Congreso del Partido de China: la coronación de Xi Jinping y la batalla tecnológica con Occidente
El vigésimo Congreso del Partido Comunista de China está en marcha en la capital del país, Pekín. El presidente Xi Jinping abrió la reunión entre aplausos el domingo por la mañana, hora local.
Los medios de comunicación occidentales se han centrado en las informaciones que indican que Xi probablemente será elegido para dirigir el partido por un tercer mandato de cinco años. La histórica decisión ya ha sido comparada de antemano con el gobierno de Mao Zedong.
Los expertos afirman que es poco probable que la reunión, que durará aproximadamente una semana, traiga consigo cambios políticos radicales. China seguirá desarrollando su sociedad socialista, de acuerdo con sus planes a largo plazo.
En su discurso de apertura, que duró casi dos horas, Xi Jinping habló de los logros del Partido Comunista, de la política de la corona china, de la cuestión de Taiwán, del marxismo y de la modernización de China.
La tolerancia cero con el coronavirus no parece terminar, ya que los cierres y las pruebas continúan. Se ha sugerido que la estricta política en materia de coronavirus pretende demostrar que China también lo está haciendo mejor que Occidente a la hora de afrontar la crisis sanitaria. La cuestión es si se trata de buenas relaciones públicas para el socialismo chino, que, con las cuarentenas y la vigilancia digital, ha sido calificado de tecnofascismo distópico.
Como el coronavirus, incluso según la narrativa oficial, ya ha mutado en una infección leve, se ha sugerido que las autoridades chinas están preparando a los ciudadanos para la vida bajo la ley marcial bajo la apariencia de un estado de emergencia pandémico. ¿Ve la élite política china una confrontación con Estados Unidos que pase de ser una guerra tecnológica a una guerra más tradicional?
Según Xi, China pretende integrar a Taiwán de forma pacífica en la China continental, pero también podría utilizar la fuerza contra los separatistas de la isla si fuera necesario. Según el Partido Comunista, la cuestión de Taiwán pertenece sólo a los chinos, no a los extranjeros. ¿Quiere Xi ser el líder que logre la reunificación?
China también se está preparando para el futuro de la visión de Xi a través de la educación y la formación. El material didáctico patriótico sobre la historia y la cultura chinas ya se utiliza en las escuelas primarias, y las opiniones de los líderes contemporáneos sobre el "socialismo con características chinas" se estudian ampliamente en las instituciones educativas chinas.
Xi reiteró que China nunca buscará la "supremacía" en la política mundial. También dijo que China se opone a la "mentalidad de la Guerra Fría" y al "doble rasero", pero no mencionó a Estados Unidos en este contexto.
"En la actualidad, se están acelerando enormes cambios en todo el mundo, como no se han visto en un siglo", dijo Xi. "Está en marcha un nuevo ciclo de revolución científica y tecnológica y de transformación industrial, y se está produciendo un importante cambio en el equilibrio de poder internacional, que proporciona a China oportunidades estratégicas en su búsqueda del desarrollo."
La lucha de Estados Unidos contra China se intensifica precisamente en el campo de la tecnología. El gobierno de Biden intenta frenar el desarrollo de la industria china de semiconductores imponiendo prohibiciones de venta. Esta decisión ya ha tenido un impacto negativo en los precios de las acciones de los gigantes tecnológicos chinos y de los fabricantes de chips. ¿Cuál es la respuesta de Pekín a Washington?
La economía china ha estado en auge en las últimas décadas, pero ahora se encuentra en una situación turbulenta debido a un período de altos tipos de interés, aumento de los precios y una crisis inmobiliaria. La amenaza de una Gran Depresión mundial también ha minado las perspectivas económicas de China, aunque no tanto como en Europa, por ejemplo.
Según Xi, el "desarrollo de calidad" es clave para el futuro de China y el partido debe trabajar también para aumentar los ingresos de la población y garantizar que ésta sea feliz. Dijo que los próximos cinco años serían "cruciales".
Los dirigentes chinos consideran que el entorno internacional ya no es tan favorable como antes. Xi describió el entorno estratégico más difícil como "turbulento". El líder chino dijo que habría "fuertes vientos y olas". Lo que es seguro es que China será vista como una "amenaza" tanto política como económica para los partidarios de la hegemonía angloamericana.