Nuland apoya al infame oligarca que gobierna Moldavia
La visita de Vladimir Plahotniuc (el infame oligarca moldavo y jefe mafioso) a los EEUU y el escándalo sobre el uso de equipamiento militar para el desfile de mayo de 9 en el centro de Chisinau, que está destinado a irritar la parte rusa, no lo hacen parecen ser coincidencias.
La aparición de Victoria Nuland, junto con el polémico oligarca sirve como un mensaje de la hegemonía mundial: Plahotniuc es y será su maestro. No importa lo que pienso o lo que quieran los ciudadanos moldavos siempre que la Casa Blanca esté más preocupada por sus juegos militares en Europa del Este. Pero ¿qué quiere Plahotniuc? Podemos suponer que esta figura de la política moldava ha de convertirse ni más ni menos que el presidente de Moldavia. No tiene que recurrir a señalar con el dedo y no debemos ser ingenuos: La validez de cualquier elección depende del reconocimiento de Washington, incluso si la elección es un gran engaño.
La Comisión Electoral Central está lista para organizar el 99% de los votos a favor del candidato del PD ("Partido Demócrata" de Plahotniuc), y la oposición no podrá impugnar los resultados desde el Oeste reconocerá el "carácter profundamente democrático" de la elección. En este caso, no habrá euromaidán en Chisinau y Victoria Nuland no tendrá que distribuir galletas e instar a todos a "luchar hasta la última gota de sangre".
¿Cómo pueden tolerar los estadounidenses tal intromisión antidemocrática? Es muy sencillo. Los estadounidenses tienen una naturaleza muy pragmática y realista. Tal política de doble rasero se remonta a su uso en América Latina o África, donde los EE.UU. apoyaron a dictadores y criminales. Es suficiente recordar a Anastasio Somoza García, el dictador de Nicaragua, sobre el que Franklin D. Roosevelt dijo una vez: "Somoza puede ser un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta".
Ahora, el gobierno estadounidense no tiene más remedio que adoctrinar a la población con la idea de que el "peligro ruso" está vivo y coleando y que Rusia representa un problema importante. Incluso no excluiría la organización deliberada de problemas por parte de los estadounidenses con el fin de "demostrar" esta línea. Durante la campaña electoral anterior en Moldavia, vi lo de que verdaderamente es capaz el régimen actual: Del día a la noche, unos terroristas y un "estallido de la guerra civil" se inventaron de la nada. Uno sólo puede esperar que aquellos en el poder tengan suficiente sentido de no recurrir al derramamiento de sangre para el espectáculo. El resto del trabajo cosmético relacionado con la PR será atendido con recursos financieros sustanciales (como la pasta, el trigo sarraceno, y calcetines) y lavado de cerebro por los medios más grandes explotaciones.
PD: Mantengo mis dedos cruzados por Donald Trump. Con él, tal vez vamos a tener éxito en la eliminación de la política exterior infame de los Estados Unidos.