El "Brexit" y la Argentina
Un terremoto recorre la Unión Europea, (y el sistema financiero occidental), el pueblo británico decidió libremente abandonar la misma -Brexit-, contra toda una parafernalia mediática que transmitió miedo a sus ciudadanos, con los partidos tradicionales ingleses, conservadores y laboristas, instando por la permanencia, con el agravante de que en los últimos días fue asesinada una legisladora laborista en plena campaña por el “sí”, todos los medios relacionados con las finanzas apoyaban la permanencia del Reino Unido en la UE (y amenazaban con grandes cataclismos para los ingleses de tomar la decisión de abandonar la UE), es más, en las últimas horas, antes de la histórica decisión, se hacía circular una supuesta encuesta de que el sí ganaria por un cuatro por ciento (utilizando el método de la espiral del miedo), y que la postura de la permanencia -Bremain-, contaba con el apoyo de todos los “líderes” europeístas para la permanencia. Igualmente, la población británica votó por separarse de la Unión Europea. Veremos cómo sigue el proceso pues tiene varias complicaciones para establecerse la separación, pues debe pasar por el Parlamento Inglés que es soberano y el plebiscito es no vinculante.
Pero el motivo de este breve artículo no es analizar cómo seguirá este proceso (que será de estudio de politologos y sociologos), y si otros países europeos acompañarán al pueblo inglés desvinculandose de la Unión. Sino es comprender las consecuencias de este Brexit, y su aplicación sobre la centenaria disputa territorial y marítima del conflicto de Malvinas y la zona económica exclusiva que las rodea, que afecta a nuestro país.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el conflicto vuelve a ser una disputa “bilateral” entre dos países (de diferente poderío), y no una disputa con toda la Unión Europea, ya que la cuasi Constitución Europea surgida del Tratado de Lisboa, incluye al archipiélago de Malvinas como territorio extracontinental. Aun cuando la Argentina hubiera presentado sus protestas, pesaban más la decisiones de Londres en el seno de la Unión. Lo segundo que debemos tener en cuenta que puede favorecer nuestros legítimos reclamos, es que a partir de ahora, sus ex socios comunitarios no se sentirán obligados a votar a favor de la posición británica en la ONU, por ejemplo. Tercero y no menos importante es el punto estratégico militar, pues la OTAN considera Malvinas una de sus Bases Militares desplegadas en el mundo, de acuerdo al nuevo rol que asumió desde el fin de la guerra fría, y que Inglaterra integra esa organización defensiva-ofensiva, y que seguramente seguirá integrando, lo que también se sabe es que la tradicional alianza estratégica de Londres con Washington ha empezado a reducirse. Y que a futuro, la OTAN también se encontrará con nuevos desafíos ya que, por ejemplo, el actual candidato Republicano Donald Trump ha dicho descarnadamente que si llega a ser presidente de USA, Europa deberá hacerse cargo con un mayor esfuerzo para garantizar “su” defensa, pues EEUU reducirá su participación, y recordemos que estas son malas noticias para una Europa que continúa viviendo una crisis económica profunda, que afecta desde su periferia al centro, más con la amenaza terrorista y la crisis de las migraciones masivas.
Todo ello nos lleva a concluir que la actual salida de Gran Bretaña de la Unión Europea crea una situación histórica para poder sentarnos a negociar sobre la disputa territorial y marítima, que el Gobierno tiene que saber aprovechar, que representa una oportunidad para Argentina, ya que no sólo debilita la situación política de Londres, sino que también su situación económica no le permite una carrera armamentística a Inglaterra. Por ello Argentina debe empezar a mover todos los resortes del estado para garantizar el “interés nacional” desde lo político, lo diplomático y militar para crear las condiciones de sentarse a negociar con posibilidades de éxito. Más teniendo en cuenta que la mayoría de organismos multilaterales y bloques mundiales apoyan la postura argentina de negociar en base a la resolución 2065 de la ONU. Y que sus anteriores aliados europeos no se sentirán obligados a seguir la política exterior inglesa después del Brexit. Ahora es tiempo de hablar seriamente de este tema y de actuar en consecuencia, con mirada estratégica y geopolitica antes los grandes cambios globales en marcha.
Lic. Carlos Pereyra Mele es Licenciado en Ciencia Política, Analista Político, especialista en Geopolítica Suramericana. Director de Dossier Geopolitico.