Homenaje a mi amigo Carlo Terracciano

La conmemoración no puede limitarse a encender una vela ante la estampa de alguien que ha ido más allá. La conmemoración tiene valor cuando evoca el espíritu y el intelecto de quienes han estado a nuestro lado y ya no están. Lo que sigue es una breve reflexión a partir de lo expresado por Carlo, combinándolo con los que hoy son nuestros maestros, al igual que Carlo fue nuestro maestro.

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El nacimiento del Estado-nación en Europa fue el resultado de la implosión del Estado Imperio, y la ideología nacionalista que lo sustenta es una composición político-cultural burguesa inconexa.

En su tesis de licenciatura (publicada posteriormente por Edizioni Barbarossa en 1979 con el título La vía imperialista del nazionalismo italiano, que aún puede consultarse en la página web Orionlibri) Carlo Terracciano puso de relieve lo conscientes que eran de ello los nacionalistas italianos al formular un compuesto ideológico para la reafirmación del Estado Imperio. Hasta qué punto y con cuánta afinidad de pensamiento con esta vía llegaron a la fundación del Imperio italiano en los años treinta debería ser objeto de estudio. Sin embargo, bien puede argumentarse que hasta cierto punto los nacionalistas italianos fueron protagonistas de una especie de «revolución conservadora» paralela a la que surgió en Alemania.

También en este campo, como en el de la geopolítica, Terracciano reveló toda su clarividencia como analista y teórico, contribuyendo sustancialmente al crecimiento y desarrollo del pensamiento de la comunidad que giraba en torno a la revista Orion.

Hoy estamos en presencia del intento estadounidense de reafirmar la hegemonía unipolar, al que se opone el proyecto multipolar que tiene a la Federación Rusa en su corazón. En el contexto del concepto multipolar se sitúa el modelo euroasiático, que traza las coordenadas del Estado Imperio, es decir, la estructuración orgánica de las naciones en un marco político homogéneo. Así pues, un mundo multipolar en el que Eurasia, entendida como un gran espacio continental, esté en armonía con todas las demás zonas representadas por los «Estados civilización», soberanos y liberados de la hegemonía del globalismo estadounidense, tendiendo a preservar la diversidad de modos de vida, culturas, costumbres, credos, en definitiva, las tradiciones originales.

Para dar una idea del proceso desintegrador en curso a escala mundial y cuya tendencia es necesario invertir, se puede recurrir a los principios básicos de la etnosociología enunciados por Aleksandr Dugin. Cito un resumen extrapolado del libro El mundo multipolar. De la idea a la realidad del filósofo ruso, actualmente en fase de traducción y de próxima publicación por AGA Editrice.

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«Recordemos los principios básicos de la etnosociología. La etnosociología trabaja con los siguientes conceptos

- etnia

- pueblo

- nación;

-sociedad civil.

Éstos corresponden a diferentes tipos de sociedad. La *etnia* es el orden social más arcaico, característico de las pequeñas comunidades agrarias o pastorales, donde no existe división social ni jerarquía de clases. Los lazos étnicos en la etnia son estrictamente horizontales y la mentalidad se basa en mitos. Se trata de una sociedad arcaica con identidad colectiva.

Un "pueblo" es un grupo étnico que ha entrado en la historia, ha construido un Estado, ha fundado una religión o una cultura propia. Casi siempre un pueblo está formado por dos o más grupos étnicos, a los que une en una estructura abstracta. Dentro del pueblo existe una división de clases y una jerarquía, una vertical de poder. Se trata de una sociedad tradicional. La identidad aquí es colectiva y de clase. El mayor logro histórico de un pueblo es la creación de un imperio.

"La nación" sólo surge en la Edad Moderna en la sociedad burguesa. La nación es una comunidad artificial basada en la identidad individual. Las naciones aparecieron en Europa en la Edad Moderna. Aquí, la jerarquía social se basa en el principio de la riqueza material. Este es el tipo de sociedad característico de principios de la Modernidad.

La "sociedad civil" surge cuando se produce la transición de la nación al Mundo Único y al Gobierno Mundial. La sociedad civil se manifiesta plenamente en el globalismo. En ella existe la misma identidad individual que en la nación, pero sin fronteras nacionales. La sociedad civil se forma dentro de las naciones y estados burgueses, pero gradualmente trasciende sus fronteras y adquiere un carácter global. Aquí, la identidad nacional artificial queda abolida y el individualismo se convierte en global. Históricamente, la sociedad civil es característica del periodo de la modernidad tardía y el posmodernismo'.

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Retomando, pues, la lección de Carlo Terracciano, cabe esperar que en Italia las fuerzas antagonistas elaboren una teoría similar en esencia a la de la vía imperialista del nacionalismo italiano, marcando así la recuperación de la verdadera función de la nación. Personalmente, es en este frente en el que me siento comprometido. Es ciertamente esencial observar el desarrollo del mundo multipolar evocado en Rusia y en otros lugares; es importante cooperar y forjar relaciones poniendo en marcha iniciativas comunes - pero es un deber fundamental, para un italiano, trabajar en Italia para formar un frente multipolar. Es esencial gastar «en casa» las mayores y mejores energías, exactamente lo que Carlo Terracciano hizo y yo he hecho a lo largo del tiempo con él y con otros que ahora están ausentes.

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