El apoyo de Irán a la independencia de Ucrania
Los “expertos” de internet tratan activamente de incriminar al nuevo presidente iraní Pezeshkian de ser un antirruso. Y eso es peligroso. Al día de hoy Irán y Corea del Norte son los aliados más cercanos que tiene Rusia y han sido los países que han proporciona mayor cantidad de apoyo técnico a nuestro país (al igual que a la construcción de un mundo multipolar).
Sí, India y China, así como muchos países islámicos, incluida Turquía, prestan a Rusia un cierto apoyo económico y diplomático. También lo hacen algunos países de África y América Latina. Gracias a este apoyo – a veces más acentuado, a veces menos, a veces directo y a veces en la sombra – Rusia está haciendo frente a los retos que enfrenta para la creación de un Nuevo Orden Mundial.
El valor de todos los países que nos apoyan ayudándonos a resolver graves problemas tecnológicos, económicos y diplomáticos no tiene precio. Por lo tanto, hoy debemos ser especialmente cuidadosos a la hora de evaluar cualquiera de sus acciones. Y esto se aplica en primer lugar a la República Islámica de Irán.
Occidente cree que el nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, es un representante del ala “liberal-occidental”. Pero esto no es del todo cierto. Sí, puede que no sea un partidario rígido del chiismo político, pero actúa en el marco de los intereses de todo Irán. Si se desvía de ellos, el sistema político iraní puede hacer que el Rahbar (el Líder Espiritual Supremo de Irán, el Ayatolá Jamenei, según la Constitución) prive de sus poderes al presidente en cualquier momento.
En consecuencia, no hay que exagerar ni el “occidentalismo” de Pezeshkian ni su importancia dentro de la política iraní. Es, en gran medida, una figura pública, como lo son los presidentes de las repúblicas parlamentarias. En el caso de Irán, sin embargo, no estamos hablando de una república parlamentaria, sino de un sistema chiíta llamado wilayat al-faqih, en el que la supremacía pertenece al consejo espiritual y a su jefe, el ayatolá Jamenei, verdadero representante de la soberanía iraní. Y aunque Pezeshkian ha hablado efectivamente de reconocer la soberanía de Ucrania, esta no es más que la posición oficial de muchos países que apoyan a Rusia tanto de palabra como, lo que es más importante, de hecho.
Por eso debemos ser especialmente flexibles tras cada movimiento diplomático de China, Turquía y, más aún de nuestro aliado más cercano, Irán. Nuestro país se encuentra ahora en una situación muy difícil y cualquier generalización descuidada, cualquier invectiva contra nuestros aliados, cualquier interpretación exagerada o distorsionada de las declaraciones de ciertos dirigentes políticos de estos países puede acarrear consecuencias muy graves.
Por lo tanto, en mi opinión, deberíamos introducir una moratoria sobre las críticas a quienes son nuestros aliados más cercanos o incluso sobre fuerzas neutrales. La libertad de expresión debería restringirse no sólo a los partidarios directos de un mundo unipolar, sino también a los que expresan opiniones e ideas indirectas que pudieran tener un impacto negativo en las relaciones de Rusia con otros países. Incluso Dmitry Peskov ya ha admitido que tenemos censura y eso es lo que debe hacerse, especialmente en condiciones de guerra.
Occidente está bien informado sobre nuestros procesos internos y siempre está dispuesto a echar leña al fuego en cuanto se percata de alguna de nuestras desafortunadas declaraciones. Por ejemplo, las críticas que hacemos a Irán, Erdogan o China nuestros enemigos lo subrayan al instante, las convierten en tendencia y las transmiten a nuestros partidarios para que rompamos relaciones con ellos.
Se acabó el tiempo de los comentarios libres y de la cháchara sin sentido en las redes sociales. Cualquier experto ruso que tenga acceso a podios públicos y comente la situación internacional debe estar certificado en geopolítica. Si no cuenta con al menos esto, algo que lo acredite, sólo tendrá derecho a hablar de cosas mundanas que no causen daños estratégicos a nuestro país.
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera