El nacionalismo liberal en contra de las comunidades orgánicas

21.04.2022

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

El poco original pensador liberal Francis Fukuyama público hace poco un artículo en el cual llamaba a los liberales a abandonar la causa de crear una “sociedad globalizada y por el contrario abrazar el nacionalismo” (entendido como nacionalismo cívico) (1).

Por supuesto, no nos extraña que Fukuyama defienda el “nacionalismo liberal”, pues desde el año 2000 viene diciendo que es necesario apoyar y cimentar la creación de estructuras modernas (“Estados nacionales”) por todo el planeta para que el liberalismo las use como una herramienta para destruir los restos de comunidades y tradiciones premodernas que aún sobreviven. El artículo básicamente dice lo siguiente: “Queremos crear un mundo sin Estados nacionales, pero como eso es todavía imposible lo mejor es que usemos a estos últimos para llevar a cabo tal objetivo”. También sostiene que “por desgracia la operación militar especial rusa en Ucrania demuestra que todavía no hemos creado un mundo post-histórico”.

Fukuyama es partidario de un nacionalismo cívico de corte jacobino que destruya todas las formas de comunidades y solidarias orgánicas, pues “las sociedades liberales no deben reconocer oficialmente los grupos basados en identidades fijas como la raza, la etnia o la tradición religiosa”. Solo por medio del “nacionalismo” es posible construir valores y actitudes uniformes compatibles con el liberalismo. Además, Fukuyama considera que el federalismo fortalece las “identidad étnicas y religiosas” premodernas.

Resulta extraño que Fukuyama considere que un ejemplo perfecto de “nacionalismo” liberal sea Ucrania, ya que “sus ciudadanos se han comprometido con la independencia y la ideología liberal y democrática, dejando claro que están dispuestos a luchar por ella hasta el último aliento. No obstante, no han sido capaces de construir un Estado que puedan llamar suyo”. Al parecer Fukuyama considera que los “Derechos Humanos” y la sociedad abierta de Karl Popper tienen al “batallón Azov” como su legítimo representante, llegando incluso a insinuar que el nacionalismo ucraniano es muy parecido al que defendieron los “padres fundadores” de los EEUU.

De todas formas, Fukuyama admite que en los Estados nacionales donde existen grupos étnicos y religiosos heterogéneos el federalismo puede resolver los conflictos de pueblos que “han ocupado un mismo territorio durante generaciones y tienen sus propias tradiciones culturales y lingüísticas”, pero “el federalismo requiere que se seda el poder a entidades subnacionales independientes”. Sin embargo, esta solución fue descartada por Ucrania.

Notas:

1. https://inosmi.ru/20220417/liberalizm-253821826.html