La vida después del "Brexit": Merkel, Hollande y Renzi deciden qué hacer con la UE

27.06.2016

Los países de Europa continental deciden qué sucederá con la Unión Europea. Hoy, en Berlín, el presidente francés, Francois Hollande, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, se reunen con la canciller alemana, Angela Merkel. La principal cuestión a tratar es la salida del Reino Unido de la UE y el futuro que le espera a la Unión Europea tras el referéndum británico.

Una oportunidad para los euroescépticos

La salida del Reino Unido bajo las actuales condiciones de crisis económica y migratoria, podría dar lugar a una reacción en cadena en otros países de la UE. Los líderes europeos están preocupados porque las posiciones de los euroescépticos son más fuertes que nunca. En los países fundadores de la UE: Francia, Alemania e Italia, los euroescépticos están ganando popularidad. En Francia, la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, es el político más popular del país. En las regiones italianas controladas por la "Liga Norte", comenzó el proceso de revocación de las sanciones anti-rusas, en contra del criterio de Roma. En Alemania, el nuevo partido "Alternativa para Alemania" se ha convertido en la tercera fuerza política del país. El estado de ánimo euroescéptico es cada vez más fuerte entre los partidarios de la CSU (Unión Social Cristiana), el mayor aliado de Merkel.

La otra Europa

La UE liberal está estallando. Al mismo tiempo, después de la salida del Reino Unido de la UE, Europa tiene la posibilidad de crear una unión verdaderamente continental, que no esté centrada en la plutocracia estadounidense y global, sino en los intereses nacionales de los pueblos de Europa. Sin embargo, es evidente que la élite europea no es capaz de crear una formación geopolítica válida. El Brexit es una demostración de su fracaso, y una señal del colapso del proyecto liberal y multicultural.

En el umbral de la cumbre

La salida del Reino Unido será el tema principal de la cumbre de la UE, que se celebrará del 28 al 29 de junio en Bruselas. Las élites europeas tienen que decidir qué hacer con la creciente insatisfacción ante el proyecto de la UE.