Yankees, go home

16.05.2016

Para quienes utilizan (desde la ventosidad feisbookera, la camisetita ¿ocurrente? o incluso el alarido ocasional en conciertos ¿contestatarios?) este slogan mientras justifican a Obama frente a otros presidentes usacos o votan al buscón y sus "mareachis", sólo recordar a los dos elementos que, por intentar recortar desde la arriscada gestión (que no desde la comodidad del gesto inane y biodegradable) la influencia de Washington en nuestro país, uno voló por los aires y al otro lo apearon del poder del modo más sucio posible...

Una de las delicias de las próximas presidenciales de noviembre es que nos encontraremos con que puede ganar un sujeto más dispuesto a retirarse de las latitudes continentales europeas de lo que lo desearían incluso los gauchoatlantistas manejados por "titirisoros" o de que tal vez gane una climatérica macbethiana que (salvo que se deje asesorar por la templada estrategia de un Kissinger respecto a Moscú) puede convertir el rol intervencionista (ya bastante perturbado y perturbador con la "obamocracia" de primaveras y maidanes) en un torbellino demencial digno del dr. Strangelove o del Hitler más rusófobo y que obligará a las gentes de a pie a valorar la geopolítica en su sentido más cruda y prosaicamente supervivencialista, sin escapismos de tercera vía (¿qué "tercera vía" cuando, en un mundo de nuevo bipolarizado entre el conglomerado occidental y el eje Rusia/China/Irán, el único país del mundo que se ha permitido tales pasos de baile en los últimos tiempos es el curtido funámbulo vietnamita, hoy más en la encrucijada que nunca?) sino con la misma claridad que en Transdnistria, Belarus, el Donbass, Hungría, Siria o Crimea se valora la condición eurasiática como garante de la soberanía frente a la bota y/o chequera ocupante y avasalladora de los explotadores occidentales.

Luminar XXI