El Sur y la geopolítica (2ª parte)
II. Trasfondo histórico: Anglosajones y Vikingos
Ahora se necesitan hacer algunas clarificaciones adicionales sobre Inglaterra, América y los Anglosajones, que ayudarán en la comprensión del Sur como una civilización terrestre.
Parece que no son los anglosajones de Inglaterra o América quienes son principalmente culpados por moverse hacia el mundo unipolar superficial del dinero y los placeres. Esto debe situarse en los vikingos escandinavos, cuyas expediciones de saqueo y nuevos asentamientos dieron lugar a dos pueblos intensamente expansivos y militaristas, los normandos y los nuevo-ingleses. En todas estas tres formas uno ve el elemento “marino” con bastante claridad.
Tras un periodo en torno al año 900 estableciéndose en el área del norte de Francia (Normandía) ellos (los Vikingos) habían conquistado y se habían mezclado con algunos lugareños, conformando un nuevo pueblo, los normandos, inclinados hacia la conquista de tantas tierras como pudieran alcanzar: Sur de Italia, Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda, Levante, y otras.
Fue solamente tras la conquista de Inglaterra en 1066 en que Inglaterra parece tomar el carácter de un país expansivo, belicista y marino. Pero este no es el carácter de los nativos ingleses; es más bien el carácter de la clase gobernante post-invasión de los normandos.
Los anglosajones, los ingleses viejos, eran un pueblo de hogar, suelo, y costumbre. Maurice Hewlett en su largo poema “La canción del arado”, lo puso de esta manera: [Traducción aproximada].
Daneses y normandos y escoses,
Franceses, Brunswikeros, hijo tras padre,
Vienen y conquistan, se agitan y reinan,
Gobiernan, Cabalgan, se esfuerzan, envidian,
Discuten sus setenta años,
Matan, y roban, y se van; pero el campesino
Inglés inclina la orca y el mayal,
Y sirve al Santo Uso [es decir, la costumbre, la tradición -. W.G], y no se mueve,
Sino que mueve el surco y llena el cubo,
Lloviendo sudor no sea que la tierra se seque:
Ve a sus amos, y les da vivas
Con la mano a copete mientras que cabalgan-
Ellos comen lo que él hornea,
Ellos consideran que lo que debe comprar,
Ellos gastan lo que él hace,
Ellos son ricos por las fatigas de otros hombres;
Ellos son de la espada y él del rastrillo,
¡Los señores de la tierra, el hijo de la tierra!
. . .
¿No es su embargo, esta querida tierra,
Rica con su sangre, sudor y lágrimas?
Cálida, con su amor, rápida con su trabajo,
Donde los reyes y sus mayordomos van y vienen,
Y toman sus ganancias como tributo real,
¿Y le someten a tener un chelín o así?
Vienen, pasan, sus nombres se desvanecen;
Se inclina para arar, o maneja su azada;
¿Y para qué sirven a la tierra o a él?
Ellos perecerán, pero él aguantará
(Así dice la norma vieja y sombría),
Él los arrojará cual vestiduras;
Pero él es el mismo, su historia no contada;
Y los hijos de sus hijos deberán acostumbrarse.
La tierra en que fue comprado y vendido (II. 198-215, 330-44, páginas. 10-11,15).
Es más, el profesor J.R.R. Tolkien, profundamente familiarizado con las maneras de los viejos ingleses, muestra su carácter anti-normando y nada marino de dos modos: A través de la vida de los Rohirrim y la vida de los Hobbits en El Señor de los Anillos.
Un jinete viviendo en las colinas y planicies de Rohan, que ellos cuidaban y guardaban pero no intentaban agrandar por expediciones al extranjero, largamente unidos a su lugar y sin buscar otros, los Rohirrim son un dibujo de la vida del viejo inglés antes de la irrupción normanda (Higgens, Anglo-Saxon Community, p.61). En palabras de uno de los suyos, Eomer, de alta cuna, que le dijo a Aragorn,
…Sólo deseamos ser libres, y vivir como hemos vivido, manteniendo lo nuestro, y sin servir a señores extranjeros, buenos o malos (Tolkien, Las Dos Torres, p.433).
