Cumbre del G20: Por primera vez occidente no pudo dictar, sino que tuvo que escuchar
China ha pasado meses organizando la cumbre del G20 en Guangzhou. Tenían sus propias ideas y fue una suerte de presentación para China, mostrando a la comunidad internacional que son una potencia global real en lo político y lo económico.
Incluso antes del comienzo de la cumbre, el presidente Xi Jinping estuvo intentando discutir la tendencia de la respuesta negativa contra la globalización y contra la integración económica. China tiene una visión completamente diferente sobre cómo deberían practicarse las relaciones económicas en el mundo. Durante el periodo previo de la globalización, han sacado provecho en muchas áreas: Investigaciones exteriores, exportación por todo el mundo. China se desarrolló tanto y tan rápido, que ahora puede ser parte del club que gobierne la economía global. Esto es lo que ellos querían explicar a otras naciones, especialmente a los países occidentales.
La globalización china se dirige hacia las tecnologías de la información y las plataformas electrónicas. Todo el mundo a lo largo de Eurasia está involucrado en una nueva ruta de la Seda: Sureste de Asia, Asia oriental, Asia central, Asia suroccidental, que incluye Kazajistán y Turquía, y por supuesto, Rusia. Una de las partes de la nueva ruta de la seda incluye el ferrocarril transiberiano, que implica a Rusia directamente. También, la integración más estrecha de Rusia y sur de China les implica a todos. Moscú y San Petersburgo serán plataformas para la comunicación Asia-Europa. Es el único proyecto económico de amplio rango y a largo plazo en el mundo ahora mismo. Ningún otro puede comparársele. Esta es la siguiente gran cosa para los próximos 20 años al menos. Occidente no tiene nada que ofrecer. Los europeos están estancados; viven en una atmósfera de miedo y paranoia, luchando contra el islam, cuando no es el islam real, sino una minoría ultra-radical realmente. Los EEUU están en un caos, sin importar de quién se convierta en presidente.
En el G20 se discutió la integración euroasiática bajo términos Chinos. Más integración entre occidente y Asia, más voz para las instituciones internacionales. China también estuvo hablando sobre el Organización Mundial del Comercio (OMC). Quieren que la expansión de la economía global trabaje dentro del mecanismo de la OMC y no les gusta lo que EEUU está intentando hacer ahora mismo. Los EEUU están intentando cambiar la geopolítica con el acuerdo del TTIP, quieren controlar el comercio entre los EEUU y Europa y el comercio entre EEUU y Asia, evitando a China y a Rusia. Están olvidándose de que Rusia y China ahora tienen una asociación estratégica; ambos están involucrados en un revestimiento de Europa y Asia.
Si miramos el lenguaje corporal del G20, podemos ver cómo Vladimir Putin y Xi Jinping son muy buenos entre sí, y véanse las diferencias con los líderes occidentales. Esto es porque ellos saben que occidente no tiene nada que ofrecer. China quiere ser más o menos el líder del mundo en desarrollo. Como la segunda potencia económica más grande en el mundo, giran hacia una mayor convergencia global, empezando con la integración entre Asia y Europa que beneficia a un montón de países en desarrollo.
Esta cumbre del G20 es muy importante porque occidente, puede que por primera vez fue allí para escuchar, y no para dictar nada. Una de las cuestiones políticas que fueron discutidas, fue Siria. Putin y Obama se reunieron durante una hora y media, lo que es largo tiempo. Antes, hubo una discusión de 4 horas entre las dos delegaciones y también hubo una reunión entre Kerry y Lavrov.
Es imposible, incluso con tantas horas, encontrar una solución para Siria, especialmente en medio de tan compleja cumbre. No habían encontrado la solución para meses de negociaciones. La administración Obama ya no sabe lo que hacer con Siria. Quedan sólo tres meses más de Obama como presidente. Las decisiones reales serán tomadas por el próximo presidente de los EEUU. El margen de maniobra para Obama es muy bueno porque los americanos no se ponen de acuerdo entre sí. Tenemos a la CIA batallando con el Pentágono en Siria. Están luchando entre sí. Ya no sabemos que grupos están apoyando, porque los grupos que solían “defender” ya no existen. Al-nusra fue defendido por Washington pero ahora descubrieron finalmente que Al-nusra es peligroso, que es Al-qaeda. También están los kurdos. Están apoyados por los americanos, están apoyados por los rusos, pero los turcos están combatiéndoles. Ahora tenemos a Turquía invadiendo el norte de Siria. Y Erdogán está en el G20 intentando vender la idea de la denominada “zona segura” en el norte de Siria, así que podría repatriar algunos refugiados sirios que ahora están en Turquía. Parece que nadie está tomando a Siria como un estado soberano. Deberían estar preguntando a damasco sobre ello primero, no a Washington o a Moscú. Esto se está volviendo cada vez más una locura. Tenemos un montón de jugadores que están luchando entre sí mismos y contra el resto. Es muy complejo.
Encontrar un consenso, es algo que debería hacerse. Siria debería permanecer como un país unificado; todo el mundo ha de luchar contra el mismo enemigo que es el estado islámico y los yihadistas. Solo después de estos pasos, podría iniciarse el proceso político. Pero América está intentando establecer un proceso político primero: Assad permanece por los próximos meses y entones todo el mundo se une, Assad se va y tenemos elecciones. Pero no funciona así. Primero ha de terminarse la guerra sobre el terreno. Es imposible resolver todo esto en dos o tres horas de negociaciones en China.