Los medios de comunicación británicos como el portavoz de las autoridades
El profesor Sean Gabb, conferenciante, activista político, escritor e historiador, explica cómo los medios de comunicación se convirtieron en un medio de la propaganda gubernamental en Gran Bretaña.
Hasta el siglo XIX en Inglaterra y la civilización occidental, en general fue un hecho no-aceptado que los Medios de comunicación y el Estado eran, hablando en bruto, lo mismo. Los Medios de comunicación eran controlados por el Estado, porque en esencia el Estado eran los Medios de comunicación. El principal recurso de información de la gente en Inglaterra dispuesto en el siglo XVIII era el sermón semanal en la iglesia. Teníamos una iglesia estatal, los sacerdotes leerían los mensajes desde el gobierno y aquello era el modo cómo la mayoría de la gente conseguiría su información sobre el mundo.
El crecimiento de los periódicos a principios del siglo XVIII cambió esto. La gente encontró que tenían muchas fuentes diversas de información. Algunos de ellos fueron amigables con el gobierno, algunos de ellos no eran amigables. Por consiguiente, emergió la idea de una distinción entre Estado y Medios de comunicación.
El Estado rinde cuentas al pueblo y los medios de comunicación ayudan a este proceso. Los periódicos ayudan a este proceso mediante el descubrimiento de lo que el gobierno está haciendo y retransmitirlo al pueblo. Después, los medios retransmiten al gobierno lo que la gente piensa. Ya no es necesario esperar hasta que haya un disturbio en Inglaterra, esperar cada 7 años para las elecciones en el parlamento, y después para que los políticos digan: “El pueblo no está feliz con esto”. Todo lo que necesitan hacer es adquirir un periódico, mirar en los artículos, y mirar las cartas y decir: “Esta política no es realmente popular. O bien necesitamos explicarla bastante mejor de lo que hemos hecho, o necesitamos pensar de nuevo”. Para el siglo XIX, en Inglaterra y a través de una creciente parte de la civilización occidental, aquello se convirtió en el modelo de relación entre Pueblo, Medios de comunicación y Gobierno. Los Medios de Comunicación fueron un mediador: Pasaban información al Pueblo sobre lo que el Estado estaba haciendo, pasaba información desde el Pueblo al Estado sobre lo que el Pueblo pensaba de esto.
Durante el siglo XX, muy obviamente en la Rusia soviética, pero también en la Italia fascista y la Alemania nazi, hubo un rebrote de autoritarismo político. En ese crecimiento, los medios de comunicación fueron tomados bajo control estatal, se convirtieron en los portavoces de las autoridades. Se convirtieron en un medio para que el Estado propagase su visión de las cosas.
Aunque, Inglaterra y América no compartieron enteramente este crecimiento de autoritarismo político, allí hubo algo de crecimiento. Conservamos unos medios de comunicación libres e independientes, pero en Gran Bretaña especialmente tuvimos la fundación de la BBC.
La idea tras la BBC quizá no sea una mala idea. Tal idea es que el espectro de transmisión es más bien estrecho. Comenzar una emisora de radio no es lo mismo que iniciar un periódico. Si inicias un periódico necesitas comprarte una impresora, comprarte algo de papel, y contratar a algunos escritores. Es un negocio y puedes tener tantos periódicos como gente quiera que quiera comenzar. No todos ellos serán rentables, pero no hay límite teórico para el número de periódicos. Cuando tenéis un espectro de emisión, o al teníamos hasta muy recientemente, un pequeño número de espacios en que la gente podría emitir. Así, puede haber sólo unas 10 o 20 estaciones de radio en el espectro. Esto cambió en la pasada generación, pero así fue el caso hasta entonces.
El gobierno británico nacionalizó el espectro de radio y dio un monopolio de emisión a una única organización: La BBC, que no era de propiedad privada, sino que estaba enteramente libre de presiones comerciales, y al mismo tiempo, se suponía que sería políticamente independiente del gobierno. La BBC estaba controlada por una junta de gobernadores que eran nombrados por el gobierno. Así, tenéis a una junta de gobernadores nombrada por un gobierno conservador, esa junta de gobernadores continuará en un gobierno laborista. El gobierno laborista nombrará más gobernadores que continuarán en un gobierno conservador. Por tanto, la idea es que la BBC sea comercialmente independiente y políticamente independiente y hará lo posible para dar al pueblo un punto de vista verdadero e imparcial de lo que está ocurriendo en el mundo.
En gran medida, la BBC todavía se comporta en ese sentido. La BBC es una institución remarcable si la comparan con otras cadenas públicas, y no creo que ninguna otra se acerque a la BBC en términos de calidad de sus producciones o en términos del equilibrio general e intento para descubrir la verdad.
Al mismo tiempo, la BBC es una institución estatal. Aunque la BBC a menudo en algunas consideraciones hace un esfuerzo para ser justa e imparcial, también es una organización con un conjunto de agendas y es hasta cierto punto una herramienta de propaganda. Ese es uno de los problemas, que la gente en el movimiento conservador siempre ha encontrado objetable sobre la BBC.