EE.UU. y su comparsa europea mantienen las sanciones contra Rusia
EE.UU. y la UE mantendrán sanciones contra Rusia
Los líderes occidentales, con Barack Obama a la cabeza, continuan con sus empeños para tratar de aislar a Rusia en el ámbito geopolítico y económico internacional con la aplicación de más sanciones.
El presidente en funciones de Estados Unidos (EE.UU.) Barack Obama y los líderes de la Unión Europea (UE) acordaron este viernes durante una cumbre celebrada en Berlín (Alemania) mantener las sanciones contra Rusia.
Mediante un comunicado emitido por la Casa Blanca, al término de la reunión y tras la partida de Obama de la capital alemana, los líderes consideraron que las medidas deben persistir hasta que se implementen los acuerdos de Minsk y se consiga un alto el fuego estable en el este de Ucrania.
El dato: Rusia y Occidente viven tensas relaciones diplomáticas debido a la crisis en Ucrania. A finales de julio de 2014, EE.UU. y la UE impusieron varios paquetes de sanciones unilaterales que afectan tanto a particulares como a empresas y sectores enteros de la economía rusa.
Por su parte, Rusia decidió mantener las sanciones contra los productores agropecuarios de Europa y elaboró una lista de más de 200 personas de la UE y EE.UU. para denegarles visados de entrada.
En este contexto, Rusia prevé aumentar las importaciones de productos alimentarios desde Ecuador, Chile, Brasil y Argentina luego que se prohibieran las importaciones desde occidente y los países que se sumaron a dichas sanciones económicas.
Desde Katehon un analista nos da su opinión:
Barack Obama aprovecha sus últimos días en la presidencia de los EE.UU. para continuar su política de agresión contra Rusia e intentar asegurarse de que la misma se extienda en el tiempo una vez Donald Trump tome el relevo y asuma el cargo.
Para ello ha vuelto a utilizar a los príncipales líderes europeos, que una vez más han vuelto a demostrar hasta qué punto están lejos de velar por los intereses de Europa y, en definitiva, cuáles son los intereses que defienden. A pesar del hecho de que las sanciones están dañando sobre todo a la economía de la Unión Europea, y de que existe una creciente oposición a las sanciones, no sólo por parte de entornos económicos y empresariales, sino entre la propia ciudadanía, la clase política europea da una muestra más de seguidismo, de falta de criterio propio y de absoluta dependencia ante intereses inconfesables de cara a la galeria.
Habrá que ver si el nuevo presidente Trump, que ha manifestado en reiteradas ocasiones su voluntad de reestablecer las buenas relaciones con Rusia, es capaz de revertir esta política dañina para los intereses generales, y si los líderes europeos persisten en su actitud autolesiva una vez que la presión norteamericana al respecto desaparezca si Trump da un golpe de timón y reorienta la política exterior de los EE.UU..