¿Trump realmente hará a EEUU grande de Nuevo?

02.02.2017

La investidura fue un acontecimiento maravilloso y realmente estuve allí. Siempre he estado viendo las investiduras por la televisión y o similares, pero a esta en concreto asistí verdaderamente.

Fue una bonita ceremonia y también fue muy civilizada. Hubo grupos de personas gritando, etc., pero básicamente era un tipo de viejo acontecimiento estadounidense. La mayoría de gente no era de Washington. Creo que quien vive en Washington estaba en su casa gritando en ese momento.

Por tanto, hubo muchos forasteros, mucha gente bien vestida, y todo el mundo fue muy civilizado.

Cuando ocurre la investidura presidencial, el héroe de la ocasión siempre trata de evocar la retórica de John F. Kennedy: “Qué podéis hacer por vuestro país”; nuevas fronteras; elevar los valores estadounidenses; triunfar sobre el mundo, etc. Esto es normalmente lo que casi todos los presidentes intrentan evocar, incluso Richard Nixon, y ciertamente Barack Obama. George W. Bush en 2004 dio el que puede ser el discurso más globalista jamás pronunciado por un presidente estadounidense. Dijo afectivamente: “Hay un único camino verdadero para toda la humanidad, y este es el camino estadounidense”.

Pensaba que habría una posibilidad de que Donald Trump hiciera tal típico discurso con las palabras que la mayoría de nosotros encontramos vacías en este punto, pero no lo hizo así. Dio un discurso nacionalista y populista, dijo desde el mismo comienzo: “Esto no es simplemente una transferencia de poder de un partido a otro, esta es una transferencia del poder de vuelta al pueblo”. Muchos políticos están diciendo cosas así, pero también dijo algo que fue más bien duro. Y es aquello de que estamos transfiriendo el poder desde una pequeña élite en Washington DC, que estamos descentralizando el poder a los ciudadanos.

Declaraciones como esa podrían denominarse como osadas, y ponen a Donald Trump como un renegado populista contra el sistema. Y creo que hay mucho de cierto en eso.

Entonces de nuevo, el no dio un discurso republicano “conservador”. Dijo que el gobierno está aquí para servirnos, al pueblo. No dijo las cosas típicas de los conservadores. Realmente dijo que el gobierno debería traer de vuelta nuestros trabajos, nuestras fronteras, y también dijo algo muy poético, que él traerá de vuelta nuestros sueños.

No creo que se refiera al sueño americano en un sentido que todo el mundo puede conseguirlo en EEUU, creo que se refiere a algo más grande que eso. Quiere decir un sentido de grandeza y magnificencia y majestuosidad que Trump ha estado captando toda su vida. Por tanto, fue un discurso muy interesante.

Tuvimos al presidente Andrew Jackson a mediados del siglo XIX, que fue un hombre muy diferente a Trump. Fue un combatiente contra los indios, un hombre salvaje. Llegó al cargo y llevó a todos sus votantes favoridos y destruyeron la Casa Blanca al hacer una fiesta, esto es muy famoso.

Trump es un poco así, hay una especie de populismo jacksoniano que estuvo presentando.

No sé lo que va a ocurrir con Donald Trump. Cuando él fue elegido, estuve muy eufórico. En este punto, soy escéptico para ser honestos. Porque siento como si hubiera visto esto antes. Quiero que él sea algo diferente, no quiero que él tenga una retórica diferente. Pero la retórica es sorprendentemente diferente y él se está presentando a sí mismo en un modo radicalmente nuevo. Tanto si esto puede que sea el último aliento de una versión más vieja de EEUU, o si esto es realmente un nuevo camino de la historia, vamos a descrubrirlo.