"La guerra fría" sobre Siria ... permanecerá fría
Para el primer ministro ruso, Dimitry Medvedev decir que el mundo está entrando en una guerra fría, es la declaración del statu quo… así como la confirmación lo que ya se ha confirmado. Pero lo dice desde Múnich, que es el mismo lugar desde el que el presidente Vladimir Putin comenzó a ponerse en pie frente a Washington en su famoso discurso de hace casi ocho años. Y para Medvedev, mencionar la crisis de los Misiles rusos en Cuba de 1962 como medio para detener una invasión estadounidense, es sólo un recordatorio de las nuevas líneas rojas para cualquier invasión terrestre perpetrada por los enemigos del presidente sirio, Bashar Al Assad, en el norte de Siria, y en concreto a cualquier apuesta Árabe-turca con la cobertura de la OTAN. De manera realista, la guerra fría está en marcha, lo que hay de nuevo en esta vez es que es la tierra quemada siria decide su destino… y parece que diversos contactos realizados en las últimas horas se han centrado en poner la situación bajo control y con la priorización en la lucha contra el terrorismo.
Lo que es digno de notar en lo que Medvedev ha dicho, y él es el que se alterna Presidencia y Primer Ministro con Putin desde que el dúo decidió reponer a Rusia en el centro de la escena mundial, que no hay fin a esta guerra fría, excepto a través del acuerdo entre América y Rusia… en cuanto a los demás, son simplemente peones. Lo más probable es la razón prevalezca en la medida en que se refiere a las relaciones rusa-estadounidenses, de lo contrario la guerra fría se calentará. Contrariamente a todas las posturas y las amenazas vertidas, Putin y Obama continuaron comunicándose, hace dos días, al igual que John Kennedy y Nikita Jrushchev hicieron en 1962. Según fuentes fiables de Europa, el Presidente ruso pidió a su homólogo estadounidense que "amarrase" a Turquía y que cese su bombardeo contra kurdos y objetivos militares sirios, y también, para reducir la escala de la retórica saudí acerca de la participación militar directa en Siria. La redacción de Putin lleva a una clara advertencia a ambos países si Washington no hizo un movimiento a lo largo de estas líneas.
También debemos señalar que la Casa Blanca tomó la iniciativa de ponerse en contacto con Moscú e hizo una declaración diciendo que el presidente Putin reiteraba su afirmación de formar un frente unido contra terrorismo... y que los ministros de Defensa de ambos países intensificarán su coordinación... ¡el resto son sólo peones! Barack Obama no tiene ningún interés en absoluto para otorgar a su sucesor una nueva guerra justo antes de dejar el cargo y, después de todo, él es el único que forjó un acuerdo con "el vértice del eje del mal", Irán, e hizo la paz con "el Estado fuera de la ley", Cuba, en su propia vecindad. Putin tampoco tiene ningún interés en crear cargas económicas que producirá una nueva carrera de armamentos.
¿Por qué Medvedev está haciendo su advertencia?
El problema actual de los Estados Unidos no es con sus adversarios, sino que lo es con sus aliados. Arabia Saudí e Israel se han sentido marginados desde el acuerdo nuclear. Ambos ven al oeste comercializando un nuevo Irán. Turquía, por su parte, ve que Estados Unidos está reforzando su alianza con los kurdos y ahora se tornó dispuesto a aceptar que Bashar Al Assad permanezca en el poder… y que recapture el norte de Siria. Es una aberración de Recep Tayyip Erdogan, el presidente de un Estado miembro de la OTAN, el hecho de decir a los Estados Unidos, líder de la OTAN, que sus políticas han convertido a la región en un charco de sangre.
¿Las potencias regionales se han vuelto capaces de amotinarse contra América y llevarla a la guerra?
Por supuesto que no, no pueden rebelarse, pero son capaces de encender muchos fuegos a menos que Washington los fuerce a ser obedientes… y esto es exactamente lo que va a hacer.
Según algunas fuentes, las discusiones de América y Europa se han intensificado con todas las facciones regionales relevantes. Esto es esencial, sobre todo porque Teherán ha ofrecido dos respuestas: La primera de las cuales es una advertencia diciendo que la respuesta va a ser muy dura y puede golpear el corazón de Arabia Saudí, y que las fuerzas saudíes sufrirán una gran derrota si se involucran, y la segunda es por la extensión de mano para la amistad con Riad a través de las palabras del ministro de Asuntos Exteriores Muhammad Jawwad Zarif, la estrella de los medios de comunicación occidentales desde el acuerdo nuclear. Zarif dijo, "por la cooperación con nuestros hermanos de Arabia Saudí y Turquía, podemos resolver todos los problemas y las cuestiones regionales".
Palabras similares dijo el Ministro de Asuntos Exteriores saudí, Adel Jubeir, al señalar que: "Estamos encantados de tener buenas relaciones con Irán, pero tienen que tomar medidas serias y dejar de intervenir en nuestros asuntos", y como es habitual, repiten su mantra de que Assad caerá -al final- política o militarmente. El punto relevante aquí es que cuanto más al norte se mueve el Ejército sirio, Arabia Saudí tiene que repetir este mantra más a menudo por razones internas y regionales.
