EEUU y el “fin de la historia”

La terca realidad. Bendita realidad. La que le da de bruces a los necios, a los impostores, a los jerarcas, a los lobistas, planificadores, a los bolsistas, los proyectistas, a los ricos, a los delincuentes y a los voceros del poder: merolicos de los medios e intelectuales orgánicos, y “doctorados” de las universidades de prestige, como Harvard, Berkeley, Yale, el MIT, Stanford; o Cambridge, Oxford, Birmingham, engañabobos que se premian entre sí con los Nobeles.

Puesto que ni las argucias mejor elaboradas, aquellas teorías “económicas” y “econométricas” (Menger, Walras, Freedman, Hayek, Lionel o Robbins, desde su padre David Ricardo) que ofertan las mejores entelequias para eternizar el reinado del capital, han funcionado. O sí…, para robar con justificación. Pero de Marx no dicen ni pío, porque nunca han podido con los argumentos, salvo las descalificaciones y el oscurantismo, la persecución y la represión, como les ha sucedido a tantos activistas de izquierda en el mundo. En fin, el caso es que la realidad se impone.

Luego de la perorata… Júzguese la situación ahora de la potencia erigida como imperio desde el fin de las dos guerras mundiales del siglo XX (los estallidos atómicos asesinando inocentes en Hiroshima y Nagasaki, invasiones en Corea del Norte, la guerra de las coreas, o Vietnam), y consolidada durante la guerra fría cuya argucia anticomunista le llevó a justificar invasiones, guerras locales, crímenes de lesa humanidad, Estados Unidos por supuesto, quien desde principios del siglo XXI está padeciendo una crisis de sobrevivencia, insolvencia y deflación internas, y con trastrocamiento global por su alicaída influencia. Una derrota frente a las potencias China y Rusia.

La geopolítica no le resulta. Si le preguntamos a Jen Psaki, la vocera de la Casa Blanca, EU “nunca ha dado un golpe de estado” y Bielorrusia tiene mar y Europa exporta gas a Rusia…”. Perdidos todos. Tampoco hay rey. Obama (¿dónde anda?) Y sin rey tampoco hay reina. El ajedrez se quedó con peones. Las torres fueron autodestruidas, no hay caballos desde el viejo oeste y los alfiles protectores carecen de proyectos, porque la “inteligencia” no atina una sola “jugada maestra”, puras tretas.

Las trampas económicas también pululan. Pero eso sí. Los más ricos ganan más. Los únicos perdedores son el resto de la población. No por algo, el 1% de la población mundial que se embolsa la mitad de la riqueza creada; esos son los cínicos de la película. Pragmáticos puros, son los dueños del sistema bancario, de las empresas multinacionales y con ello de los principales negocios, los que dejan las mayores ganancias a costa de las guerras, las drogas, la venta de armamento, los energéticos, los metales preciosos, los diamantes, el tráfico de personas y órganos, etcétera. Para todo ello, por si las cosas no salen “bien”, están los ejércitos, los mercenarios, los cuerpos de policías, para el uso de la fuerza, la violencia, el choque, la desestabilización, las cárceles.

A su servicio quedan los gobernantes, los políticos, todas las instituciones mundiales altamente respetables, tanto económicas como políticas. Así como las técnicas de espionaje, los golpes de estado, el derrocamiento de los adversarios (antes amigous), y las armas de descontrol y manipulación masiva, como son los oligopolios mediáticos de la (in)comunicación.

El american way of life, del hegemón, así como el librecambismo, las teorías de los precios y la filosofía de éxito están llegando a su fin. El “fin de la historia” imperial se acerca. La espera es breve. El éxito también. Como el eje de la tierra que se está moviendo, en la geopolítica Putin también le marca los pasos a Obama. Por eso los arrebatos de los halcones y voceros de la gringa. Porque están desesperados: inventan todo lo que se les ocurre, como:

Que pronto EU puede padecer un atentado mayor al 9/11. Pero no se atreven porque quedaría todavía más en evidencia que las torres gemelas fueron el pretexto para ir por el petróleo de Irak.

Que el estado islámico (sic) está buscando alianza con los carteles mexicanos y eso pone en peligro su frontera sur y atenta contra su seguridad nacional. Pero el negocio de los narcos mexicanos son las drogas y no el terrorismo. Por eso el ardid no les pega. Aparte, todo el mundo sabe que los mercenarios están siendo alimentados por la coalición de amigos de EU para destruir a Siria, para comenzar.

Que Rusia es el enemigo causante de todos sus males, aunque ninguna de las argucias en su contra les ha deparado resultados, solo han utilizado al viejo continente para el cerco económico. Pero eso no ha funciona ni funcionará. Al contrario, ha fortalecido a Rusia y a su ajedrecista.

Que su presidente Obama es el peor, porque no lleva como sí lo hicieron los Bush, al Pentágono a las guerras. Ese es el negocio de la industria de la violencia. Y todo el mundo sabe que por muchos años la sobrevivencia de la economía de EU ha dependido de la criminalización de las relaciones internacionales.

En fin. No faltan los pretextos para amenazar a cualquier país. Pero nada le funciona a Obama. Por eso los halcones están ansiosos por inventar algo que les permita ganar. Pero escupir al cielo se regresa. Los ejes de la geopolítica han cambiado, y la historia también.