La falsedad de la corrección política y la censura disfrazada

20.05.2016

La falsedad

Hay diferentes definiciones y aproximaciones hacia lo que es la verdad. Desde las ancestrales filosofías del lejano oriente, hasta las filosofías analíticas combinadas con la cibernética de los siglos 20 y 21. Todas ellas tienen fundamentos, argumentos, e hipótesis que pueden ser debatidas. Todas ellas pueden ser aceptadas o no, pero muchas de ellas tienen fundamentos firmes y coherentes. Aquellos a quienes les gusta relativizar, lo cual es el pasatiempos de los filósofos populares contemporáneos y superficiales, usarían indebidamente el hecho de que persisten varias aproximaciones a la cuestión de la verdad,  y concluyen que el concepto de verdad depende de la posición aventajada del sujeto, o incluso la cuestión de por qué la verdad es importante en un caso y contexto específicos.

A final del día, lo importante es que seamos capaces de apartar las visiones filisteas de este entorno, a los que les gustaría devaluar siglos de pensamiento humano. Con el paso de los siglos, ha habido esfuerzos genuinos para desarrollar diferentes posiciones y perspectivas que cubren el rango de distintos conceptos humanos, que son comprensibles y tienen sólidos fundamentos, y pueden tratarse como valores generalmente aceptados. Uno puede o no puede aceptar esto, pero la sinceridad de sus orígenes está por encima del reproche; estas se obtuvieron fuera de motivos oportunistas. Siempre que uno pueda argumentar la misma opinión o tesis basada en argumentos coherentes, lo comparte con otros, y está preparado para entrar en una discusión, tanto si está con la presuposición como si no, tanto como si hay o no una oposición firme desde el otro lado, no obstante, es seguro pensar, debatir, concluir, cambiar la opinión, posición o aproximación filosófica de uno mismo. Es importante evolucionar para los seres humanos, obtener conocimiento y desarrollar nuevas y mejores ideas de las que tenían previamente. Esto es del todo distinto respecto a la relativización incoherente, que forma el núcleo de la falsedad de la corrección política.

¿Por qué es la relativización un peligroso callejón sin salida evolutivo en el curso tanto del desarrollo personal como civilizacional? Lo que quiere decir, en el contexto contemporáneo, que cuando se hacen declaraciones restrictivas del discurso: Para ti es simple de un modo, pero para mí, es simple de otro modo. Lo que se está perdiendo aquí es la comprensión de lo que significa aprender, cambiar para mejor, pensar y repensar, reconocer y seguir valores humanos generales y valores de conceptos generales en la vida, que una vez perdidos, se convierten en la fuente de diversos malentendidos, desde los interpersonales a los grupales, e incluso a las agitaciones estatales o interestatales.

¿Qué tiene que ver esta relativización con la corrección política? La introducción de la corrección política como contribución estimable a la lucha por la libertad es totalmente errónea, inoportuna para la humanidad, y está desarrollándose absolutamente en el nivel del discurso. La corrección política es ciertamente más útil para aquellos que tienen la intención de esclavizar la mente humana, de socavar los caminos de vida y pensamiento obtenidos biológicamente, e imponer algunos otros en su lugar.  La corrección política es también útil para los propósitos tanto pequeños como grandes, como la creación de argumentos retóricos, manipulando a algunos, o incluso obteniendo el poder político en un periodo muy corto de tiempo. Ahí están las razones de por qué los que proponen este modelo necesitan la relativización, pues en el lugar de un sistema de valores coherente, existe solamente uno superficial, uno basado en una incapacidad de proyectar sus intereses a largo plazo más allá de las necesidades inmediatas o derivadas del ego, cínicamente disfrazadas como preocupación genuina por los otros. Ellos encuentran que esto es concluyentemente más seguro relativizarlo todo y dedicarse al oportunismo.

La corrección política no está relacionada con el progreso o desarrollo humano, ciertamente es innatural, que llega con el desarrollo de lenguaje específico o su jerga. La corrección política es un valor impuesto, uno logrado exclusivamente mediante la dotación de dinero para promoverlo, que les habilita para imponer estos valores sospechosos, para hacer que la humanidad se distraiga del desarrollo natural (del que nadie puede escapar), para favorecer a ciertos grupos y oprimir a otros, en última instancia, para separar y atomizar a las gentes unas de otras. Pero al mismo tiempo, debe ser creada la apariencia de que hay una lucha para cuidar de los otros, por la igualdad, la fraternidad y todas las demás frases con carga política que de hecho pierden sus valiosos significados en el proceso de la deconstrucción textual.

La exploración de algunos ejemplos concretos en esta encarnación contemporánea, nos permitirá arrojar un poco de luz sobre el tema. El tema de “la vergüenza obesa” versus “aceptación obesa”, es uno de los nuevos horizontes que salen de la ideología de la “corrección política”. Cuando una persona está gorda, ¿por qué no es políticamente correcto decirles que están gordos, y tratar de ayudarlos? La obesidad es una cuestión de salud, y no un tema de “aceptación”. El otro nuevo vector se relaciona con los desaventajados. Si alguien no puede caminar y está en silla de ruedas, ¿por qué ya no es políticamente correcto denominar a esta gente como discapacitados físicos, sino que se impone que ellos tienes necesidades especiales o son gente “capacitada de manera diferente”? ¿No es este neologismo incluso más abusivo? Lo que los psicólogos generalmente acuerdan sobre esto es que, lo que la gente necesita es ser tratada tan normal como sea posible, como adultos, no reducirlos como cuerpos delicados de un colectivo que da lástima.

Estos ejemplos son ilustrativos de la hipocresía y la falsedad de la corrección política. Aparte de su falsedad, está la presión hecha por aquellos que hacen lobby por la corrección política, que son peores que la censura tradicional, o incluso que la propaganda racista, y sus efectos son peores que cualquier tipo de insulto que pueda lanzarle.

Censura disfrazada

También es necesario dirigirse al origen histórico de la corrección política. Data de los debates y discusiones dentro de extremistas políticos, su jerga y política son una permutación de inauténtica actividad democrática. Empezó como producto del estalinismo en el partido comunista, y fue una herramienta usada contra aquellos que cruzaban la línea permitida del pensamiento ideológico. Continuó en los inauténticos debates políticos democráticos en los EEUU tras la segunda guerra mundial, donde se volvió más que obvio, que la prosecución de esta agenda no tiene nada que ver con el logro social. El objetivo apuntado era que la gente deba tratarse normal y mutuamente con igualdad, sin importar las diferencias que existieran entre ellos. Pero el intencionado producto, en vez de esto, está más relacionado con la locura política, el extremismo disfrazado, y quizás incluso alguna cantidad de inestabilidad psicológica entre los individuos o grupos que lo promueven.

Si el término de corrección política contiene la sugerencia de la ortodoxia estalinista en la URSS, y las campañas sociales, políticas y mediáticas orquestadas en los EEUU tras la segunda guerra mundial, para ayudar a transferir poder desde las instituciones gubernamentales oficiales a las instituciones no-gubernamentales y no oficiales, ¿cómo llegó a pasar que la corrección política puede verse creíblemente como una preocupación genuina por la libertad y la igualdad? Es más una máscara para la censura no oficial, o más precisamente, un intento de control de los miembros de la sociedad en una manera disfrazada a través del lenguaje diario, con el objetivo de modelar las mentes. Apunta a tomar la apariencia de una lucha por la libertad de cada individuo único en La Tierra, sin importar cuáles son los puntos de vista políticos, religiosos, sexuales o de cualquier tipo en cualquier individuo. Sino que también significa que grupos o individuos despreciables pueden reclamar el derecho a existir y actuar abiertamente.

Como el tiempo pasa, y la corrección política está siendo impuesta obligatoriamente, parece que algo está terriblemente mal. Diversos grupos minoritarios empezaron a empujar a la mayoría, lo que es un ejemplo muy ilustrativo de cómo funciona todo el mundo. Prosigue como si nunca hubiera existido gente homosexual antes, como si nunca hubieran existido religiones alternativas antes,  como si nunca antes hubieran existido actitudes políticas extrañas, como si las mujeres hubieran estado encadenadas en mazmorras durante siglos.

En la era en que hombres prácticamente desnudos deambulan por las calles de Estocolmo (Suecia), en un grupo de esclavos, mientras lloran confusos los niños de las guarderías que caminan junto a estos, algunos otros grupos todavía están llamando a la prohibición de algunos libros, o legalizar el acto sexual con animales. Lo que destaca especialmente, es sin embargo las prácticas pedófilas de los grupos más distinguidos en el poder. ¿Cuál es lo políticamente correcto sobre esto?

En una era cuando el público general en los EEUU está obsesionado con una celebridad que cambia su género, y cuando la brutalidad policial alcanza el nivel de enfermedad social, especialmente hacia la gente negra. Sin embargo los trabajos de Mark Twain, efectivamente críticos del actual racismo, están censurados a causa del uso preciso de la palabra “nigger” (negro). La mayoría de la gente, que todavía tiene algún tipo de moralidad y valores de vida, como la empatía y el sentido común, no se les pregunta si ellos lo aprueban o están de acuerdo. Mientras que se aprueban los experimentos de cambio de género sobre la gente, el resto de las personas en los EEUU comen comida basura, y cada vez más se parecen a personajes ficticios como “Jabba the Hutt”, de Star Wars, más que parecerse a seres humanos. Lo que también puede tratarse como experimentos sobre la vida de los humanos. ¿Cuál es lo políticamente correcto sobre esto?

En una era cuando solamente parece que la corrección política protege a todo el mundo y la libertad es reivindicada por todos, la comunidad internacional permite que Israel asesine al pueblo palestino en el territorio del Estado de Palestina, tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza. A Israel se le permite que no levante el asedio de Gaza, a Israel se le permite usar campañas mediáticas de falsa bandera, y operaciones militares de falsa bandera para empezar guerras y matanzas vergonzosas en el estado ocupado de Palestina. Israel trae a ciudadanos extranjeros, judíos y conversos – colonos ilegales, que ni siquiera hablan hebreo, fanáticos religiosos de derechas desde todas partes del mundo para vivir en la tierra de otro pueblo y actuar como ciudadanos israelíes. Pero al pueblo indígena del estado de Palestina no se le permite ahí que viva libremente, con sus propiedades privadas o estatales –ellos son expulsados y rechazados del derecho a regresar- todo esto está a la vista de la comunidad internacional.

Israel destruye la cultura beduina incluso después de ser advertidos por la comunidad internacional. Los asentamientos que Israel construye en suelo palestino son ilegales a ojos del derecho internacional. Israel normalmente usa las conversaciones de paz para distraer la atención de la construcción de más asentamientos ilegales mientras las conversaciones están en marcha. Pero, para cualquiera que denuncie la vergonzosa violencia hacia el estado de Palestina y sus ciudadanos,  Israel invoca el argumento del antisemitismo y el holocausto. ¿Cuál es lo políticamente correcto en este falso argumento? ¿Es el holocausto y el antisemitismo el único argumento, falso por cierto, que Israel es capaz de agitar para justificar sus crímenes durante 70 años? Han pasado 70 años desde el fin del holocausto y casi un siglo desde el principio de la ocupación abierta y apoyada, y la violencia total hacia el estado de Palestina y sus ciudadanos en su propio suelo. El deporte favorito de los soldados israelíes en años recientes es asesinar a niños palestinos. Las fuerzas de ocupación israelíes también tienen permitido entrar en los lugares religiosos musulmanes y cristianos con armamento pesado. ¿Cuál es lo políticamente correcto sobre esto?

Tribus indígenas africanas son eliminadas y, de nuevo, el falso argumento es usado como cobertura – la preocupación humanitaria por el pueblo. Los recursos naturales son robados, los modos de vida de los pueblos son forzados a cambiar bajo el falso argumento de cuidar de ellos. Los gobiernos son cambiados por la fuerza, se imponen las costumbres de una sociedad extranjera, se provocan guerras civiles, la gente se la abandona en hambrunas. Lo mismo ocurrió a los aborígenes en Australia, las tribus nativas en norte y sur de América Afortunadamente, hay todavía partes del mundo que aún están sanas. Tienen éxito en mantener vivas la humanidad y sus culturas, tanto como es posible, en la era de la ira. El paradigma dominante está aliado generalmente en torno a la ignorancia, superficialidad y cobardía; un paradigma que pone valor en las grandes sumas de dinero sobre todo lo demás. Esto es el sangriento dinero extranjero, en su mayoría originado del denominado como mundo desarrollado. ¿Cuál es lo políticamente correcto sobre esto?

Durante las últimas décadas pasadas, la comunidad internacional ha estado produciendo una nueva zona de guerra silenciosa en los Balcanes, mediante las fragmentaciones y divisiones, por las guerras civiles y el bombardeo de la OTAN, con la ayuda de los políticos locales sobornados, cuyas posiciones políticas varían desde el nacionalismo extremo hasta el capitalismo occidental destructivo y salvaje, dependiendo de lo que les fuera ordenado ser por sus grandes jefes del denominado mundo desarrollado. ¿Cuál es lo políticamente correcto sobre esto?

Cuál es el propósito de la Unesco, si Bagdad, Trípoli, Damasco, Kabul y otros lugares ancestrales del desarrollo y herencia cultural están en ruinas? ¿Cuál es el propósito de la ONU si los Estados Unidos de América encabezan guerras, tanto con intermediarios como directamente, por todo el mundo? ¿Cuál es el propósito de las misiones de paz internacional de la ONu si no pueden actuar en consonancia con el derecho internacional y mantener la paz? ¿Cuál es el propósito de cualquier servicio policial estatal si está militarizado, y es más un peligro que una protección para la gente que paga los impuestos y con ello se pagan sus salarios? Y, ¿Cuál es lo políticamente correcto en todo esto?

Pero, incluso si los países del denominado mundo desarrollado lo hacen posible, bajo cualquier falso argumento, eliminan las culturas materiales que fueron el suelo fértil del desarrollo para muchas otras culturas, o roban los artefactos de aquellas culturas destruidas para traerlos a los museos del mundo desarrollado, sin embargo no es posible eliminar a la gente sana y con sentido común. Por tanto se acaba a través de la manipulación y por la implementación de herramientas para construir dobles estándares y la disolución de la conciencia natural humana. Pero más pronto o más tarde, el sentido común aparecerá de nuevo, porque es una característica natural. Cuando la naturaleza está separada de la existencia a través de mecanismos regulares, encuentra algún otro medio para combatir la enfermedad, porque la naturaleza es un mecanismo que se auto-regula, que las nuevas ciencias aplicadas intentan copiar con maquinaria pero fracasan y producen quimeras.

Hay muchos ejemplos de dobles estándares éticos en estos días: Gente trabajando para la industria militar, pero en su tiempo libre son activistas para alguna causa justa; gente trabajando para la industria farmacéutica, vendiendo veneno a montones, pero luego luchan por comida orgánica y saludable en su tiempo libre; gente dedicada a la competición deportiva, pero asegurando sus victorias por el dopaje; gente viviendo en la naturaleza, pero tala árboles sin plantar otros; falsos artistas que crean a través de la reunión de trabajos de otros artistas reconocidos (estilo copia-pega) y lo presentan como suyo propio.

La corrección política está apoyada por funcionarios con poder judicial que usan indebidamente el sistema judicial, por grupos armados cuyo poder se basa en ser máquinas de matar, y científicos que empuñan su experiencia para nefastos fines. Otra importante herramienta de censura disfrazada es la publicidad que usa arte falso. La industria de la publicidad es una industria de falsos valores, que produce una degradación de la capacidad cognitiva entre sus consumidores, y crea dobles estándares para cubrir el uso indebido de las plataformas judiciales, militares y científicas. Los falsos artistas que trabajan para las desgraciadas compañías de publicidad no son suficientemente buenos para ser reconocidos como artistas genuinos y creativos de algún tipo. Los inversores saben que, como son también individuos cobardes que necesitan la maquinaria de propaganda tanto para su reconocimiento y fama personal, como pública, tienen que llenar en algunas voluntades el nivel psicológico. Esto es como ellos forman una alianza de los cobardes, frustrados e ignorantes, para hacerse a sí mismos importantes y usar el poder obtenido en maneras despreciables, y después presentar todo lo demás. Ellos disuelven los valores verdaderos e imponen otros falsos, disfrazados en los anuncios de diversos productos y servicios, producen mundos de felicidad virtual con una guerra relámpago de manipulación audiovisual. Desde la perspectiva del lenguaje, aunque son políticamente correctos, son analfabetos al mismo tiempo. El contenido superficial y vacío de los anuncios está en completo acuerdo con la falsedad y censura disfrazada como corrección política.

El objetivo es el mismo: La implementación de una ideocracia. Los anuncios son un buen ejemplo metafórico de cómo trabaja la corrección política: La actividad de la gente pagada y cognitivamente defectuosa, para la para la producción de más defectuosos cognitivos. Destacan engañosamente a través de frases sin sentido lingüístico, normalmente en contradicción con el contenido de las imágenes, para provocar trucos en la mente. Los “mega-éxitos” de la industria musical están en ese tono similar, presentados como algo cargado de significado y más grande que la vida. Significa que apelan al individuo, para que ellos se sientan especiales, mientras su objetivo real es causar miedo, que uno nunca pueda lograr la grandeza vista en el anuncio; puede destruir al mismo individuo física, mental, emocional o moralmente. Esto es especialmente así, sí el individuo es inestable, experimenta estrés, o es una persona sin integridad. Significa disolver la estructura de valores humanos, desarrollada por humanos sanos e inteligentes en su entorno natural y socio-natural, para robotizar y devaluar la vida humana, todo para imponer un estándar de vida inestable, plástico, fácilmente remplazable e inhumano. Semejante vida humana devaluada sería cambiada según las necesidades oportunistas de la alianza de los cobardes del cambio, asistidos por aquellos que permitieron ser poseídos y dirigidos por un miedo embalado de forma amable y políticamente correcta.