Virus, "Epidemia" y Estado de emergencia

09.04.2020

Existe una alta probabilidad de que en un futuro cercano la situación se desarrolle de acuerdo con el escenario de la serie Epidemic. Al menos, claramente vale la pena considerar estos escenarios, que son bastante realistas para anticipar lo que se nos acerca a toda prisa.

Todos los eventos históricos, catástrofes y descubrimientos fueron en cierta medida predichos y parcialmente modelados en la literatura, el arte, la filosofía y el cine. En general, estamos cambiando rápidamente al lenguaje de las epidemias.

En un sentido político-filosófico, esto significa “estado de emergencia”, Ernstfall. Según Schmitt, “el soberano es quien toma las decisiones en un estado de emergencia”. Y es esto, probablemente, lo que determinará en un futuro cercano el sistema político en Rusia y el equilibrio de poder en el mundo. Un estado de emergencia es la medida del poder real. Putin firmó hoy su decreto y todas las enmiendas que lo acompañan, por cierto.

En la “emergencia” solo hay una lógica: la lógica de la dictadura. Todo lo demás no funciona. En los Estados Unidos, Trump ha introducido un “estado de emergencia”. En Italia, actúa de facto. Gracias a él (aunque esto es inherente al sistema político chino), China hizo frente a la primera ola de la epidemia. Pero aún no sabemos todo al respecto… Cada epidemia tiene su propia lógica interna y su propio lado desconocido.

Les recuerdo que una dictadura es del soberano (todo el poder pertenece a un único individuo, un dictador-tirano) y sus comisarios (el poder se distribuye entre idealistas convencidos, miembros de la orden gobernante). Para una dictadura soberana, se necesita un amante del poder brutal: un tirano de carácter fuerte y frío (preferiblemente paranoico). Para una dictadura del comisario, se necesita una ideología desarrollada, profunda y movilizadora, por la cual miles de apasionados estarán listos para sacrificar la vida (la suya y la de los demás). De una dictadura nacen los imperios: el griego, el romano. Pero no sin ella. Esta no es para los débiles de corazón: la dictadura. Requiere estándares completamente inhumanos y estándares que exceden significativamente todas las cosas humanas, especialmente el humanismo pequeño burgués ordinario. Pero, por otro lado, existe la peste. Y esto también es serio.

El especialista italiano en el estado de excepción y la vida desnuda, el schmittiano Giorgio Agamben entró en pánico: ya ve la sombra ominosa de la palabra F, un fantasma contra el que han luchado contra varias generaciones de “intelectuales” al servicio de la élite globalista. Agamben exige cancelar todo antes de que sea demasiado tarde y dejar que tantos inmigrantes y activistas LGBT+ entren al país como sea posible para evitar lo irreparable. Es fácil entender cuánto lo escuchan los italianos dedicados a la “supervivencia”.

Me pregunto qué tan pronto y de qué forma pasará esto con nosotros. En algunos puntos, “Epidemic” es sorprendentemente expresiva…

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera