El último chirrido de los liberales búlgaros
La Fiscalía de Bulgaria acusó al ex ministro de economía y energía, y director de la Compañía Nacional de Electricidad (NEK), de ser responsable de la aplicación del proyecto de la central nuclear "Belene", que se supone debe ser construida en cooperación con Rusia.
Rumen Ovcharov firmó un contrato con la empresa rusa «Atomstroyexport». Y se le acusó de conocer mal las otras propuestas, lo que permitió a Moscú aumentar ostensiblemente el costo de la obra.
Rumen Ovcharov ha dicho: "Se ha interpuesto la acusación contra mí porque hice la firma del primer acuerdo sobre la central nuclear "Belene"".
Sin embargo, hace unos meses, antes de que se tomara la decisión de poner en marcha el Turkish Stream, el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov, desestimó al gobierno tras la derrota electoral de su candidato, y telefoneó al presidente ruso, Vladimir Putin, recordando el deseo de Sofía de participar en el proyecto del "South stream".
Lo más probable es que los liberales pro-occidentales, que sufren graves consecuencias debido a su política miope, decidieron hacer una última incursión hacia Moscú antes de su salida de la escena política de Bulgaria. Esta «designación de un culpable» se combina con las declaraciones anti-rusas del ex presidente Rosen Plevneliev, a quien se le permitió hablar sólo en los últimos días antes de las elecciones.