Hillary Clinton, el FBI y la verdadera sorpresa de noviembre
"Por malo que sea, la gente por encima del Presidente toma las decisiones. Puede que hayan decidido sobre Trump. Estas cosas no suceden por accidente."
Así habló un empresario y promotor de alto nivel de Estados Unidos con tránsito seguro en los enrarecidos círculos relacionados con los Maestros del Universo, en medio del completo caos político provocado por la última bomba del jefe del FBI, James Comey.
Está virtualmente establecido que la Fiscal General de los Estados Unidos, Loretta Lynch, le dijo a Comey que no publicara su carta al Congreso. Pero Comey lo hizo de todos modos. Si no lo hubiera hecho, y un escándalo surgiera – inevitablemente - después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Lynch estaría perfectamente posicionada para negar que sabía algo, y Comey estaría en la línea de fuego.
Lynch es un activo certificado de la maquinaria Clinton. En 1999, el entonces presidente Bill Clinton la nombró para dirigir la oficina del fiscal de Brooklyn. Ella salió en 2002, tomando la puerta giratoria de la práctica privada. Volvió a la oficina de Brooklyn en 2010, a instancias de Obama. Cinco años más tarde se convirtió en la 83ª Fiscal General de los Estados Unidos, reemplazando a Eric Holder.
Un hecho plausible es que Comey tomó su fatídica decisión a raíz de una seria revuelta interna en el FBI - dirigida por gente clave en la que confía - además de ser azuzado por su esposa.
Sin embargo, una de las preguntas clave que se niegan a desaparecer es por qué el FBI esperó hasta 11 días antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, para supuestamente "encontrar" un mensaje de correo electrónico oculto en el portátil del certificado pervertido emisor de mensajes sexuales, Anthony Weiner.
¿Un trato con Donald?
La fuente empresarial, aunque no simpatiza con la maquinaria de Clinton, especialmente en política exterior, es un practicante de la realpolitik, no un teórico de la conspiración. Él es inflexible en que, "la marcha atrás del FBI no podría haber ocurrido sin las órdenes por encima del Presidente. Si los Maestros [del Universo] han cambiado de opinión, entonces destruirán a Hillary".
Añade, "pueden hacer un trato con Donald como con cualquier otro; Donald gana; los Maestros ganan; la gente piensa que su voz ha sido escuchada. Y entonces habrá algún tipo de cambio (controlado)".
Lo que es primordial en toda la telenovela es que la fe en el sistema político de Estados Unidos, por corrupto que sea, debe perdurar. Eso refleja la fe en el dólar estadounidense; si la confianza en el dólar de EE.UU. falla, los EE.UU. no serán más un poder financiero hegemónico.
La fuente es igualmente inflexible en que, "es casi sin precedentes ver un encubrimiento tan extenso como el de Hillary. Una reunión secreta entre Bill Clinton y el Fiscal General; el FBI ignorando todas las pruebas e inicialmente retirando a Hillary hasta cerca de la rebelión de todo el FBI, atestiguada por Rudolf Giuliani, cuya reputación como fiscal federal es incuestionable; la fundación de "pagar por jugar" de Clinton. Los Maestros están preocupados por que esto se les esté yendo de las manos".
El historial muestra que "los Maestros no suelen tener que ir a tales latitudes para proteger lo suyo. Lograron salvar a Bill Clinton del perjurio de Monica Lewinsky y mantenerlo en la presidencia. Los Maestros no fueron atacados en este caso. Incluso se escaparon con el colapso de la liquidación en efectivo de 1987 y el robo que rodeaba la debacle de Lehman. En todos estos casos no había desafíos globales a su control abiertos al público por parte de Trump, como vemos ahora. Ellos fueron hostiles e insultaron al hombre equivocado".
Todos a bordo del tren Huma
Hillary Clinton no está en el centro de la sorprendente Sorpresa de Octubre de Comey; en realidad es la mujer que es su mano derecha y sucedáneo de "hija", Huma Abedin. Este temprano ensayo de enero sobre Huma Abedin contiene un montón de pepitas fuera y alrededor, algunas de ellas positivamente hacen levantar muchas cejas.
En el caso de que Hillary Clinton se convierta en el próximo presidente de los Estados Unidos (POTUS), Abedin, también conocida como la Princesa de Arabia Saudí, se convertirá probablemente en el jefe de personal de Hillary, el poder detrás de todas las operaciones de la Casa Blanca.
