Por qué Myanmar puede ser un puente entre India y China
El encuentro de gran trascendencia entre el primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente chino, Xi Jinping, abre nuevas y apasionantes oportunidades. Los efectos dominó de esta interacción clave entre líderes fuertes de los dos Estados civilización se dejarán sentir naturalmente en el terreno bilateral.
Además de prometer estabilidad a lo largo de su disputada frontera, los beneficios de la conversación de Kazán van mucho más allá de la seguridad. Por ejemplo, el diálogo entre los dos altos dirigentes ha abierto la puerta a una nueva fase de compromiso geoeconómico entre Nueva Delhi y Pekín. .
Las inversiones chinas en India y las exportaciones indias a China en el sector de los servicios, especialmente las tecnologías de la información y los sectores farmacéutico y agrícola, pueden ser el nuevo modelo de la era post-Kazan. Tras la cumbre de 2014 entre el primer ministro Modi y el presidente Xi en India, Pekín había prometido un paquete de inversiones de 20.000 millones de dólares en India. Eso incluía la creación de un parque industrial para la fabricación de equipos eléctricos. Si todo hubiera ido según lo previsto, este equipo se habría exportado a China, aliviando así la balanza de pagos adversa a la que India se ha enfrentado crónicamente en sus relaciones comerciales con China.
Siguiendo a Kazan, si la vía económica bilateral despega, puede animar a ambos a plantearse una asociación conjunta en terceros países, especialmente en el Sur Global bajo la fórmula India-China+. En el futuro, esta fórmula podría mutar en una idea Rusia-India-China+ en la que los tres gigantes del mundo multipolar puedan trabajar juntos en el Sur Global.
A medida que se asienta el polvo de las conversaciones Modi-Xi -un acontecimiento que tuvo lugar tras un vacío de cinco años durante los cuales las tensiones militares se dispararon a lo largo de las altas cordilleras del este de Ladakh-, ahora es posible que tanto Pekín como Nueva Delhi retomen el hilo y exploren posibilidades de incursiones conjuntas en Myanmar, una nación clave en la cúspide del sur y el sudeste asiáticos.
¿Por qué Myanmar?
Hay al menos cuatro razones de peso por las que India necesita volver a relacionarse con Myanmar. En primer lugar, la geografía de Myanmar lo convierte en un candidato natural para una asociación más profunda. Myanmar es la puerta de entrada de India al sudeste asiático -de hecho, el eje de la política de Nueva Delhi hacia Oriente Próximo-. Presenta un corredor contiguo para una mayor conectividad entre el noreste de India y la ASEAN.
Como era de esperar, Myanmar es el punto de apoyo de la autopista asiática que unirá India con Tailandia, abriendo la posibilidad de conectar por el norte con Danang, en Vietnam. El comercio y las inversiones a lo largo del corredor pueden convertirse en un nuevo motor de creación de empleo, prosperidad y aumento de la conectividad entre las personas.
En segundo lugar, Myanmar posee una situación marítima geoestratégica única, a lo largo del golfo de Bengala. India ha sido el socio de Myanmar en la construcción del puerto de Sittee. Este puerto, con un enorme potencial, es la puerta natural para canalizar el comercio del eje noreste de India con el resto del mundo, incluida la ASEAN. Por su parte, China ha construido el puerto de aguas profundas de Kyaukphyu, junto con un parque industrial. Este puerto tiene una importancia estratégica primordial, ya que reduce la dependencia comercial de China del estrecho de Malaca, dominado por Estados Unidos, un punto de estrangulamiento clave que puede aprovecharse para la contención de China.
En tercer lugar, Myanmar posee enormes recursos naturales. Entre ellos, importantes yacimientos de piedras preciosas y semipreciosas, como rubíes, zafiros, jade y otras piedras preciosas. También tiene yacimientos de plata, plomo, zinc, oro, estaño, tungsteno y barita. Además, Myanmar posee importantes reservas de petróleo y gas natural, así como un enorme potencial hidroeléctrico, que puede convertirlo en excedentario energético.
Myanmar también puede ser un actor importante para garantizar la seguridad alimentaria regional, ya que sus fértiles tierras permiten el cultivo de diversas cosechas, como arroz, legumbres y otros productos agrícolas, complementando recursos marinos como la pesca. Los bosques del país son también una fuente importante de madera, leña y otros productos forestales.
Por último, como vecino de los dos gigantes de un orden mundial multipolar, Myanmar es un puente vital entre India y China. Antes de embarcarse en su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), China, India, Bangladesh y Myanmar habían señalado el corredor económico BCIM. Pero la animosidad entre India y China, a causa del Corredor Económico China-Pakistán -el buque insignia de la BRI que atraviesa la indivisa Cachemira, que había accedido a India al finalizar el dominio colonial británico-, paralizó el proyecto. Además, los recientes cambios de régimen en Bangladesh y la agitación subsiguiente han apartado, por ahora, a Dacca de la ecuación del BCIM y han estimulado la demanda de una nueva iniciativa regional.
En consecuencia, como seguimiento de la conversación de Kazán entre el primer ministro Modi y el presidente Xi, puede considerarse trilateralmente un nuevo corredor económico China-India-Myanmar (CIM) como derivado del plan BCIM. Más aún, este proyecto independiente puede mantenerse fuera del marco del BRI, ya que sus raíces se remontan a la era anterior al BRI. China ya ha dado el pistoletazo de salida al Corredor Económico China-Myanmar, que puede reiniciarse como un nuevo proyecto, con nodos que se extiendan hasta la India pasando por Bangladesh, donde el cambio de régimen amenaza con provocar turbulencias en el noreste de la India, Myanmar y China.