Geopolítica de las mentiras
Normalmente, en todas las culturas la mentira es algo moralmente malo. Incluso según en qué circunstancia, mentir es un delito recogido en código penal. Hasta ahí todo parece contrario al uso de la mentira pero, ¿y si los que hacen las normas, si los más poderosos son los que más mienten? Efectivamente, sería uno de esos casos en los que quien manda, obliga a que la gente cumpla con lo que dicen y no con lo que hacen. ¿Hipocresía? Desde luego que sí. Pero hay un ámbito donde la mentira es el pan de cada día. Me refiero al ámbito de la geopolítica.
Pongámonos en vereda. ¿Por qué se miente en geopolítica? Por un lado mencionemos su origen y a continuación su uso. En primer lugar, el origen de las mentiras en geopolítica viene del ámbito militar: La guerra de la información y desinformación. Mentir para confundir al enemigo, para que no sepa qué escenario posible puede estar en marcha y conducir a la toma de decisiones erróneas, tanto tácticas como estratégicas.
Tomemos un ejemplo reciente, la (supuesta) retirada rusa de Siria que acaeció en marzo de 2016. El 14 de marzo fue anunciada la retirada del grueso de efectivos rusos de Siria porque ya habían completado su misión que empezó en septiembre de 2015. De repente, aluvión de críticas: Que los rusos huían, que eran unos cobardes, que dejaban tirados a los sirios, etc. Y sin embargo, a finales del mes de marzo ocurrió lo aparentemente inesperado, el Ejército Árabe Sirio (EAS), con el apoyo de aliados iraníes y libaneses, así como de las fuerzas rusas, retomaron la ciudad de Palmira. Por primera vez desde la aparición del Estado Islámico (EI), una ciudad importante que mantenían ocupada, les fue arrebatada. Y la aviación rusa participó activamente en los combates, incluso con la trágica muerte del soldado ruso Alexander Projorenko, quien al verse rodeado por los terroristas del EI, ordenó que la propia aviación rusa arrasara su ubicación para que ningún terrorista le capturase vivo. En abril de 2016, tropas rusas estuvieron ayudando en la limpieza de las bombas trampa en la ciudad. En mayo de 2016, los rusos llevaron a la orquesta del Teatro Marinskii de San Petersburgo para realizar un concierto en el teatro romano. Y desde entonces hasta ahora, las fuerzas rusas han combatido contra los grupos terroristas que asolan Siria. En definitiva, una cortina de humo para tapar una acción importante.
Se pueden nombrar muchos otros ejemplos, incluso podría hacerse un libro de anécdotas con los casos más famosos de mentiras, o su nombre técnico: Guerra de información y desinformación. En el ámbito militar es multifuncional, las mentiras pueden servir para descubrir el objetivo del rival, o para que no sepa dónde tiene que atacar para conseguir la victoria. Información falsa para crear una emboscada, o para producir inacción, y así llevar la iniciativa estratégica o táctica según el caso. De modo breve y según Von Clausewitz, la estrategia es el modo de ganar guerras y la táctica es el modo de ganar batallas.
¿Cuál es su aplicación en geopolítica? Decir todas las aplicaciones posibles es estar en lo cierto, pero también es ser demasiado abstracto. Concretamente, tiene aplicaciones políticas, económicas, sociales, militares, y culturales (cuanto menos), y pueden afectar a varios o a todos esos ámbitos al mismo tiempo. Pongamos ejemplos para ilustrarlo. En el ámbito político puede ser una campaña de los jefes políticos de un país para expandir su influencia económica y cultural en otros países, o crear una base militar. Por ejemplo, se pueden señalar más proyectos de los que realmente se harán para que los rivales tengan que abarcar más objetivos que defender, y por tanto, gasten menos por cada objetivo. Cultural en cuanto a la creación de institutos para enseñar la lengua y cultura de un país en otros y con ello fomentar mejores relaciones, dando la apariencia o no, de que se quiere ir más allá de un intercambio cultural. Militares en cuanto a posicionar elementos militares propios que den cobertura a otros proyectos mientras se alude sistemáticamente a una justificación que nada tiene que ver con la realidad (por ejemplo, la base militar estadounidense en Kosovo que está hecha para mantener a ese territorio separado de Serbia), o bien la financiación de grupos armados en otros países (que puede negarse o alabarse según el caso). También puede ser social y muy relacionado con lo económico, en el tema de la exportación de modos de vida concretos, que se vociferan como libertades pero en realidad tiene objetivos turbios de fondo. Todo ello pueden ser acciones para recabar información del rival o posibles rivales, o bien pueden ser para confundir a ese rival o posibles rivales y llevarles a que realicen acciones rápidas e inefectivas para contrarrestar la información que acaban de conocer.
De manera breve, creo que se ha delineado la utilidad básica de la mentira en la geopolítica. Su origen en el ámbito militar para crear confusión y llevar al enemigo por el camino de las acciones desventajosas, se aplica del mismo modo en la geopolítica, donde los dirigentes políticos y su servicio diplomático actúan para crear la impresión o no, de estar llevando a cabo una acción determinada, o incluso filtrando información inexacta o incorrecta al espionaje enemigo para que actúen en un sentido y acaben dándose contra una emboscada o simplemente les haga perder tiempo y recursos.
Ahora bien, quizá se pregunten, ¿es moral el uso de las mentiras en el ámbito geopolítico? Tal vez suene muy a Maquiavelo, pero, ¿si el enemigo tiene un arma con la que vencerte, por qué no vas a usarla tú también? Algunos pueden pensar que si empiezas a mentir, entonces nunca pararás y al final todo será una red de mentiras donde será imposible saber en qué lugar está la verdad. Pero también la geopolítica tal y como existe a día de hoy, es conflicto, es agresión y defensa, es competencia, digo más, la geopolítica de hoy es supervivencia. Si se desprecia un arma de distracción masiva como es la mentira geopolítica, se puede perder mucho más que un cargo político. Uno puede verse invadido por las fuerzas de otro Estado o por las fuerzas terroristas que ese otro Estado haya financiado contra uno mismo, bajo una enorme manta de falsas acusaciones e invenciones de todo tipo para justificar esa acción hostil.
También esto puede llevar a otra reflexión. Sí los más poderosos del mundo viven tejiendo una inmensa red de mentiras, ¿por qué la población a la que gobiernan ha de ser honrada y no mentir jamás? ¿La mentira es un privilegio de unos pocos? Aunque también, todo este texto podría ser una información incorrecta… Todo depende de los hechos con que comparen lo que aquí han leído para saber si es mentira o verdad, que en geopolítica la mentira es una herramienta de uso común.