Es posible aquí un vistazo a la conexión FBI-Huma Abedin. Abedin obtuvo el permiso de seguridad Top Secret por primera vez en 2009, cuando Hillary nombró a su subdirector de personal para operaciones. Abedin dijo más tarde que "no recordaba" ser leída en ningún Programa de Acceso Especial (SAPs).
Es crucial recordar que uno de los correos electrónicos de Abedin fue huma@clintonemail.com. Traducción crucial: ella era la única auxiliar de alto nivel del Departamento de Estado, cuyos correos electrónicos estaban alojados en el famoso servidor de correo electrónico subterráneo de Clinton, que ella afirmaba que no sabía que existía hasta que se enteró de ello en las noticias.
Abedin juró bajo juramento en un juicio contra el Departamento de Estado llevado por Judicial Watch, que ella había entregado todas sus computadoras portátiles y teléfonos inteligentes que podían recibir correos electrónicos relevantes para la investigación del servidor de correo subterráneo.
Puede que no haya sido así. El ordenador portátil en el centro de la bomba de Comey fue compartido por Abedin y su marido Wiener antes de que se separaran. Si Abedin mintió, podría enfrentarse hasta a cinco años de cárcel por perjurio. Como si toda la saga ilegal del correo electrónico de mensajes sexuales no fuera lo suficientemente sórdida, el "clímax" ahora parece haberse convertido en un combate de lucha libre entre la antigua pareja, siendo el calabozo el gran "premio".
El FBI finalmente ha obtenido una orden judicial y ahora está buscando frenéticamente no menos de 650.000 correos electrónicos de Abedin que se encuentran en la computadora portátil de Wiener; el objetivo es determinar exactamente cuáles vinieron del servidor de correo subterráneo.
Como si esto no fuera lo suficientemente degradante, el FBI continúa conduciendo una investigación sobre la Fundación Clinton. Como dijo el ex Subdirector del FBI, Tom Fuentes, "el FBI tiene en marcha una intensa investigación sobre la Fundación Clinton... la investigación irá adelante como un caso unificado y coordinado, por lo que la investigación está en curso y Huma Abedin y su papel, y las actividades relativas a la Secretaría de Estado en la naturaleza de la fundación, y el posible "pagar por jugar", todavía se están mirando ahora".
Pase lo que pase hasta el día de las elecciones, los votantes estadounidenses tendrán que considerar el sorprendente hecho de que puedan elegir un próximo POTUS que sea objeto de una amplia investigación "ampliamente integrada" del FBI.
¿Un sistema podrido, manipulado?
Un antiguo fiscal federal de corrupción pública ofrece una toma plausible sobre la acción de Comey. En pocas palabras, los agentes del FBI que investigan los mensajes sexuales de Weiner -y son un grupo diferente de agentes que investigan el Emailgate- vieron evidencias de correos electrónicos del Departamento de Estado en su ordenador portátil. Comey sabía que necesitaba una orden de registro para peinar los correos electrónicos en el ordenador de Wiener. Así que se anticipó al - inevitable - bombo subsiguiente "enviando una vaga ... carta a the Hill [la colina: el Congreso, también nombre del periódico del Congreso N.d.T.]" que al final dejó a todos aún más confundidos.
Sin embargo, esa interpretación sólo puede rayar la superficie. Más y más profundamente, parece que la decisión de Comey fue precipitada realmente por la insurgencia de los altos agentes del FBI, hartos de la "extrema negligencia" en el encubrimiento de Hillary. Tienen que tener algún material seguro sobre la maquinaria de Clinton (dinero en efectivo) que nunca vio la luz.
Comey podría haber esperado a decir algo después de las elecciones; después de todo el FBI mantiene que habían revisado todos los correos electrónicos de Clinton, incluyendo los eliminados, por no mencionar los correos electrónicos de Podesta. Así que los mensajes de correo electrónico en el portátil emisor de mensajes sexuales de Wiener pueden no ser más que un hangout limitado.
Una explicación mucho más plausible es que Comey tuvo que hacerlo no sólo debido a la rebelión interna del FBI (¿o porque tenía un impulso de eclipsar a WikiLeaks?). Tuvo que hacerlo porque la putrefacción va mucho más allá del tinglado del "pagar por jugar" de Clinton, e involucra virtualmente a todo el sistema, desde los profundos rincones de la administración Obama hasta la estafa del Partido de la Guerra, el Departamento de Justicia, la CIA y el propio FBI.
¿Que es lo siguiente? Prepararse para el impacto, bien pudiera ser la última sorpresa de noviembre.