Francia en parálisis inmigratoria

Francia está procediendo con el desmantelamiento del campo de inmigrantes en Calais. La operación de reasentamiento de refugiados empezó el lunes 24 de octubre. El gobierno está planeando asentar a los nativos de África, Asia, y oriente medio en centros migratorios de diferentes ciudades francesas.

Sin embargo, los franceses no han quedado contentos con la distribución de los inmigrantes de la “jungla” de Calais. El miedo vinculado a los asaltos sexuales de nochevieja en Colonia (Alemania) todavía está muy presente en la memoria de la gente. Es más, los franceses que vivían en la región de Calais han experimentado la verdadera actitud agresiva de los denominados como “refugiados” en la forma de robos, asaltos, y violaciones…

Al mismo tiempo, en París, miles de inmigrantes ilegales africanos han convertido algunas calles en pocilgas, donde los ciudadanos se han vuelto temerosos incluso de salir a las calles al caer la noche. La situación es especialmente así en el distrito 19, donde, por ejemplo, cerca de la estación de metro ‘Stalingrad’, han sido formadas sus propias “junglas”.

Políticos de derecha (tanto los republicanos como los representantes del Frente Nacional) están unidos en el hecho de que las políticas del actual gobierno socialista son incapaces de arreglar la actual crisis de inmigración en el país.

Reacciones en redes sociales

Periodistas y políticos franceses han criticado la política del gobierno socialista hacia los refugiados durante un largo periodo de tiempo, particularmente en redes sociales. Según ellos, nadie más que Hollande es quien creó tales condiciones en las que el equilibrio entre la población nativa y los recién llegados fue alterado crucialmente, de ahí los motivos para los ataques terroristas…

Un periodista de la televisión francesa “TV Libertés” escribió lo siguiente en su página de Facebook: “Mientras los políticos dan la bienvenida a los inmigrantes con los brazos abiertos, gente sin hogar muere en las calles sin recibir ningún apoyo financiero o alguna ayuda del Estado”.

El canal también publicó videos de Calais en su página. “Nuestra gente estuvo en Calais en la noche del desmantelamiento del campamento. Mientras se marchaban, los inmigrantes incendiaron el campamento. El jefe de departamento de la región del estrecho de Calais (o estrecho de Dover), Fabien Busio, serenamente dijo que ‘entre la población inmigrante hay una tradición de destruir sus moradas previas antes de marcharse’”.

Sólo imagínense, es una tradición “destruir sus moradas previas”… pero la cuestión que involuntariamente le sigue es: ¿Cuál es la tradición de asaltos sexuales masivos en Colonia?

Un video también apareció en la red social, en el que un autobús con inmigrantes desde Calais llegó a una ciudad provincial francesa. La gente de la organización Asistencia para los Refugiados les recibió con júbilos y aplausos. El periodista francés Boris Le Lay comentó en el video de la siguiente manera: “¡Increíble! Gente aplaude a inmigrantes que llegan desde Calais a otra ciudad francesa. Ellos les aplauden como si fueran liberadores, a pesar del hecho de que esos inmigrantes están ilegalmente aquí en nuestro suelo propio y francés. Ni uno solo de los soldados franceses regresando de la guerra recibe semejantes aplausos”.  

Los usuarios también remarcaron en comentarios de la publicación:

Cedric Cpn: “No es un autobús malo, mucho mejor que aquellos en que los soldados franceses regresan de la guerra…”.

Anne-Marie Metaireau: “Si estas pobres chicas que reciben a los inmigrantes con tanto entusiasmo supieran lo que ellos tienen en su mente, ellas no estarían, por supuesto, aplaudiendo… Oh, el tiempo lo mostrará todo…”.

Bruno Choisy: “¡Maldición! ¡No puedo creerlo! Aplausos para aquellos que están yendo a destruir la cultura e identidad francesa… ¡¡Esto es lo mismo que dar la bienvenida a un caballo de trocha que finalmente conducirá a la desaparición de nuestro pueblo francés!! ¡Marine Le Pen, sálvanos!”.

Eric Vdw: “¡¡Pobre Francia!! Más de cinco millones de desempleados, más de 2.000 millones de deuda, nuestros sin techo muriéndose, y Francia les ignora a todos ellos. ¿Y esa gente está aplaudiendo a los inmigrantes? Qué debilidad de espíritu, qué ingenuidad…”.

Michel Daillet: “Increíble… ¿Y cuando ellos estén siendo violados y asesinados, continuarán aplaudiendo a esa gente? ¿A quién están aplaudiendo? ¿A ellos mismos?”.