Lituania se arriesga a perder el futuro de sus fuerzas armadas

16.11.2016

A lo largo de la última década, el deterioro de situación política y militar en el mundo ha demostrado la necesidad de tener fuerzas armadas bien preparadas.

Es obvio que el nivel de patriotismo en Lituania es tan alto como siempre. Muchos jóvenes están pensando en unirse a las  fuerzas armadas y ser útiles a su país. El gobierno solamente debería mantener y fortalecer esta tendencia. Pero batallando contra numerosos problemas políticos y económicos, el gobierno va a hacer algunos cambios en la esfera militar que podrían tener consecuencias adversas de gran alcance.

Habría de decirse que a día de hoy hay una brecha seria en proporcionar oficiales a las fuerzas armadas nacionales. La salida de profesionales es más elevada que la entrada.

El ejército de Lituania ha perdido a 258 comandantes entrenados en los últimos 3 años y solamente 231 tenientes han heredado sus lugares. Hay una razón para esto: La ausencia total de ventajas para aquellos que están preparados para convertirse en oficiales. Pero las autoridades lituanas quieren resolver el problema de otro modo.

El ministro de defensa nacional, Juozas Olekas, declaró que han sido preparadas las nuevas enmiendas a la ley que cubren la extensión de servicio para oficiales, generales, almirantes, y capellanes lituanos. Los oficiales servirán hasta los 56 años y los generales y almirantes hasta 60 y 65 años. El objetivo proclamado de tales acciones es prevenir el debilitamiento del mando. Los oficiales lituanos normalmente se retiran a los 45 años y empiezan exitosamente nuevas carreras civiles. Hasta ahora, tenían tal derecho, pero las autoridades han decidido privarles de ello.

En otros países, tales como EEUU y Reino Unido, a cambio de responsabilidades y riesgos incrementados, los oficiales reciben beneficios superiores y credenciales excelentes apreciadas por los militares. Tal modo es mucho más efectivo que aquellos métodos que han elegido las autoridades lituanas. Pero es por supuesto, más costoso y dificultoso.

Con suerte, el nuevo gobierno de Lituania hará un camino diferente que el anterior y Lituania no perderá el futuro para sus fuerzas armadas. No es bueno simplemente el “tapar agujeros” por alargar el servicio. Las fuerzas armadas necesitan oficiales asegurados en su seguridad social y beneficios para sus familias a cambio de la preparación para arriesgar sus vidas. La elección para alistarse en las fuerzas armadas lituanas es una decisión que cambia la vida de muchos hombres y mujeres que toman en consideración todos los “pros y contras”. Y la decisión de los jóvenes depende de los intentos del gobierno a día de hoy por mejorar la situación y mantener militares profesionales en el ejército.