La Unión Euroasiática y la teoría de los sistemas complejos
La ideología y las ciencias políticas como un todo, están directamente enlazadas con el paradigma científico prevaleciente en la sociedad. En su momento, la lógica cartesiana influyó en los procesos políticos de los países europeos justo como los principios y métodos de la guerra (la continuación de la política en su forma extrema de acuerdo con Clausewitz) y la diplomacia cambiaron los siguientes y nuevos descubrimientos científicos. La cosmovisión religiosa también está vinculada directamente con los designios políticos. Los colonialistas europeos en Iberoamérica intentaron construir “el cielo en la tierra” justo como Jesuitas proyectaron su visión en la sociedad india no solamente en términos de ética y comportamiento, sino también en planificación urbanística y gestión territorial. En el siglo 20, el ejemplo más claro de la influencia de las ideas religiosas en la política fue el establecimiento del estado de Israel y la revolución islámica de Irán.
El siglo 20 también es bien conocido por los nuevos descubrimientos en la ciencia. Albert Einstein cambió la comprensión de la naturaleza de la física e Ilya Prigognie recordó el mundo del caos en términos académicos. Las teorías de las “super-cuerdas”, criticidad auto-organizada, geometría no lineal, anarquismo epistemológico, estructuras disipativas y pensamiento complejo y otras que dejaron su huella no solo en las ciencias naturales sino también en las políticas.
Inmediatamente después del colapso de la Unión Soviética, el diplomático americano, Steven Mann, apeló a nuevos campos en la física para explicar la naturaleza de los procesos políticos en marcha. Trazando ejemplos desde diferentes esferas de investigación, mostró que la auto-disolución de la URSS recuerda a algo como un montón de arena mojada que puede desmenuzarse una vez que la humedad (para la URSS esto era la ideología) deja de jugar un papel vinculante tras la evaporación. A diferencia de sus colegas que estaban preocupados con el colapso de la segunda superpotencia mundial por el motivo del desequilibrio en el sistema global de seguridad como un todo, Mann mantuvo su frialdad y, como escribió en su artículo “Chaos Theory and Strategic Thinking” (“La teoría del caos y el pensamiento estratégico”), tras los elementos de un sistema que se desintegra, pronto e inevitablemente cederán terreno. En la misma publicación, comparó al estado con una computadora y a la ideología con un virus que puede aplicarse como un instrumento en la captura de un territorio sin algún daño material. En el caso de la Unión Soviética, la democracia liberal se suponía que llenaría el vacío de la antigua ideología tras el cambio de régimen y la imposición de nuevos valores que ayudarían a los antiguos países soviéticos en poner en conjunto sus recursos materiales y ayudar a los ciudadanos para que se transformasen en obedientes consumidores y plantilla del personal en el nuevo sistema de “computadora”. Como sabemos, tal mecanismo se introdujo en el espacio post-soviético y condujo a desastrosas consecuencias.
Pero si los nuevos descubrimientos científicos que explican la naturaleza de los procesos naturales son aplicables para la descripción de disturbios políticos, entonces ¿por qué no podemos aplicarlos a las dinámicas geopolíticas contemporáneas y procesos de integración? Después de todo, los militares occidentales han estado considerando desde hace mucho el pensamiento no-lineal, las teorías holistas, y diferentes escuelas académicas se esforzaron en aplicarlas para simulaciones de conflicto, tácticas de combate, y estrategia. Puede ser también que las ideas filosóficas de la post-modernidad (tales como la existencia rizomática y las teorías del caosmos de Guilles Deleuze y Felix Guattari) así como ciencias más precisas prefiriendo fórmulas y cálculos matemáticos, que serán suficientemente aplicables en el modelaje de nuevas entidades supraestatales, una de las cuales no es otra que el proyecto para la Unión Euroasiática.
Tal término de “sistemas complejos” utilizado en la ciencia moderna llegará a ser bastante apropiado para semejante nueva información. Además, la presencia de numerosos actores asociados tanto con las políticas internas de este sistema como con las relaciones internacionales, nos obligan a apelar a otra designación aún mejor establecida, que la dinámica no lineal.
Veamos cómo opera un sistema complejo, en una primera ojeada, en condiciones impredecibles desde el punto de vista del nuevo paradigma científico de los autores que han estado largo tiempo ocupados con tal trayectoria. Es posible que semejante teoría nos ayude a predecir la formación y desarrollo de la Unión Euroasiática así como nos evite diferentes errores en el futuro y eludamos las trampas diplomáticas puestas por los oponentes de este proyecto en el tablero de la geopolítica global. Por supuesto, es difícil limitarnos solo a uno u otro nuevo descubrimiento. Teniendo esto en mente, vamos a pasar a los conceptos de la teoría de sistemas. Uno de los pioneros en este campo fue Lars Skyttner, cuya monografía, “Teoría General de Sistemas: Ideas y aplicaciones” sirvió como base para determinar las leyes de funcionamiento de un sistema. Hay quince reglas.
1. La segunda ley de la termodinámica. Aunque Skyttner se refiere a la redistribución del calor entre cuerpos dentro de un sistema cerrado, según una serie de autores esta ley es aplicable a un sistema complejo que está fundamentalmente abierto.
2. La ley de la complementariedad. En el contexto del eurasianismo, Lev Gumilev desarrolló las leyes de la complementariedad entre pueblos. En la teoría de sistemas, esta ley aparece como lo siguiente: Cualquiera de dos proyecciones o modelos de sistemas permiten que uno adquiera conocimiento sobre el otro de los sistemas, pues los dos sistemas no son por ningún medio plenamente independientes o compatibles. Por consiguiente, las ideas de Paul Feyerabend y Nicholas Maxwell sobre la existencia de teorías alternativas y en competición poseen no menos de una base convincente de evidencias. Indudablemente, la Unión Euroasiática es un proyecto sujeto a numerosas descripciones, algunas veces incluso contradictorias.
3. Holismo. Según Skyttner, un sistema se compone de propiedades holísticas que no se manifiestan en cualquiera de sus partes individuales o interacciones, mientras sus partes individuales consisten en totalidades que no aparecen necesariamente en el sistema como un todo. En nuestro caso, la Unión Euroasiática está representada solo parcialmente por su sistema como un todo. Los numerosos detalles en que consiste, escapan de nuestra vista. Por ejemplo, el espacio euroasiático está compuesto de una gran masa de diferentes etnias y lenguas que lo habitan. Sin embargo, por una razón u otra, no todas las nacionalidades pueden tomar decisiones pertenecientes a la formación supranacional, internacional, y por supuesto, no todos los idiomas pueden reclamar que sean reconocidos como idiomas oficiales de la Unión. Algo similar puede decirse sobre los aspectos legales de la Unión. Las leyes tradicionales y la religión influyen fuertemente a una serie de regiones mientras que en otras están totalmente ausentes. Es más, el principio del holismo conduce a la necesidad de estudios interdisciplinarios que rechazan la estrechez de las “especializaciones” que a menudo son insuficientes para estudiar los procesos complejos.
4. El concepto “oscuridad” declara que un sistema no puede ser enteramente conocido dentro y fuera. En primer lugar, los elementos de un sistema dado, no pueden ser totalmente conscientes de sí mismos y, por supuesto, cada uno será responsable por la información disponible para sí en los procesos políticos. Las fuerzas armadas de los EEUU han intentado resolver este problema por medio del establecimiento de una red global de información y fundamentos centrados en red para operaciones de combate en que el intercambio rápido de información entre todas y cada unidad se supone que establece la conciencia situacional. En el nivel táctico, esto ha sido parcialmente resuelto, pero en los niveles estratégico y global semejante tarea está todavía lejos de ser completada. El desarrollo de nuevas bases e instalaciones de los EEUU se explica parcialmente por el deseo de Washington en alcanzar la superioridad informacional para controlar a enemigos y aliados. Sin embargo, debido a desacuerdos fundamentales en esta materia por otros estados y las diferencias entre culturas políticas, el espectro total de dominio es improbable que sea factible incluso por los medios de la fuerza militar de los EEUU. En conexión con el principio de oscuridad, también deberían apuntarse las constantes protestas de políticos occidentales hacia el comportamiento impredecible del liderazgo ruso. Es probable que estas críticas, desde cuyas voces se escuchan tales comentarios, todavía no han madurado suficiente para entender la teoría de sistemas complejos. Después de todo, nadie negaría que Rusia es ciertamente un país complejo en el más amplio sentido de esta palabra.
5. El principio “80-20”, según el cual el comportamiento de un sistema se forma al 20% por sus elementos, mientras que el 80% restante está compone por las funciones estabilizadoras del sistema, esto es, un tipo de servicio protector. Este concepto de hecho confirma la teoría bien conocida de que la minoría está siempre detrás, tanto del establecimiento como de la muerte de los estados. Las masas restantes están conducidas por esta minoría simple (las “pasionarias” según Gumilev). El principio parece ser bastante claro. Es posible que el modelado matemático pueda contribuir a una asignación adecuada de recursos (tanto humanos como materiales) en la creación de la Unión Euroasiática.
6. La ley de la variedad necesaria. William Ashby, que trata con cuestiones de cibernética, esto es, control, estaba involucrado en la formulación de la ley de variedad necesaria. Según esta ley, la variedad de elementos que gobiernan un sistema deberían ser no menos que la variedad de permutaciones que entran en el sistema. En otras palabras, cuanto más grande sea la diversidad de posibles operaciones de un sistema, más fácil será tratar con los posibles cambios. Aunque esta ley es bastante simple, algunas acciones del actual liderazgo [de la Unión Euroasiática] muestran bastante incapacidad para pensar en categorías complejas. Quizá el principio de la democracia es necesario para describir varias operaciones, con la rendición de cuentas por el voto y la necesidad de un lenguaje simple y la unificación definida de terminología. Sin embargo, para tal proyecto como la Unión Euroasiática, incluso su formato inicial, un gran número de soluciones alternativas para este o aquel tema serán necesarios junto con la creatividad operacional. Sin duda, esto entraña la presencia de los detractores del proyecto que lo ven como un serio rival y oponente futuro en la realización de los asuntos globales. Puede predecirse con antelación que estos detractores intentarán crear el máximo número de obstáculos que se manifestarán en la política exterior así como en los núcleos de la Unión Euroasiática. Por tanto, es necesario estar preparados para una gran variedad de perturbaciones con antelación.
7. El principio de jerarquía. La palabra jerarquía trae a la mente inmediatamente o una pirámide de categorías por capas pertinente al periodo agrario de la historia humana, o las capas de las escalas burocráticas y políticas que reflejan el principio del funcionamiento del estado en la era industrial. En el caso de la Unión Euroasiática, sin embargo, tales jerarquías están basadas en un fenómeno natural y consiste en varios sistemas integrados en cada nivel. Así, en los sistemas complejos la jerarquía se representa a sí misma como un proceso bastante complejo en vez de como una estructura simple consistente en bloques separados. Un ejemplo de esto en relaciones internacionales se presenta por las estructuras supraestatales que necesitan su propio lenguaje de gestión diferente del modelo usado en los estados mismos. Algo similar en un nuevo lenguaje que debería superar cualitativamente los existentes, y debe ser desarrollado para la Unión Euroasiática.
8. Modularidad. Cualquier sistema está dividido en cierto número de módulos. Los investigadores han apuntado que el surgimiento espontáneo de organización modular es peculiar de ciertas redes críticas. La presencia de tales módulos produce un sistema en el que aparecen los denominados “muros de resistencia” que impiden el paso de señales. Esta resistencia puede estar representada por partidos, funcionarios burocráticos, o los intereses específicos de élites regionales o nacionales. El politólogo armenio, Hrachya Arzumanyan, apuntó en sus estudios sobre sistemas complejos y seguridad contemporánea que los módulos son estructuras horizontales mientras que las jerarquías (antes mencionadas) son estructuras verticales en sistemas complejos que ayudan a que uno entienda mejor, y de manera fundamental, a usar un sistema, esto es, a gestionarlo.