Y los Hobbits, “que amaban la paz y la quietud y el buen labrado de las tierras: Una campiña bien ordenada y bien cuidada era su querencia favorita” (Tolkien, La Comunidad del Anillo, p.1), que sospechan totalmente de cualquiera que vaya en barco (ibid, págs. 22-23) o quien fuera “de aventuras o hiciera algo inesperado” (Tolkien, El Hobbit, pág.4) son de igual manera un dibujo del inglés no-normando en los días de Tolkien (Higgens, Anglo-Saxon Community, págs. 147-150).
Claramente, algunos ingleses han traicionado a su propia gente cuando trabajaron con los invasores normandos y aceptaron la mentalidad normanda, pero creemos que es injusto identificar a todo anglosajón, a todo inglés, con la “civilización marina” atlantista. Esa identificación de hacerse primero y ante todo con los Normandos o sus ancestros Vikingos.
De la misma manera, no es bastante correcto decir de todos los ciudadanos de los EEUU que son atlantistas anglo-sajones. Por el mismo tipo de conquista que ocurrió en Inglaterra, ha ocurrido en el territorio de los Estados Unidos, con los Nuevo Ingleses invadiendo y ganando el dominio sobre los Estados Sureños.
La gente que primero se instaló en el Sur y le dio las principales características de su cultura procedían en gran parte del suroeste de Inglaterra, donde la vida granjera rural, jerárquica, de grandes señoríos, pocas ciudades, y la tradición en religión (Iglesia anglicana) y política (realistas) eran altamente apreciadas (Fischer, Albion’s Seed, págs. 240-246).
Aquellos que se asentaron en los Estados de Nueva Inglaterra eran totalmente lo opuesto. Procedían principalmente de los condados costeros surorientales de Inglaterra, donde el industrialismo, las ciudades densamente pobladas, el igualitarismo, y la rebeldía en la religión (Puritanismo) y la política (los “roundheads” cromwellianos) predominaron (ibíd., Págs. 42-49). Igual de importante, estas áreas costeras habían visto los mayores asentamientos de invasores escandinavos en Inglaterra (ibíd., pág. 44).
No sorprende entonces, que las representaciones más icónicas del Sur debieran ser imágenes de la tierra, los hogares de plantaciones o el caballero sureño con su caballo:
Casa de plantación en Destrehan, Louisiana. Wikipedia, 17 de marzo de 2012.
General Robet E. Lee y Viajero. Wikipedia, 24 de marzo de 2012.
De igual modo, las imágenes más representativas de Nueva Inglaterra son aquellas del mar o del comercio, como la goleta o la factoría:
La goleta Wyoming. Wikipedia, 17 de marzo 2010.
Empresa manufacturera de Boston, en Waltham, Mass, Wikipedia, 21 de julio de 2008.
Cuando la guerra de la agresión norteña empezó (la denominada como Guerra Civil de 1861-1865), de igual modo no debería sorprender que el Norte presentó una gran flota y artillería moderna, y el Sur una excelente caballería e infantería bajo el liderazgo de hombres como los Generales J.E.B. Stuart y Thomas ‘Stonewall’ Jackson.
Sin embargo, el Sur fue superado en esa guerra y forzado a permanecer en la Unión, y desde aquí en adelante, el elemento marino predominó en américa, aunque los Sureños continuaron siendo una voz de protesta contra ello.
Aquí de nuevo, vemos que no está principalmente el pueblo anglo-sajón o inglés en la raíz del militarismo del moderno imperio americano, sino la gente vikinga/escandinava. Como ellos habían hecho con Francia anteriormente, su mezcolanza con un pueblo que habían invadido y entre el que se habían instalado (los ingleses del sureste), dieron nacimiento a un pueblo inquieto (los Nuevo-Ingleses) empeñados a la conquista. Los sureños estaban entre los primeros en toparse con su creciente deseo de batalla, pero ninguna parte era la última.