Una España soberana en la era de la Globalización.
28.06.2019
Nos han quitado muchas cosas por el camino. Maravillosas tradiciones que recordamos con cariño de nuestros padres y abuelos, paisajes hermosos hoy pasto del asfalto y el hormigón, palabras eternas con las que definíamos las aventuras de la infancia, el respeto a una herencia secular, la concordia fraternal entre personas de origen distinto, la estabilidad y dignidad en el trabajo que nos hacía suficientes, esa sensación de seguridad con la que podíamos jugar en la calle, referentes morales hoy destruidos por la televisión, el orgullo por los símbolos que nos unen. Y no es mera nostalgia por un pasado recordado; es la evidencia empírica del precio de un desarrollo no siempre adecuado y sostenible.