Golpe en Turquía: "“Erdogan baila un swing geopolítico entre Washington y Moscú”

27.07.2016

Los acontecimientos que rodearon el intento de golpe en Turquía son complejos y difíciles de entender. Además de que la autoría y las consecuencias internas aún no están completamente aclaradas, son sobre todo las posibles implicaciones geopolíticas las que estimulan numerosas especulaciones. Manuel Ochsenreiter, del Centro Alemán de Estudios de Eurasia, nos respondió a algunas preguntas.

Nortexa: Sr. Ochsenreiter, la sangre de los soldados decapitados por los partidarios de Erdogan todavía estaba caliente, cuando los políticos occidentales ya se habían posicionado inequívocamente del lado de la “democracia”, es decir, en este caso, de Erdogan…

Ochsenreiter: Esto era de esperar, no es sorprendente. En este caso es incluso comprensible. Erdogan es – en contraste con Joachim Gauck – el presidente elegido directamente por los turcos. Su AKP tiene la mayoría en el parlamento. Así que él es en realidad a quien la mayoría de los ciudadanos turcos quiere como presidente.

Pero eso a Occidente le trae sin cuidado. Lo que a Occidente le interesa es mantener a la Turquía de Erdogan dentro de la OTAN. Por lo tanto, en el pasado, los políticos occidentales se posicionaron de parte de Erdogan incluso cuando su política estaba claramente en contra de los intereses de Europa y de Alemania. Las críticas vienen cuando se trata de los derechos humanos y civiles de Turquía, es decir, asuntos internos que no nos conciernen básicamente nada.

Nortexa: Sin embargo, Erdogan ha realizado graves acusaciones contra los EE.UU.…

Ochsenreiter: Erdogan y sus seguidores acusan al llamado “Movimiento Gülen”, que tiene su base en los Estados Unidos, de estar detrás del intento de golpe – con el apoyo de servicios secretos de Estados Unidos. Gülen, un antiguo amigo de Erdogan, es el líder de este movimiento, y a su vez niega cualquier implicación. De hecho, todo esto es muy cuestionable, aunque tampoco puede ser descartado. La forma amateur en la que se desarrolló el fracasado golpe deja dudas sobre si realmente un servicio occidental como la CIA tenía aquí sus manos en juego.

Nortexa: Que Rusia reaccione diplomáticamente parece comprensible, teniendo en cuenta que Turquía ha limitado su implicación en el conflicto en Siria. Pero ahora, de repente, parece incluso que ciertos analistas geopolíticos rusos han pasado a considerar a Erdogan como un aliado, y que creen que después del intento golpista “pro-occidental” Turquía se acercará a Rusia…

Ochsenreiter: Algunos analistas rusos ven en este desarrollo una oportunidad de que Turquía “rompa” con la OTAN. La ira de Erdogan contra los EE.UU., contra Europa, su disculpa formal por el derribo de los aviones de combate rusos sobre Siria – en todo esto se puede apreciar un cambio en el presidente turco. Pero Turquía sigue siendo uno de los principales países miembros de la OTAN. La salida de la OTAN de Turquía y un cambio en la política de seguridad con respecto a Rusia serían de hecho un terremoto geopolítico, mucho más grande que la reunificación de la península de Crimea con la Federación Rusa.

Sin embargo, siempre hay que diferenciar los análisis de los espejismos. También en Rusia se es muy consciente de que Erdogan no es un aliado confiable. El presidente turco aprovechó muchas veces la posición geoestratégica de su país para realizar un “swing geopolítico” entre Washington y Moscú. En otras palabras, Erdogan siempre utiliza la posición geoestratégica de su país y su propia posición como presidente para mantener y aumentar su propio poder (tanto el político como el económico). Yo personalmente dudo, por lo tanto, de que la Turquía de Erdogan abandone la OTAN. De hecho, creo que ahora se está acercando desde hace algún tiempo a Moscú con el fin de aumentar su “precio” para Occidente. Erdogan es peligroso, no sólo para sus oponentes sino también para sus aliados. Eso sin duda también lo saben en Moscú.

Nortexa: Incluso Irán ha condenado el intento de golpe de Estado y, como puede leerse, ha respaldado a Erdogan. Esto es algo difícil de comprender, especialmente teniendo en cuenta el conflicto de intereses en el caso de Siria.

Ochsenreiter: El hecho de que Irán rechace estrictamente las actividades turcas en Siria no significa que apruebe un derrocamiento violento en Turquía. Los iraníes no son los norteamericanos.

Nortexa: ¿Qué opina sobre las declaraciones, pocos días antes del golpe, del primer ministro, Binali Yildirim, acerca de sus intenciones de mejorar las relaciones con Siria?

Ochsenreiter: Grandes palabras que todavía deben ser seguidas por acciones. Está sobre todo en las manos de Ankara si hay paz en Siria o no. Si los turcos realmente se toman eso en serio, de inmediato deben:

– Cesar todo apoyo a grupos terroristas en suelo sirio. Y esto no sólo incluye al EI, sino a muchas otras organizaciones.
– Bloquear la frontera sirio-turca para evitar que yihadistas puedan entrar a Siria a través de Turquía. Turquía también debería entregar los puestos fronterizos sirios que están en manos de los terroristas a las fuerzas armadas sirias.
–  Turquía tiene que devolver a sus legítimos propietarios sirios todas las propiedades saqueadas en el curso de la guerra. Eso incluye también reparar infraestructuras destruias e instalaciones industriales.
– Turquía debe pagar una indemnización al gobierno sirio.

Y hay todavía más… Pero teniendo en cuenta el hecho de que la familia Erdogan está profundamente involucrada en la mafia que se lucra con las consecuencias de la guerra, la puesta en práctica de estas medidas es algo que parece poco probable.

Nortexa: el presidente sirio, Bashar al-Assad, ha señalado claramente que el aspecto principal del golpe de Estado, independientemente de quiénes hayan sido sus instigadores, es la eliminación de oponentes políticos internos por parte de Erdogan. ¿Están Rusia e Irán dejando caer a Siria con su apoyo a Erdogan, o se trata de una estrategia diplomática para futuras negociaciones?

Ochsenreiter: No hay que olvidar que en 2011 Assad fue fríamente traicionado por Erdogan. Erdogan, antes de 2011, llegó incluso a presentarse como un amigo personal de Assad. Sólo un ejemplo: en 2007, el gran estadio de fútbol en Alepo fue inaugurado con un partido amistoso entre el Al-Ittihad Alepo y el Fenerbahce turco. En la tribuna de honor se sentaron los matrimonios Assad y Erdogan para ver el partido, que terminó con un empate a 2. Los medios de comunicación escribieron en aquel momento sobre la “victoria de la amistad”. Sólo cuatro años más tarde, Erdogan clavó al presidente sirio la daga en la espalda; e inunda Siria desde entonces con guerra y destrucción. No es de extrañar, pues, que Assad sea muy escéptico acerca de las supuestas “mejoras de relaciones” anunciadas por Ankara. Y con su escepticismo, Assad tiene probablemente razón.

Pero también Assad es un político, y conoce el valor de la diplomacia – especialmente de esa diplomacia de la que no se puede realizar un seguimiento en los medios de comunicación. La presión de Moscú y Teherán, las ofertas de Rusia e Irán, bien podrían contribuír a cambiar la política de Turquía hacia Siria. Sin embargo, para Assad cuentan aquí los hechos más que las palabras. Si Ankara quiere poner fin a su política agresiva contra Siria es necesario algo más que comunicados de prensa.

Nortexa: ¿Qué impacto tendrán los acontecimientos en Turquía en las relaciones de Turquía con la UE y la OTAN?

Ochsenreiter: Contrariamente a las declaraciones públicas de Washington, Bruselas y Berlín, no creo que la UE o la OTAN  se alejen de Ankara. Por el contrario: ahora harán “más esfuerzos” para mantener a los turcos consigo. En la práctica, esto significa más concesiones políticas, más dinero. Cuantas más veces Erdogan llama a Moscú, mayor es su precio para occidente. Erdogan conoce el juego y sabe dominarlo. Y también sabe que al final los alemanes siempre pagan. Puede estar seguro de eso. Al menos por ahora.

Entrevista de Ruedi Strese a Manuel Ochsenreiter, periodista y director del Centro Alemán de Estudios de Eurasia, en el sitio en Nortexa.de

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