Trumpismo, pragmatismo y el fin del globalismo liberal
¿Cómo conciliar la multipolaridad con el trumpismo? No es algo claro. Entre los trumpistas existen quienes están de acuerdo con ello y quienes están en contra. Los neoconservadores no son trumpistas (son globalistas), pero siguen influyendo sobre el trumpismo.
El dominio estadounidense no es lo mismo que la unipolaridad y menos aún sinónimo de globalismo liberal. Existen diferentes formas de pensar este problema y algunas de ellas no son contrarias a la multipolaridad, mientras que otras sí lo son.
Lo más intrigante sería saber qué ideología va adoptar Trump frente EEUU y al mundo. Tiene que proponer algo realmente nuevo y atractivo. Hasta ahora sólo hay indicios o alusiones. Pero la vieja ideología liberal globalista se ha acabado.
Podemos sugerir que Trump elegirá el pragmatismo. Pero el pragmatismo es una filosofía compleja (muy estadounidense, por cierto). Tiene su ontología y su ética, sus aplicaciones políticas y sus consecuencias prácticas. El pragmatismo es una ideología, no el simple hecho de ser práctico. El pragmatismo es una especie de fenomenología que se complemente bien con el realismo. El realismo también es una filosofía política y una especie de ideología. Es apasionante ver que el trumpismo ideológico siga esta línea.
El pragmatismo se basa en que no puede haber prescripción. Las cosas son como son y no como deberían ser. Así que no existen leyes prescriptivas ni para el sujeto ni para el objeto. Sólo existe el proceso, una constante comprobación de la realidad y creación de la realidad.
Elon Musk intenta ahora sustituir la estrategia totalitaria prescriptiva de los medios de comunicación liberales por el realismo pragmático de unos servicios sociales imparciales y no controlados: http://x.com/ sirve de ejemplo. El no prescribir nada puede ser uno de los fundamentos del trumpismo.
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera