Esta matanza puede ser considerada como una demostración de que el crisol de razas estadounidense ya no funciona. La contradicción entre los valores de la civilización post-cristiana de Occidente y la religiosidad residual de los inmigrantes de otras regiones del mundo, especialmente de los países islámicos, lleva a enfrentamientos. La ideología liberal de los derechos humanos, la tolerancia y el multiculturalismo, dominante en el Occidente moderno, apoya la migración masiva y la ruptura de las formas tradicionales de la identidad de género. Como resultado de la contradicción mencionada, la situación solamente se agrava, con lo que tales crímenes seguirán aumentando cada vez más.
El asesino no era solo un tirador loco, sino que trabajaba en la compañía militar británica privada G4S (en una de sus sucursales en los Estados Unidos), la compañía militar más grande del mundo, que está estrechamente relacionada con los servicios de inteligencia británicos y estadounidenses, y por lo tanto tenía acceso a diferentes armas. El FBI lo interrogó varias veces antes de cometer el ataque, la última vez una semana antes de la tragedia. Todas estas circunstancias hacen que sea plausible pensar en una provocación premeditada. El posible objetivo del atentado puede ser intensificar la presencia militar de Estados Unidos en el Oriente Medio bajo el pretexto de la "lucha contra el terrorismo".
La tragedia en Orlando sin duda será utilizada para la promoción de la ideología de género en todo el mundo. La prensa liberal está rodeando a los homosexuales fallecidos de un halo de mártires, que sufrieron por su compromiso con los valores de la civilización occidental moderna. Por lo tanto, los liberales ponen a su público y al resto del mundo frente una falsa elección: o bien la ideología de género, el "marxismo cultural" el ultraliberalismo y la sodomía, o el extremismo islámico y el terror.
