Nuland en Nicosia – ¿hacia un “cambio de régimen” en Chipre?

05.05.2016

Es habitual en la política europea de estos años, para la gente que vota una cosa y sus líderes hacen otra. Esto es lo que ocurrió en muchas ocasiones, desde el referéndum francés de 2005 en la “constitución” europea hasta el referéndum griego de 2015, por no mencionar las promesas pre-electorales jamás cumplidas.

Pero ahí también están algunas excepciones, cuando un líder no puede o no quiere ir contra la voluntad de sus votantes. Tal excepción fue el referéndum de Chipre en 2004, cuando la población votó abrumadoramente el rechazo al plan Annan para la “reunificación” de la isla.

Muchos lectores pueden pensar que lo que está ocurriendo en Chipre, un pequeño estado de la UE en el mediterráneo oriental, es de importancia bastante marginal. Esto es lo que los principales medios de comunicación están probando por su (no) información sobre los parámetros reales de la cuestión chipriota. Pero, en realidad lo opuesto es cierto. Chipre, a pesar de su magnitud, ¡es también importante hablar mucho de ella!

Lo que ocurrirá en Chipre durante los próximos meses puede tener enormes consecuencias para la dirección que tomará en el futuro próximo, tanto de la crisis europea como la de oriente medio. Pueden determinar las relaciones UE-Turquía y también afectar profundamente a la política griega y los intereses rusos en el mediterráneo.

¿Por qué todo esto? Primero, porque la “solución”, ahora preparada, del conflicto de Chipre es equivalente a nada más y nada menos que… la abolición del estado en Chipre, algo que instalará un ejemplo para todos los Estados-nación en Europa. Para acortar una larga historia, en el plan Annan –junto a las mismas líneas será la próxima proposición para Chipre- se daba el poder en última instancia de la isla para tres jueces extranjeros y para docenas de otros “oficiales internacionales”, designados por el Secretario General de la ONU personalmente (sin incluso el consentimiento del Consejo de Seguridad).¡ Estos jueces y otros “oficiales internacionales” serían capaces hasta de nombrar a sus sucesores!

¿Quién nombraría el señor secretario general para dirigir, con tales poderes monárquicos, esta pequeña república? Suponemos que no sería Nigeria, Vietnam o Chile quienes influirían sus elecciones. Parece más probable que países como los EEUU, Gran Bretaña o Israel lo haría, ya que tienen intereses vitales y la posibilidad de influir en las decisiones de cualquier secretario general de la ONU.

En segundo lugar, el conflicto de Chipre es uno de los factores principales que afectan a las relaciones entre la UE y Turquía (si el plan Annan se aplica, ¡Ankara tendría concedida muchos de los derechos de los estados miembro antes de serlo!). Y tercero, cualquier resolución del conflicto chipriota junto a las líneas del plan Annan tendría enormes implicaciones estratégicas, dado que Chipre está localizada en uno de los lugares más estratégicos de la Tierra.

Estos factores explican por qué la administración de los EEUU, la UE y el gobierno británico se han movilizado masivamente en 2004 para “persuadir” a los chipriotas que votasen por el plan Annan. Crearon una atmósfera de miedo y terror, que es el caso usual en los referendos europeos de ahora. Comentaristas internacionales y locales “de prestigio” salen al público, predicen toda clase de males del mundo, si los votantes deciden votar contra la voluntad del “poderoso” y el “civilizado”. Pagaron también a muchas ONG para que hicieran campaña por el voto del sí. La mayor parte de la oligarquía financiera chipriota y griega, la mayor parte mediática chipriota y griega del poder establecido tanto en Chipre como en Grecia hicieron campaña masiva para persuadir a los chipriotas que votasen Sí.

Los Grecochipriotas, que son el 82% de la población, tenían todas las razones del mundo para tomar seriamente estas amenazas. Chipre es una pequeña isla, una gran parte de la cual está ocupada por Turquía. Turquía es una “superpotencia” militar comparada con Chipre, y Grecia está demasiado lejos para ayudarla efectivamente (si un gobierno de Atenas decide hacerlo, porque en el pasado, los gobiernos griegos no han expresado tal fuerte voluntad).

A pesar de todo esto, los chipriotas han rechazado el plan Annan en 2004. Pero como Lord David Haney, la autoridad diplomática británica en Chipre dijo entonces, “si los Chipriotas rechazan este plan, lo pondremos una y otra vez en referéndum hasta que voten Sí”.

Puede que el tiempo para un nuevo referéndum, o incluso una crisis designada para impactar a la población de la isla, esté ahora aproximándose, tras las elecciones parlamentarias fijadas para finales de mayo.

Victoria Nuland ya ha visitado Nicosia.