9. Redundancia de recursos. Tal requerimiento es necesario para asegurar la estabilidad bajo circunstancias de disturbios como se analizó en la descripción de la ley de la variedad de requisitos y el principio 80-20. Debería apuntarse también que una condición importante de la era de la información es que los canales suplementarios de comunicación son necesarios para la obtención de información adecuada y su protección robusta. Las fugas de información o la intencional interpretación incorrecta de información pueden usarse para desestabilizar a un sistema desde dentro.
10. El principio de “flujo de gran densidad” también se conecta con el punto anterior. Si el flujo de recursos a través de un sistema es suficientemente grande, entonces más recursos estarán disponibles para afrontar los disturbios. Todo esto parece bastante simple, pero además de las tareas de asegurar la estabilidad de un sistema, también pueden surgir las cuestiones del salto cuántico, el desarrollo, y la evolución, esto es, los imperativos de la sociedad para la realización de políticas cualificadas y nuevos logros en ciencia y tecnología.
11. El principio de la sub-optimización de Lars Skyttner está definido de la siguiente manera: Incluso si todos los subsistemas están designados individualmente para operar a la máxima eficiencia, esto no significa que los sistemas como conjunto operarán con la misma eficiencia. Y viceversa, es posible desarrollar el modelo más efectivo para un sistema en conjunto, pero sus elementos individuales puede que no respondan tal que así. Esto trae a la mente ciertos pensamientos asociados con la unificación y estandarización de las decisiones administrativas y los procesos. Según este principio, se entiende que no hay una única organización o colectivo que sea efectivo en todos los niveles de la jerarquía. De aquí la conclusión puede ser trazada, y es que la adecuada dotación de personal y organización propia es necesaria para los procedimientos de integración. La crítica a los funcionarios es totalmente apropiada especialmente con la enmienda de la teoría de Vilfredo Pareto sobre la rotación de las élites y su origen alogénico sugerido por los sociólogos.
12. Redundancia del control de potencial. El siguiente principio, que también mantiene la relevancia con la anterior, se refiere a la redundancia del control potencial. Para lograr el enfoque deseado, es necesario poseer una comprensión suficiente y minuciosa del sistema. Pero aquí surge un problema. Si la teoría de sistemas complejos toma en cuenta las dificultades que surgen de la descripción de un modelo, entonces, por los procesos políticos tanto en Rusia como en los países de la CEI, el potencial para la acción efectiva es claramente una carencia. La dicotomía cada vez más pronunciada entre lo más alto y lo más bajo, la insatisfacción en la sociedad, y el desacuerdo del centro de la situación prevaleciente en las regiones debería servir como una seria advertencia para aquellos que tratan con temas de integración.
13. El principio de retroalimentación causal tanto negativa como positiva, que también es un elemento básico de la física, está conectada con el equilibrio de sistemas. Con la presencia de una retroalimentación negativa, el estado igualado de un sistema permanece invariable a un amplio rango de condiciones iniciales. El atractor extraño de Lorenz también encaja en la descripción de este principio. La retroalimentación positiva produce los efectos opuestos. Este fenómeno también es denominado como la ley de la creatividad ya que la consideración de un sistema social depende de examinar de diferentes resultados desde todos los grupos, al mismo tiempo que, con los parámetros iniciales más similares posibles.
14. El principio de relajación trata con lo siguiente: Si el tiempo de relajación de un sistema es menor que el tiempo medio entre disturbios, entonces un sistema es probable que sea estable. Esto se relaciona directamente con los procesos de integración viéndose que significan el reordenamiento de los mecanismos económicos, legales, políticos y sociales. Si esta reorganización va demasiado rápida, entonces fracasará en adaptarse y “digerirá” los impactos previos. Por supuesto, la gran superposición de impactos crea incertidumbre en cuanto a qué decisiones deberán tomarse para llegar a ciertos resultados. A la luz de la modernización de los requerimientos sociales de las élites gobernantes, debería ser plenamente lógico pensar sobre cuantas reformas son buenas, cuantas son presentadas, y de cuánto tiempo deberían ser los “descansos” entre reformas para que no haya tropiezos con desafortunadas consecuencias al estilo de “Perestroika-2”.
15. El principio de la detección es un postulado bastante interesante propuesto por Skyttner que dice que los sistemas construidos sobre reglas restrictivas, donde lo que está permitido y lo que no, está especificado con antelación, son menos estables que los sistemas que se desarrollan aleatoriamente. En una primera ojeada, esto parece ser una idea bastante paradójica. Después de todo, el colapso de la URSS y experiencias similares muestran que los sistemas rígidos e inflexibles se desmoronan en lugar de los caóticos. Esto se debe a que el cambio en el entorno externo de un sistema, conduce a que el sistema gaste demasiados recursos en seguir su modelo de aproximación único y planificado. Esto se hace incluso más difícil cuando jugadores externos lo entienden y contribuyen a ello desde el exterior. Corea del norte es quizá el mejor ejemplo de tal modelo político. La ausencia de fuertes dinámicas en contraste con un rápido cambio del contexto es particularmente evidente en este ejemplo. Pero en Rusia, y más ampliamente, en los países potencialmente relacionables con la Unión Euroasiática, está ocurriendo lo contrario. Las acciones que pueden ser contrarias a las normas aceptadas pueden estar dirigidas a menudo, hacia la supervivencia de un sistema y sus funciones efectivas. Por supuesto, tal tesis no es una excusa para las inconsistencias en la política exterior o la justificación por los esfuerzos de los clanes oligarcas en los países de la futura Unión Euroasiática para defender sus estrechos auto-intereses ocultos bajo la integración.
Hemos descrito brevemente los principios fundamentales propuestos por los sistemas complejos de Lars Skyttner. Sin embargo, hay todavía una serie de atributos. En su tiempo sobre la base de estudios interdisciplinarios, eruditos en el Instituto de Santa Fe, desarrollaron métodos para el control de sistemas complejos y adaptativos, y otras definiciones. Por ejemplo, el tema de las emergencias inherentes al fenómeno que hemos discutido, aunque en el sentido a los estados emergentes, fue primero discutido y descrito por ellos en el examen de los procesos políticos que colapsaron los imperios austro-húngaro y otomano. En este tiempo, los grandes jugadores en Europa prefirieron equilibrar los asuntos usando métodos represivos contra los disturbios que surgieron en los estados de nueva formación.
Los procesos contemporáneos, no menos activos que tienen lugar en la periferia de Rusia y otros puntos del planeta también muestran el rastro hacia desarrollos geopolíticos paradigmáticos. Pero si al principio esto se aparecía como una amenaza a los estados nación, entonces hoy la idea de estado nación se ha hundido en el olvido y la ciencia moderna incluso posee una explicación para estos procesos. Equilibrándose entre orden y caos, que necesariamente surge de las propiedades de los sistemas complejos, y las características de pensamiento pluralístico y no lineal de sus descripciones serán útiles no solamente para explicar los cambios ya en marcha, sino también ayudarán a designar la nueva realidad de la Unión Euroasiática. La principal tarea es elegir los equivalentes correctos entre las actuales perturbaciones geopolíticas y las teorías de sistemas complejos adaptativos. Esto es al menos, totalmente posible en un nivel teórico, y como un experimento que podría ser extremadamente útil para pronosticar y modelar los procesos de integración y las posibles amenazas contra ellos.
Traducido del ruso por Jafe Arnold, y traducido del inglés para Katehon en Español.