El Covid19, una oportunidad para España
El hombre es por naturaleza reacio a cualquier tipo de cambio. Somos animales de costumbres, la evolución a lo largo de miles de años nos ha hecho serlo, pero si hemos llegado hasta aquí, ha sido gracias a nuestra increíble capacidad de adaptación, que hizo posible al ser humano estar presente en todos los puntos del planeta, desde los áridos desiertos del Gobi o Kalahari, hasta la helada Siberia.
En un momento de desesperanza generalizada, en el que hay mucha gente pasándolo mal, en el que parece que todo se derrumba, podríamos dejarnos llevar por el pánico, pero también podemos conservar la calma y ver los retos venideros como una oportunidad. No tenemos poder para cambiar las circunstancias, pero si para tomar una determinada actitud ante ellas, y la actitud, lo es todo (o al menos, lo más importante).
NO HEMOS PASADO UNA GUERRA (AFORTUNADAMENTE)
Las circunstancias actuales podrían ser parecidas a las de un país arrasado por la guerra o una catástrofe natural. Pero afortunadamente, nuestros países siguen en pie, no estamos en la Alemania arrasada de mayo de 1945. Más bien estamos en un entorno similar al de Japón tras sufrir el Tsunami de 2011, que obviamente causó un grandísimo impacto económico, pero en el que las principales infraestructuras del país no se vaporizaron.
Es decir, seguimos teniendo el inmenso potencial productivo como país que teníamos a principios de año, pero con entorno que ha cambiado completamente, y que nos obliga a realizar cambios y adoptar decisiones que en un entorno normal hubieran tardado años en implementarse.
LA OPORTUNIDAD DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES
Estamos en un momento en el que la caída de los precios energéticos y de las materias primas, nos pueden permitir acometer grandes proyectos con un coste muchísimo menor al que hubiésemos tenido en condiciones pre-COVID19. Todo esto nos permitirá tener energía verde, y sobre todo barata, condición fundamental para el sistema productivo.
En primer lugar, y sin ayuda del exterior, tenemos la oportunidad de realizar la adaptación definitiva del modelo turístico vigente, hacia un modelo de mayor valor añadido, integrando las energías verdes, y la arquitectura sostenible, con el horizonte de reducir la huella ecológica y energética a cero. Este modelo conllevaría el desarrollo capilar de múltiples proyectos de generación distribuida a lo largo y ancho del país, que se basaría en una multitud de pequeñas inversiones de retorno rápido, que nos dotaría de un elemento diferenciador turístico a nivel mundial, acorde y en conjunción, con las medidas de protección social que tendremos que adoptar como ante el COVID19.
En segundo lugar, y en un contexto europeo, ya sea mediante un plan conjunto de inversiones, o simplemente mediante medidas coordinadas, la Unión Europea puede dar un vuelco a la dependencia de las energías de origen fósil y nuclear, utilizando todo el potencial de generación nativa y autóctono que poseemos. No podemos olvidar, que además de mejorar nuestro entorno, las energías renovables se basan en tecnologías y proyectos de proximidad, que contribuyen a mejorar enormemente tanto la seguridad de suministro, como (y quizás lo más importante) nuestro Déficit Comercial y nuestra Balanza de Pagos a nivel macroeconómico.
LA OPORTUNIDAD DE LOS RECURSOS HUMANOS
En nuestro país teníamos una excepcionalidad que no comparten la mayoría de los países europeos de nuestro entorno, y que es el (absurdo) presentismo laboral, basado en interminables jornadas laborales poco productivas.
El teletrabajo ha venido para quedarse, y se ha mostrado como algo mutuamente beneficioso para el trabajador y para la empresa. Ya que como sociedad hemos realizado este importantísimo y valioso hallazgo, tenemos que replantearnos organizativamente de arriba abajo nuestro obsoleto modelo de estructura laboral, y adoptar rápidamente este nuevo modelo que nos permite conciliar la vida laboral y profesional, mejorar la eficiencia, y un gran ahorro tanto en términos económicos como energéticos.
Además, con varios responsables de Recursos Humanos, me sorprende la rapidez con la que a nivel empresarial se está ya pensando como mantener, pero sobro todo incentivar, la salud de los trabajadores, mediante el fomento de una vida activa y sana, en la que el deporte y la dieta mediterránea (nuestro legado inmaterial más importante a nivel mundial) tengan la consideración de elementos estratégicos.
LA OPORTUNIDAD DE LAS PERSONAS
Y es que, como decía el economista alemán Schumacher, “lo pequeño es hermoso”, y sin duda alguna, en estos días de confinamiento hemos aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida: del canto de los mirlos y los gorriones en nuestras ciudades, de ver la primavera desde nuestras ventanas, de la compañía de nuestra familia y seres queridos más cercanos, para los que muchas veces no teníamos tiempo debido a lo ajetreado de nuestras apretadas agendas. Pero sobre todo, algo que caracteriza al pueblo español, y que siempre aflora en momentos de crisis: su enorme solidaridad.
Desde el primer momento, no solo los profesionales, si no también miles de voluntarios, han estado dedicando su tiempo y dinero, a trabajar más allá de su deber, coser mascarillas y materiales médicos, repartir alimentos, realizar la compra de personas mayores, y un sinfín de actividades destinadas a ayudar a paliar los efectos de esta crisis.
Nos hemos dado cuenta, que solo saldremos de esta con la ayuda de todos, y precisamente por ello, podemos sacar lo mejor de nosotros, para construir un futuro mejor. Como sociedad, hoy se nos brinda la oportunidad de reinventar nuestra forma de vivir. Podemos centrar nuestros esfuerzos en eso, o en tratar de retomar el ritmo desenfrenado de crecimiento al que nos veíamos abocados en nuestro día a día.