Unidos, que se habían debilitado durante la guerra civil, consiguieron reagruparse y ganar fuerza.

A pesar de estos errores, el asunto no ha terminado. Turquía, Irán, Rusia y otros países de la región aún pueden colaborar para contrarrestar la agenda de partición de Estados Unidos e Israel. En este punto, Turquía debe llevar a cabo una lucha decisiva y coherente contra el PKK/YPG. Mientras lo hace, debe alinearse con las fuerzas en Siria que puedan restaurar la unidad nacional y la integridad territorial.

Quienes celebran la situación actual de Siria pronto se darán cuenta de que hay pocas razones para ello. Veremos hasta qué punto los planes de EE.UU. e Israel para dividir Siria y cuán profundamente podría perjudicar a Turquía.

¿Qué harán Rusia e Irán?

En cuanto a Rusia e Irán, hasta ahora han desempeñado papeles fundamentales en la resistencia de Siria. Sin embargo, Rusia lleva dos años ausente de Siria debido a su operación militar especial en Ucrania. Irán se ha centrado en la cuestión palestina y Hezbolá ha entrado directamente en conflicto con Israel. Estados Unidos, Israel y sus colaboradores en Turquía han explotado esta situación.

Además de las preocupaciones de los aliados de Siria, la propia Siria ha estado sometida a sanciones durante 13-14 años. Sus recursos petrolíferos están en manos del PKK/YPG. Considero digno de mención que no existe otro canal o ruta que no sea Idlib para que este petróleo pueda comercializarse a nivel mundial.

Es poco probable que Irán y Rusia adopten una postura de confrontación contra el nuevo gobierno de Siria. Por el contrario, tratarán de mantener relaciones para preservar sus posiciones actuales. Este enfoque es comprensible. Pronto se sabrá hasta qué punto tiene éxito.

Un detalle importante que arroja luz sobre el carácter de este nuevo gobierno apareció en un reciente informe del Washington Post. Citando a una fuente diplomática antaño cercana a Assad pero ahora en el bando opuesto, el informe revelaba que Estados Unidos se dirigió a Assad con una oferta antes de la última ofensiva de HTS. La propuesta consistía en que Assad abandonara su apoyo a Irán y Hezbolá y cortara la conexión logística entre ambos. A cambio, Estados Unidos prometía levantar las sanciones. Assad rechazó esta oferta, y por eso lo derrocaron.

Traducción al español para Geopolitika.ru
por el Dr. Enrique Refoyo