Inevitable, el ingreso de México al bloque energético de América del Norte
Los gobiernos neoliberales pulverizaron la seguridad energética de nuestro país: García Reyes.
Trabajaron de común acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
A López Obrador le faltará tiempo para rescatar a Petróleos Mexicanos.
Debe negociar las condiciones más favorables para el ingreso al bloque energético de América del Norte
La integración de México al bloque de seguridad energética de América del Norte es inevitable porque los gobiernos neoliberales se encargaron, durante 30 años, de pulverizar a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad, señaló el investigador Miguel García Reyes, doctor en Economía Petrolera con Especialidad en Petróleo y Geopolítica por la Universidad Estatal de Moscú, Benjamín V. Lomonosov.
«A Pemex se le dejó caer durante muchos años. Actualmente, nuestra producción es de solamente un millón 700 mil barriles de petróleo, que está muy, muy por debajo de lo que teníamos, por ejemplo, en el 2004, cuando llegamos a tener una producción de 3 millones 300 mil barriles. Esa diferencia nos dice mucho», apuntó.
El también Coordinador de la Red de Especialistas en Seguridad Energética señaló que México no tiene combustibles propios, porque de cada 10 barriles de gasolina que consume, siete los compra en Estados Unidos. En cuanto al gas, la situación es la misma: de cada 10 metros cúbicos que se importan, siete vienen de las plantas estadounidenses.
Agregó que pulverización del sector energético mexicano fue llevada a cabo por los gobiernos neoliberales de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Su objetivo, desde un principio fue el que México se viera obligado a aceptar la integración regional energética con Estados Unidos y Canadá.
«El nuevo gobierno recibe un sector en muy malas condiciones, con poco tiempo para poder reparar los daños que le causaron a esta industria, y yo diría que con pocas expectativas, que es lo peor. No creo que este gobierno alcance a renovar y a fortalecer de nuevo nuestro sector energético, mi querido Jorge».
Desde su perspectiva, van a pasar muchos años para que el sector energético mexicano pueda recuperarse de manera total y cabe la probabilidad de que cuando emíece a repuntar, tal vez el petróleo haya perdido valor y el mundo esté utilizando otras fuentes de energía.
García Reyes advirtió que si México actúa en lo individual, le será muy difícil garantizar su seguridad energética; como país, le conviene más pensar en la seguridad energética del bloque norteamericano.
México -dijo- no se puede separar geográficamente. No se puede ir a otra parte del Pacífico, para aplicar una política propia. Se debe tomar en cuenta que el 85% del comercio de nuestro país es con Estados Unidos.
“Si estos señores cierran su frontera, como lo tiene previsto Trump en su cuatrienio, nos pondrán de cabeza”, sostuvo. Aunque suene triste, se debe aceptar que México depende de Estados Unidos, como Cuba, Hungría o Kazajastán dependieron de la Unión Soviética.
Los buenos deseos de AMLO no bastarán
-¿La política neoliberal de 30 años, daño tanto al sector energético mexicano que, a pesar del cambio de gobierno, México terminará integrándose a la política de seguridad energética de América del Norte?
-¡Exactamente! Fueron muchos años. Fueron tres décadas en exfoliar, en destruir nuestro sector energético. Los neoliberales trabajaron para Estados Unidos y para los organismos financieros. Es que este es el punto de partida, mi querido Jorge. Esos 30 años hicieron polvo el sector. Yo me pregunto: ¿acaso en 6 años (con tantos problemas por detrás y por resolver) este gobierno podrá fortalecerlo? Yo lo veo muy difícil, pero muy difícil.
Además, auméntale la Reforma Energética, que vino darle espacios a empresas privadas y se los quitó a empresas nacionales.
México debe tomar en cuenta que el rescate del sector energético no depende exclusivamente de la voluntad política del nuevo gobierno, que sólo dispondrá de seis años. El sector petrolero es muy dinámico. Las innovaciones tecnológicas y administrativas son constantes. Además, está sujeto a los vaivenes geopolíticos. No se debe considerar como una industria estática.
Explicó que México no puede competir con las refinerías de Estados Unidos. Nosotros tenemos seis refinerías trabajando a medio vapor, porque no tenemos petróleo y en breve, será importador de petróleo. Estados Unidos, en cambio, tiene 170 refinerías, dentro y fuera de su territorio.
Lo aconsejable en este escenario -reiteró-, es jugar la carta de la integración energética de América del Norte. ¿Cómo? Produciendo petróleo y mandando el producto a Estados Unidos para que se refine allá. (Canadá envía su gas y a Estados Unidos, donde es procesado y luego, regresa para satisfacer las necesidades del mercado canadiense).
El Estado de López Obrador, se ve más independiente que los neoliberales; aquí puede establecer condiciones: “si les vamos a mandar el barril a 60 dólares, regrésenlo a 120. Ganen el doble, nada más. No el triple o el cuádruple”. Entonces, así haríamos un sistema más dinámico. Ya no gastar tanto dinero en nuevas refinerías; ya no gastar tanto dinero en nuevos proyectos de distribución, etcétera, etcétera. Entrarle de lleno a lo que podría llamarse una división internacional energética de trabajo. De hecho, esto es lo que pasa a nivel mundial, concluyó.