Homos Economicus

17.03.2017

La reducción del hombre. Tal vez con estas cuatro palabras podemos definir a esta subespecie; en sus orígenes fue gestado desde las revoluciones liberales y pasó a reafirmarse con las revoluciones industriales.

Qué podemos decir de esta visión impuesta por la manufactura Anglosajona y aceptada por las naciones protestantes de primera mano, la cual tardó en gestar en las naciones Católicas/Cristianas, pero al día de hoy no estamos nada exentos de ella, volviéndose ya parte integral de todo el mundo posmoderno.

Ese hombre que suplió “la creencia de Dios por el dinero y la Fe por la esperanza en la ciencia”; imaginando en el continuum de que todo tiempo futuro es mejor y su falsa paradoja.

Es pues este hombre de falsas esperanzas y falsas idolatrías vaciado de todo, ya que su entendimiento de trascendencia ha sido mermado, aniquilado y solo se preocupa por el cuanto “tengo” es cuanto “soy”, en vivir el “aquí” y el “ahora”, ya que su mundo empieza donde termina la materia siendo pues carente de todo sentido.

Educado en su mera existencia a ser licenciado, ingenierizado o adoctrinado a incorporarse un futuro en el mundo laboral, su mundo acaba girando en ese entorno, y pareciera ser un punto de no retorno porque la gran mayoría se deja perder por los beneficios que les brinde esa vacua existencia.

Pero aquí no acaba este drama humano, ya que por esta pérdida de orientación y en busca de lo “más” en este mundo material, este ser se dirige a un destino mucho más lamentable, a la posible extinción de lo que queda de humanidad y tiende a darle paso a un ser aún más decadente, que es el “Trashumano”  o H+.

Un ser aún más condenado a su propio mundo físico y enjaulado en dichas paredes en pro de la potencialización de la física, el cual nunca lograra conocer realmente su ser de manera integral; aquello que nos hacía SER HOMBRES con la triada Cuerpo-Mente-Espíritu.

¿Seremos capaces de romper con esta prisión que nos quieren imponer?