La destitución de la presidenta de Brasil, una vez más en la agenda

Aunque el presidente interino de la Cámara baja detuvo el procedimiento de juicio político a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el jefe del Senado brasileño, Renan Calheiros, dijo que es incompetente, y que el proceso continuará. La votación en el Senado Federal (cámara alta del Parlamento) se llevará a cabo hoy.

El riesgo para Rousseff

Si la acusación es apoyada por más de un 50% de los senadores, el jefe del Estado renunciará durante 180 días, durante los cuales el Senado examinará con mayor detenimiento y considerará el asunto. Durante este período, Michel Temer ejercerá las funciones presidenciales.

La posición del Presidente

Ayer, el abogado del presidente de Brasil, José Eduardo Cardozo, presentó una demanda en el Tribunal Supremo Federal para anular la decisión que inició el proceso de juicio político. En la demanda se indica que el presidente de la Cámara baja del Parlamento nacional, Eduardo Cunha, al considerar la solicitud de juicio político se excedió en sus facultades y actuó en su propio interés.

El golpe persistente

Este intento de eliminar a Rousseff del poder y desacreditar al Partido de los Trabajadores fue iniciado por los Estados Unidos, con la ayuda de grupos liberales locales que tienen una fuerte presencia en Brasil.

El proyecto de Washington pretende dividir la unidad de América Latina y designar a sus secuaces para los puestos clave en una serie de países. Anteriormente, la Casa Blanca llevó un nuevo presidente al poder en Argentina y organizó golpes contra los presidentes de Paraguay y Honduras.