La afirmación que hizo el ministro sirio de Exteriores, Walid Muallim, sobre el retorno a casa de los saudíes en ataúdes, está respaldada, probablemente, por la determinación conjunta ruso-iraní de hacer frente a cualquier interferencia extranjera que no haya sido aprobada tanto por americanos y rusos bajo el mandato claro de la lucha contra el terrorismo solamente.
¿Es posible caer en una guerra más amplia?
Hasta ahora esto parece poco probable, pero sin embargo, algunas fuentes fiables sostienen que Arabia Saudí ha trazado algunos planes de acción militar directa en Siria desde hace mucho tiempo. Esos planes se hicieron antes de los grandes avances que el Ejército sirio y sus aliados hicieron en el norte, pero siempre habían considerado que lo que los milicianos estaban haciendo era suficiente y que no había necesidad de ello. Sin embargo, Arabia Saudí y Turquía están actualmente bajo una gran presión y que ambos están en busca de su papel. Lo que buscan no va esencialmente en una guerra que Riad sabe de antemano cuánto va a costar, lo que se busca, sin embargo, es el mantenimiento del papel saudí-turco en lo que está previsto para el futuro de Siria.
Debemos anotar algo muy importante: Ni Turquía ni Arabia Saudí han declarado hasta ahora que se estén embarcando en su intervención militar sin respaldo. Ambos están diciendo que todo esto está dentro de un plan internacional para luchar contra el Daesh. Por ejemplo, vemos que el ministro de Exteriores turco, Mouloud Jawish Oglu declara que, "si hay una estrategia contra el Daesh, entonces se vuelve posible que Turquía y Arabia Saudí lancen una operación terrestre”... Ese "si" de la declaración de Jawish Oglu en principio es muy pertinente. De manera similar, Adel Yubair, dijo a la CNN que "Arabia Saudí se prepara para enviar fuerzas especiales y unirse a la coalición en una operación terrestre en Siria", en otras palabras, tomar parte en una coalición bajo los auspicios y la dirección de los Estados Unidos.
La posible escalada es hacia una guerra más amplia, pero no hacia una guerra total.
Esto es posible si una de estas cosas sucede:
- Si Arabia Saudí y Turquía se involucran directamente en tierra o aire sin una cobertura internacional.
-Putin hizo una clara advertencia hace dos días, y Obama está bastante descontento con los bombardeos turcos sobre sus aliados kurdos. Varios mensajes de América y Europa han sido enviados a Ankara en este sentido.
-Si Turquía derriba más aviones rusos o sirios sobre suelo sirio. Pero parece que no se atrevería a hacer esto más.
-En el caso de confrontación militar entre Israel e Irán, en Siria o el Líbano, directamente o a través de Hezbolá.
-Si algún aparato de inteligencia comete un asesinato importante o una gran explosión de importancia.
¿Qué quieren Turquía y Arabia Saudí?
Turquía y Arabia Saudí quieren detener el avance hacia el norte tanto del Ejército sirio como de sus aliados, y esto se les ha vuelto imposible de lograr, o que ellos consigan un papel en los planes de futuro, ya que ambos consideran que el período actual es muy fortuito para que puedan ejercer presión sobre los demócratas estadounidenses justo antes de las elecciones presidenciales. También aceptarán tener fuerzas en la "coalición internacional", y esto es a lo que Assad se ha negado en su última entrevista en la que dijo que la guerra en el norte apunta a "cortar el vínculo entre Turquía y Alepo"... Podemos solamente imaginar la cara de Erdogan cuando leyera esta declaración, y como él está luchando una guerra interna con los kurdos, y se siente que las cosas están cayendo fuera de sus manos.
¿Qué harán los aliados de Assad?
-Putin seguirá dando a Occidente tanto galletas como pastillas tranquilizantes, mientras sus aviones de combate están repartiendo fuego contra los enemigos de Assad. Él continuará haciendo esto independientemente de lo que suceda, tanto él como Assad están diciendo a la vez que las negociaciones de paz actuales no tienen nada que ver con la lucha contra el terrorismo.
-Irán intensificará su participación directa o indirecta a través de Hezbollah en la guerra de Siria, al mismo tiempo que hace dulces declaraciones a los saudíes, sabiendo de antemano, que esto va a molestar a los saudíes más que tranquilizarlos, sin embargo, estas declaraciones hacen que Irán se vea bien a ojos de Occidente y sirven como una buena cobertura para la acción militar.
Con este complejo escenario sirio regional e internacional, las principales preguntas son las siguientes: ¿cuál es la verdadera posición de Washington hacia Assad?, ¿hasta qué punto alcanza el acuerdo estadounidense-iraní?, ¿cuál es el nivel del acuerdo ruso-estadounidense sobre Siria?
Parece que [el líder político libanés druso] Walid Jumblatt ha conseguido la indirecta. Dijo que el mundo devolverá Alepo a Assad en nombre de la paz. Sin duda él habría deseado que esa pista no estuviera allí y que él no la cogiera. La hora de tratar de derrocar a Assad se ha ido. La lucha contra el terrorismo tiene prioridad. El terrorismo futuro va a ser más grande y más fuerte. El primer ministro francés, Manuel Valls dijo muy claramente en Múnich cuando afirmó que el Ejército sirio es su rival más importante. Hay pocas dudas de que cuenta con el apoyo tácito estadounidense para moverse hacia el norte. Obama no permitirá que nadie lo arrastre a una guerra más amplia antes de que abandone la Casa Blanca.