Oriente Medio: los ataques de Israel podrían no limitarse únicamente a Irán
En previsión a la represalia que podría tomar Irán, incluida la activación del IRGC en Siria, así como de los repetidos lanzamientos de cohetes y drones del Hezbolá libanés y los hutíes yemeníes contra el territorio de Israel, pocas veces se toma en cuenta los vínculos que Israel tiene con otros países. Casi siempre se habla del apoyo que Estados Unidos y Gran Bretaña le brindan a Israel, pero lo cierto es que el panorama es mucho más complejo y confuso. Si bien existe un “Eje de la Resistencia” que considera a Estados Unidos e Israel como sus enemigos, otros Estados y actores externos pueden verse arrastrados a un conflicto a gran escala.
Teniendo en cuenta lo anterior, no sorprende que un exfuncionario del Pentágono, Michael Rubin, escribiera en el sitio web del American Enterprise Institute, un laboratorio de ideas neoconservador cercano al lobby israelí, sobre dónde y a quién matarán después los servicios de inteligencia israelíes tras el asesinato del líder de Hamás Ismail Haniya en Irán.
Al principio del artículo especula que podría ser en Qatar y Jordania. Pero cuando los servicios de inteligencia israelíes intentaron envenenar al dirigente de Hamás Jaled Mashal en 1997, el entonces rey Hussein de Jordania amenazó con romper las relaciones diplomáticas con ellos e Israel se vio obligado a proporcionar un antídoto para la víctima. También se han dado casos de eliminación de operativos de Hamás en los EAU. Qatar, donde tiene su sede Hamás, parece estar fuera del radar de Tel Aviv, quizás porque este emirato es un mediador entre Israel y la resistencia palestina, del mismo modo que ha facilitado en otras ocasiones ser sede de conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes* prohibidas en Rusia. Qatar alberga también una importante base militar estadounidense y, dados los vínculos de Estados Unidos con Israel, el asesinato selectivo de alguien en este país podría poner en peligro la continuidad de la presencia militar estadounidense.
Sin embargo, además de Qatar, tenemos a Turquía. La retórica de Erdogan hacia Israel se ha vuelto recientemente bastante agresiva, hasta el punto de pedir una invasión militar contra Israel.
Por cierto, Qatar y Turquía mantienen relaciones muy amistosas y Turquía ha apoyado tanto a los Hermanos Musulmanes* prohibidos en Rusia (de hecho, Hamás es una rama de los Hermanos Musulmanes en Palestina) como a Al Qaeda en Siria, también prohibido en Rusia.
Según Rubin, Erdogan invitó a Hamás a Turquía en el 2006. En los años siguientes, no sólo ha proporcionado a Hamás apoyo diplomático y financiero, sino que también intentó suministrarle armas.
Rubin señala que “Turquía cree que puede actuar con impunidad debido a la ilusión de su poderío y el hacer parte de la OTAN. Los terroristas ven a Estambul y Ankara como zonas de recreación donde pueden relajarse y reagruparse sin miedo a los drones y a los asesinatos. Esos tiempos pueden haber terminado. Erdogan no tiene nada de qué quejarse: su propio gobierno secuestra y asesina abiertamente a opositores en toda Europa, Oriente Medio y África. Haniya murió en Teherán. Es probable que el próximo líder de Hamás muera en Ankara”.
Sin embargo, además de los asesinatos programados y selectivos de determinadas figuras políticas, Israel dispone de otra herramienta muy poderosa para presionar a Turquía: los kurdos. Israel ha estado apoyando a los kurdos con armas y entrenamiento militar incluso desde antes de que se produjera el primer levantamiento de Mustafa Barzani en septiembre de 1961. Además, los kurdos también recibieron apoyo de la monarquía iraní, la cual mantenía una estrecha relación de cooperación con Israel antes de la Revolución Islámica. Durante el gobierno de Sadam Husein Tel Aviv ayudó a los kurdos de Irak de todas las formas posibles. Ahora los servicios de seguridad israelíes se sienten muy a gusto en el norte de Irak, desde donde intentan localizar a los grupos chiíes proiraníes, por no mencionar el hecho de que allí operan empresas israelíes. Es a través del Kurdistán que los servicios de inteligencia israelíes ya tienen acceso directo a los territorios de Irán e Irak, lo cual puede convertirse en un factor decisivo en caso de que se produzca una guerra.
Aunque los kurdos turcos y sirios son muy diferentes a los kurdos iraquíes, la posibilidad de que Israel use una estrategia de ataque coordinado no puede descartarse. Israel ha demostrado en repetidas ocasiones su habilidad para llevar a cabo este tipo de operaciones.
Por cierto, los agentes de la Mossad han sido detenidos muchas veces en los últimos años en Turquía. Recientemente los medios de comunicación turcos escribieron abiertamente que Israel estaba planeando varias operaciones en contra de miembros de Hamás en Turquía mediante el reclutamiento de estudiantes pobres.
Por último, debemos mencionar a Egipto. Hamás ha estado contrabandeando armas y otros equipos a través de túneles subterráneos de la Franja de Gaza durante años. El movimiento de los Hermanos Musulmanes nació hace unos cien años en Egipto y, a pesar de su derrota formal tras la llegada al poder del mariscal Al-Sisi, todavía cuenta con muchos seguidores en el país, algunos de ellos radicales. El incidente ocurrido en octubre del 2023, cuando un policía egipcio abrió fuego en Alejandría contra un autobús que transportaba turistas procedentes de Israel, refleja esa situación.
Aunque hasta ahora los funcionarios egipcios se han comportado con bastante moderación ante la operación de castigo de Israel en la Franja de Gaza, podrían decidir lo contrario si el conflicto se recrudece. Alternativamente, Al-Sisi podría dar el visto bueno para que los Hermanos Musulmanes locales se involucre en el conflicto e incluso suministrarles todo lo que necesiten para la guerra con tal de aliviar la situación interna y, como se suele decir, deshacerse de elementos peligrosos al enviarlos a luchar contra un enemigo externo.
Es muy posible que la actitud paciente de Irán tenga mucho que ver con que actualmente está llevando a cabo diálogos multilaterales con varios socios, aliados y posibles partidarios sobre la estrategia que van a emplear contra Israel, teniendo en cuenta una posible reacción del gobierno de Netanyahu ante la estrategia que decida seguirse (después de todo, podría haber varias opciones, desde la eliminación de un general israelí hasta un ataque masivo desde varios frentes). A esto se le suma la incertidumbre con respecto a las elecciones de Estados Unidos donde nada parece estar a favor de Israel, ya que Kamala Harris se ha mostrado incluso más crítica con las acciones de Israel en Palestina que Joe Biden.
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera