Algunas sugerencias con respecto a las perspectivas de la Cuarta Teoría Política en Europa
Para llegar hasta la Cuarta Teoría Política, tenemos que comenzar desde tres puntos ideológicos.
Desde el liberalismo hasta la Cuarta Teoría Política: El camino más duro.
Proceder desde el liberalismo hasta la Cuarta Teoría Política es el camino más difícil, ya que ésta es lo contrario de todas las formas de liberalismo. El liberalismo es la esencia de la modernidad, pero la Cuarta Teoría Política considera la modernidad como un mal absoluto. El liberalismo, que tiene como tema principal el individuo, y todos los valores y programas que proceden de él, es visto como el enemigo. Para abrazar la Cuarta Teoría Política (4TP), un liberal debe negarse a sí mismo ideológicamente y rechazar el liberalismo y sus supuestos en su totalidad.
El liberal es un individualista. Es peligroso sólo cuando es una persona extrovertida ya que, al serlo, destruye su comunidad y los vínculos sociales con los que se relaciona. Siendo un liberal introvertido es menos peligroso, porque sólo destruye a sí mismo. Y esto es algo bueno: un liberal menos.
Pero hay un hecho interesante: la 4TP diverge de las versiones modernas de antiliberalismo (es decir, el socialismo y el fascismo) por proponer, no una crítica del individuo tal y como se ve desde el exterior, sino más bien su implosión. Esto significa, no dar un paso atrás hacia las formas pre-liberales de la sociedad, o un paso a los lados hacia los tipos no liberales de la modernidad, sino más bien un paso dentro de la naturaleza nihilista del individuo como construcción del liberalismo. Por lo tanto, el liberal descubre su camino hacia la 4TP cuando da un paso más allá y alcanza la autoafirmación como la única y última instancia del ser. Esta es la consecuencia final del solipsismo más radical, y puede conducir a una implosión del ego y a la aparición del Sí mismo real (que es también el objetivo de las prácticas asociadas con el Vedanta Advaita).
Nietzsche llamó a su Übermensch "el vencedor de Dios y de la nada." Con esto se refería a la superación de los viejos valores de la Tradición, pero también a la nada que viene en su lugar. El liberalismo ha logrado la superación de Dios y la victoria de la pura nada. Pero ésta es la medianoche antes de que rompa el alba. Así que dar un paso más en la medianoche del nihilismo europeo es, como un liberal que desea abandonar dicha identidad, más coherente con un destino occidental peculiarmente en declive (porque el propio Occidente en sí mismo no es nada hoy sino decadencia - más sobre esto más adelante). Detrás llega al horizonte de la 4TP.
La modernidad es ciertamente un fenómeno europeo. Pero el liberalismo como esencia de la modernidad no es tanto europeo como anglosajón y trans-europeo, específicamente norteamericano. Europa fue la etapa preliminar de la modernidad y, por lo tanto, Europa incluye dentro de sí las identidades socialista (comunista), así como también la fascista junto a la puramente liberal. Europa es la patria de las tres teorías políticas. Pero en Estados Unidos es donde sólo uno de ellas está muy arraigada y plenamente desarrollada. Así que a pesar de haber nacido en Europa, el liberalismo ha madurado en América. Europa y los EEUU son comparables a un padre y su hijo. El niño hereda sólo una de las posibilidades de su padre, aunque la más importante. Como resultado, el liberalismo en Europa es en parte autóctono y en parte impuesto por los Estados Unidos (reexportado). Esta es la razón por la cual los seguidores norteamericanos de la 4TP son tan importantes. Si logran superar el liberalismo en el Lejano Oeste, mostrarán el camino a seguir a los liberales europeos. Es algo parecido a la idea de Julius Evola del hombre diferenciado. Esta observación hace referencia a mi artículo sobre la 4TP en Europa y en concreto a mis dos últimas proposiciones respecto a cómo superar al individuo: por el método de la auto-trascendencia mediante un esfuerzo de la voluntad (un tipo de esfuerzo politeísta de voluntad pura), o a través de un encuentro existencial con la muerte y la soledad absoluta.
Por lo tanto, el camino desde el liberalismo hacia la 4TP en Europa pasa a través de Norteamérica y sus místicos interiores. Este es el tercer intento de dar sentido a Norteamérica: el primero fue el de Tocqueville, el segundo fue el de Jean Baudrillard. El tercero está reservado para el europeo que se acerca al Lejano Oeste en busca del misterio del liberalismo desde la perspectiva de la 4TP.
Desde el comunismo hasta la 4TP: de los críticos radicales a los críticos principales.
El camino desde la posición Comunista a la 4TP es mucho más fácil y más corto. Hay algunos puntos en común: en primer lugar, el rechazo radical del liberalismo, el capitalismo y el individualismo. Existe un enemigo común claro y definido. El problema es que el programa positivo del comunismo está profundamente arraigado en la modernidad y comparte muchas nociones típicamente modernas: la universalidad del progreso social, el tiempo lineal, la ciencia materialista, el ateísmo, el eurocentrismo, y así sucesivamente. La batalla del comunismo contra el capitalismo pertenece al pasado. Pero la 4TP es el principal antagonista ideológico del liberalismo en la actualidad. Así que un verdadero comunista puede llegar a ser atraído fácilmente por la 4TP, considerando sus aspectos anti-liberales.
Para dar este paso, hay que pasar de los críticos radicales de la modernidad, como Marx, a los principales críticos de la modernidad, como René Guénon, de acuerdo con la excelente formulación del autor francés René Alleau. Esto nos lleva a la relevancia del nacional bolchevismo. El nacional bolchevismo es una especie de hermenéutica que identifica las características cualitativas en la visión cuantitativa del socialismo. Para los marxistas ortodoxos, la sociedad se basa estrictamente en los principios de clase y la comunidad socialista se forma en todas partes de acuerdo con un modelo. Pero los nacional bolcheviques, después de haber analizado las experiencias soviética, alemana y china, han remarcado que, puesto en práctica, el marxismo puede ayudar a crear sociedades que tienen características claras de una cultura nacional y que poseen identidades específicas y únicas. A pesar de ser teóricamente internacionalista, las sociedades comunistas históricas eran nacionalistas con una fuerte presencia de aspectos tradicionales. Por lo tanto el socialismo, siendo un subproducto de la modernidad liberal, puede ser considerado como un tipo extremo y herético de premodernidad y una forma escatológica de religiosidad extática - siguiendo los ejemplos de los gnósticos, los cátaros, Bruno, Münzer y así sucesivamente. Esa fue también la opinión de Eric Voegelin, quien llamó a esto la inmanentización del eschaton (ésta es una noción herética, pero tradicional, sin embargo).
El camino hacia la 4TP para la izquierda europea pasa por los análisis históricos y geopolíticos de los nacional bolcheviques (Ernst Niekisch, Ernst Jünger y así sucesivamente). Excelente trabajo en este sentido ha sido el realizado por la Nueva Derecha europea y, especialmente, por Alain de Benoist.
Desde la Tercera Posición hasta la 4TP: el camino más corto pero problemático, sin embargo.
Desde la Tercera Posición europea a la 4TP hay sólo un paso, porque la 3TP y la 4TP comparten como puntos de partida comunes la Revolución Conservadora de la época de Weimar y el tradicionalismo. Pero ese paso no es fácil de dar. La 4TP es estrictamente anti-moderna, de hecho, contra-moderna. Pero la nación, que es tan querida por los representantes de la Tercera Posición, es esencialmente una noción moderna, como lo son los conceptos de Estado y de raza. La 4TP está en contra de todo tipo de universalismo cualquiera que sea, y rechaza cualquier tipo de eurocentrismo - tanto el liberal como el nacionalista.
Las tradiciones étnicas de los pueblos europeos son sagradas en sus raíces y forman parte de su patrimonio espiritual. Todavía la identidad étnica es algo muy diferente del Estado nacional como cuerpo político. La historia europea se basó siempre en la pluralidad de sus culturas y la unidad de sus autoridades espirituales. Ésta fue destruida, primero por la Reforma protestante y luego por la modernidad. La liquidación de la unidad espiritual de Europa fue parte del origen del nacionalismo europeo. Por lo tanto, la 4TP apoya la idea de un nuevo imperio europeo como un imperio tradicional con un fundamento espiritual, y con la coexistencia dialéctica de diversos grupos étnicos. En lugar de los Estados nacionales en Europa, un imperio sagrado - Indo-Europeo, Romano y Griego.
Esta es la línea divisoria entre la 4TP europea y la Tercera Posición: el rechazo de cualquier tipo de nacionalismo, chovinismo, eurocentrismo, universalismo, racismo o actitud xenófoba. Las pretensiones y hostilidades históricas entre los grupos étnicos europeos han existido. Esto se debe reconocer. Pero es irresponsable construir un programa político sobre esa base. Europa debe estar por la unidad geopolítica, junto con la preservación de la diversidad étnica y cultural de las diferentes etnias europeas.
La 4TP afirma que la geopolítica es el principal instrumento que puede utilizarse para comprender el mundo contemporáneo. Europa debería ser reconstruida como una potencia geopolítica independiente. Todos estos puntos coinciden con los principios fundamentales de la Nueva Derecha francesa y con el manifiesto del GRECE de Alain de Benoist. Por lo tanto, debemos considerar a la Nueva Derecha europea como una manifestación de la 4TP.
Aquí nos acercamos a la filosofía, fundamental, de Martin Heidegger, el pensador más importante para la 4TP. La 4TP adopta como sujeto principal la noción heideggeriana del Dasein [Ser-ahí]. Heidegger es el paso metafísico (fundamental-ontológico) desde la Tercera Posición hacia la Cuarta. La tarea es desarrollar la filosofía política implícita de Heidegger en una explícita, creando así como consecuencia una doctrina de política existencial.
Último punto. Europa es Occidente, y el declive es su esencia. Llegar al punto más bajo de su descenso (Niedergang) es el destino de Europa. Esto es profundamente trágico, y no es algo de lo que uno debería estar orgulloso. Así que la 4TP está a favor de una idea europea en la que Europa es entendida como una suerte de comunidad trágica (según Georges Bataille): una cultura que está en busca de sí misma en el corazón del infierno.