Mutaciones positivas y actores poco recomendables

19.03.2019

Claudia Sheinbaum, jefa del Gobierno de la capital mexicana cuenta con que una política de desarme de la población del Distrito Federal frenará la actividad criminal. Aplaude que en este sentido las instituciones católicas y militares se hayan puesto de acuerdo para accionar por el desarme. No obstante la acción criminal no se contiene de esa manera, sino con acciones de rastreo de todo lo que tiene que ver con la entropía criminógena.

La clase política debería saber más del adversario, si bien hoy por hoy éste sabe más que la clase política, así sobre las hibridaciones, su desarrollo como por su empeño de control sobre la sociedad

La acción criminal no se contiene de esa manera, sino con acciones de rastreo de todo lo que tiene que ver con la entropía criminal. La clase política debería saber más del adversario, aunque hoy por hoy éste sabe más que la clase política, sobre las hibridaciones, su desarrollo y su capacidad de control social.

Todas las variedades del crimen organizado que actúan en América Latina, incluyendo a Quebec como foco de alta cultura, están a la alta. Las hibridaciones que en determinados momentos y lugares convienen a los focos criminales se reproducen con nuevos componentes sin que el Estado tenga capacidad de contrarrestarlas porque primero que nada no las conoce, no sabe de ellas una palabra.

Hace poco era inconcebible que hubiera unidad orgánica entre criminales y pofesionales. Ahora se trata de moneda corriente. La clase política obedece a un diseño de control social mediante el engaño y alcanzar el status social. No está detrás de la clase política un diseño y menos un proyecto para dar cara al crimen y ganarle la delantera.

La clase política se interesa por su conexión con el crimen organizado mientras éste no se convence a sí mismo que no necesita de esa clase para actuar y ganar la partida. Entonces se produce un desplazamiento que afecta a la organización de los grupos delictivos: pasan del sistema de cártel o delincuencia pública al de delincuencia hermética, es decir, a la estructura mafiosa. Y hasta este momento ningún Estado del mundo, ninguna policía, han sido capaces de someter a una mafia. Si una mafia sale de un territorio es porque le ha dado la gana salir.

Un nuevo poder está a la vista. Su composición va de iglesias a graduados en nuevas asignaturas. El crimen organizado está destinado a jugar un papel protagónico para el desmantelamiento de las élites financieras que aún están en la pista intentando inútilmente de sobrevivir.