Camino de paz entre gobierno de Colombia y ELN se inicia en Ecuador
Quito, 31 mar (PL) No por esperado es menos bienvenido el anuncio de que las negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y el guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciarán en Ecuador en una fecha aún por definir.
El gobierno ecuatoriano, que ayer celebró la noticia y prometió todo su apoyo, ya había expresado en junio de 2014 su disposición a acoger esas pláticas, luego de ser sede de los primeros contactos secretos entre representantes del mandatario Juan Manuel Santos y del ELN.
Según reveló entonces el presidente Rafael Correa, ese acercamiento se llevó a cabo en la norteña provincia de Imbabura, muy cerca de la frontera con Colombia.
Hace varios meses, obviamente de manera extremadamente confidencial, se realizaron en Ecuador conversaciones entre el gobierno colombiano y el ELN, y nosotros estamos dispuestos a dar las facilidades, a dar todo nuestro aporte para continuar con esos diálogos, detalló en aquel momento el gobernante ecuatoriano durante una rueda de prensa en la ciudad portuaria de Guayaquil.
Aunque al momento de redactar estas líneas Correa no se había pronunciado sobre el anuncio hecho ayer en Caracas por Frank Pearl, jefe de la delegación del gobierno colombiano, y Antonio García, del ELN, la cancillería ecuatoriana reaccionó de inmediato con un comunicado donde expresó su beneplácito por las buenas nuevas.
Tras reiterar su compromiso con los esfuerzos para poner fin a la guerra que desangra a la nación vecina desde hace más de cinco décadas, el texto hace votos por la consecución de una paz justa y definitiva.
Desde México, el canciller de Ecuador, Guillaume Long, también celebró que la primera fase de diálogo se realice en su país.
Es para nosotros un orgullo que Ecuador sea la sede del diálogo entre el gobierno de Colombia y el ELN. Deseamos paz a los hermanos de Colombia, aseveró el jefe de la diplomacia ecuatoriana en rueda de prensa, quien horas antes había afirmado en Twitter que su país apoyará en todo lo necesario.
Long también resaltó que el eventual fin del conflicto armado, que sería completado con el acuerdo que negocian desde hace más de tres años en La Habana el gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), traerá seguridad a toda la región.
Ecuador, que comparte más de 700 kilómetros de una porosa frontera con Colombia, sería uno de los principales beneficiados con el cese de las hostilidades, que también le han costado sangre ecuatoriana y una enorme cantidad de recursos, pues el Ejército local se ve obligado a mantener entre 10 mil y 12 mil soldados para vigilar la línea limítrofe.
De hecho, ambos gobiernos se están ya preparando para ese escenario de paz, a juzgar por las recientes declaraciones de sus respectivos ministros de Defensa sobre la posibilidad de crear una fuerza militar conjunta que operaría en la zona fronteriza para combatir el narcotráfico, el crimen organizado y la minería ilegal, entre otros delitos.