La economía rusa repele los ataques occidentales

29.12.2016

La economía rusa fue capaz de hacer frente, con confianza, a la feroz guerra económica realizada por las potencias imperialistas marítimas geopolíticamente atlantistas en 2014 después de que las naciones occidentales impusieran una serie de sanciones económicas contra Rusia para debilitar el mercado ruso y privarlo de la tecnología necesaria y los factores necesarios en el ciclo económico. Esto también fue hecho al abrir el frente de los precios del petróleo contra Moscú e incrementar el suministro de petróleo, que es una fuente importante de ingresos para las arcas rusas. Los precios del petróleo cayeron por debajo del nivel normal.

Los países occidentales impusieron un paquete de sanciones contra Rusia en 2014 después de que la crisis ucraniana fuera levantada, Crimea regresara a Rusia, y debido a la posición rusa en la crisis siria y su apoyo al ejército sirio. No obstante, el acuerdo prudente y equilibrado llevado a cabo por Rusia con estas sanciones y con la guerra del precio del petróleo llevó a la absorción de la conmoción por el impacto negativo de los procedimientos anti-rusos, y transformó el descenso del valor de la moneda (rublo) en un impacto positivo en algunos puntos, tal como conducir a un descenso en el coste relativo de los productos rusos, de ese modo incrementándose la demanda doméstica y quebrando la recesión económica. También, el descenso en las importaciones desde el extranjero ha jugado un papel marcado en el freno del éxodo de moneda extranjera desde el mercado ruso.

Rusia está considerada como un país industrial avanzado que tiene cierta tecnología que puede capacitarla para lograr estabilidad no solamente en el proceso de producción, sino también en la exportación de diferentes productos industriales.

Esta fuerte potencia tecnológica rusa está respaldada por la fuerte posición militar y geopolítica de Rusia en la arena internacional. Esta posición contribuyó a repeler el ataque económico por las potencias transatlánticas contra Rusia, que ha recalcado que no puede haber ninguna dominación de imperialismo en el mercado internacional.

El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró en su reciente discurso el pasado septiembre [2016] durante la sesión de apertura de la cumbre del G-20, que Rusia ha mantenido el tamaño de sus reservas con una disminución en las fugas de capital por cinco veces este año comparado con el pasado año. Destacó en su discurso que “muchos de los líderes mundiales subrayaron los problemas y dificultades a los que se está enfrentando el mundo. Sin embargo, se apuntó que a día de hoy el crecimiento económico es lento, pero positivo”. Putin dijo: “La inflación ha caído dos veces… el déficit del presupuesto es del 2,6%... hemos mantenido una baja tasa del desempleo hasta el nivel del 5,7%... hemos mantenido un bajo nivel de deuda externa al 12% solamente”.

Añadió que Rusia ahora está realizando algunas reformas y hay crecimiento en la esfera de la producción industrial y otros indicadores.

Durante el fórum de negocios entre Rusia y Singapur, el primer viceministro ruso, Igor Shuvalov, declaró el 25 de noviembre que la economía rusa había superado su calvario. Shuvalov dijo: “Estamos seguros de que el escenario de mayor dificultad en la economía rusa está ahora detrás de nosotros… hemos pasado un tiempo dificultoso desde el primer trimestre de 2015, o podemos decir desde el último trimestre de 2014”.

El ministro ruso de agricultura dijo durante un comité del Consejo de la Federación Rusa de Agricultura el martes 15 de noviembre: “La estructura de exportaciones e importaciones a día de hoy es la siguiente: Importamos productos en 2016 por valor de unos 15.000 millones de dólares frente a 40.000 millones de dólares hace tres años, mientras que las exportaciones ascendieron a 10.000 millones de dólares. Postulo que para fin de año, las exportaciones alcanzarán los 15.000 millones de dólares, comparadas a unas importaciones de 20.000 millones de dólares”. Tkachov añadió que las exportaciones de grano en el año actual ascenderán a 35-40 millones de toneladas. Las exportaciones del sector de exportación de grano se han disparado durante los dos últimos años gracias al descenso en el ratio de cambio monetario de Rusia frente al dólar, que se añade a su competitividad en el mercado global.

Rusia no es un país únicamente dependiente del petróleo y el gas. Rusia es conocida por sus industrias pesadas que manejan una infraestructura enorme y avanzada.

Rusia, de manera significativa, ha sofisticado y ha hecho prosperar las industrias militar y aeroespacial además de la industria de trenes, ferrocarriles, y maquinaria.

Moscú está considerado como uno de los centros financieros más importantes en el mundo. También, Rusia tiene diversidad agrícola. En 2016 y por segundo año, Rusia está encabezando la lista de los exportadores globales de trigo, sobrepasando a Canadá y los Estados Unidos. Egipto y Turquía están considerados como los compradores principales del trigo ruso.

Si Rusia continúa persiguiendo su política de reforma económica que apunta a lograr la ventaja competitiva y la producción masiva, además de beneficiarse de la energía tecnológica y la experiencia potencial, y se aprovecha del cambio actual en las circunstancias internacionales en favor del pivote euroasiático y la formación de la alianza económica BRICS, entonces podemos ser testigos en los años venideros, no solamente de la multipolaridad geopolítica global, sino también de la “multipolaridad económica global”.