Los liberales traicionan a los cristianos en Oriente Medio
¿Cómo es posible que los terroristas, los liberales y los protestantes menosprecien a los cristianos en Siria e Irak?
Hace poco apareció un informe de 88 páginas de organizaciones benéficas no gubernamentales que prestan asistencia a los cristianos en Siria e Irak. Los autores no solo describen la verdadera situación de nuestros hermanos y hermanas en la fe, sino que subrayan que los cristianos han sido secretamente excluidos de planes a futuro que tienen que ver con la reconstrucción de Irak.
El país va a ser dividido en tres partes - una parte shiita supervisada por Irán, una sunnita monitoreada por Turquía y los kurdos y otra también sunita pero bajo el control de los kurdos nacionalistas. Minorías nacionales y religiosas, como los yazidíes, sabeos, armenios, asirios y árabes cristianos, no tienen lugar en el futuro de Irak.
Y eso a pesar de que hace 10 años más de medio millón de cristianos residían en el país y las Planicies de Nínive son la cuna de nuestra fe. En esa región hay antiguos monasterios y templos. En Nínive, ahora Mosul, por ejemplo, está la tumba del profeta Jonás que aparece en el Antiguo Testamento, la cual fue destruida por el ISIS cuando los terroristas tomaron la ciudad.
De todos modos, la persecución de los cristianos comenzó mucho antes de la aparición del ISIS. En el 2003 los estadounidenses y sus cipayos invadieron Irak. Occidente no quería hablar de la relación entre grupos étnicos y religiosos y por eso echaron mano a la política de “caos controlado”. Debido a Occidente se dio inicio a una guerra civil entre shiitas y sunitas y las comunidades cristianas tradicionalmente prósperas se convirtieron en presa fácil para los militantes de ambos sectores. Los que huyeron hacia el norte, a Kurdistán, se convirtieron en ciudadanos de segunda clase. En un suburbio de Erbil llamado Ankawa, la localidad se convirtió en un importante centro de refugiados asirios. Masaoud Barzani, presidente del Kurdistán irakí, está construyendo un estado de solo sunnitas kurdos, por lo que entiende que los refugiados cristianos son una amenaza para sus ambiciosos planes. Por lo tanto, cuando el ISIS llegó a las Planicies de Nínive y comenzó el genocidio de todos los "infieles" en junio de 2014, las Peshmergas (fuerzas militares autónomas kurdas) pronto dejaron las áreas cristianas y observaron (pasivamente) la matanza.
Cuando los terroristas del ISIS llegaron a Bagdad y Erbil, las autoridades iraquíes y kurdas se asustaron mucho y empezaron a formar unidades de milicias antiterroristas. Los primeros en alistarse fueron voluntarios cristianos refugiados que deseaban regresar a su patria. Pero los jefes de las milicias no quisieron darles armas y se apropiaron de todos los fondos de las organizaciones internacionales (pertenecientes a los cristianos) .
Debido a ello se retrasó el proceso de formación de brigadas cristianas. En consecuencia, grupos como "Dveh Navsha" compraron armas en el mercado negro y fueron al frente. Cierta cantidad de voluntarios norteamericanos y europeos luchan aún en sus filas y no entienden porqué los países occidentales gastan millones en el ejército irakí y los Peshmergas, pero no dan un centavo para ayudar a los cristianos.
Por cierto, en la vecina Siria son estructuras de ortodoxos las que trabajan con más ahínco. Ya llevan cuatro años manteniendo las defensas que rodean Deir Ez-Zor, además de haber participado en la captura de Palmira y la disuasión del ataque sobre Hama.
Asimismo, las divisiones cristianas desempeñaron un papel clave en la liberación del este de Mosul. Los Peshmergas y el ejército irakí tienen miedo de avanzar más profundamente en barrios que el ISIS transformó en sólidas fortificaciones. La Brigada Babel luchaba entretanto utilizando sistemas de túneles cavados en la edad media por los monjes. Los soldados pasan por debajo de los campos minados y atraviesan las líneas defensivas de los yihadistas.
Si bien los cristianos armados pueden protegerse por sí mismos, la situación de los cristianos refugiados es mala. En los campamentos de refugiados, la mayoría musulmana se burla de los cristianos, a los que roban, violan, matan y sacan sus documentos.
Al mismo tiempo, los principales flujos de refugiados van a Europa. Y los europeos prefieren no hacer diferencias entre las distintas líneas religiosas para evitar divisiones, en función de la "tolerancia" o debido a la apatía o a un total malentendido de la situación.
Los británicos negaron en diciembre del año pasado la visa a tres arzobispos de Siria e Irak que iban a viajar pues habían una invitación del príncipe Carlos. En cambio, Gran Bretaña concedió asilo político a predicadores wahabís de la organización terrorista Hermandad Musulmana condenados a muerte en Egipto debido a que preparaban ataques terroristas, entre los que se incluía la voladura de una iglesia en El Cairo.
¿Qué locura es esta?: los protestantes europeos se comportan peor que los wahabitas. Y tener en cuenta que, por lo menos, de estos ya sabemos exactamente qué se puede esperar.
El protestantismo es el cristianismo de los neoliberales globalistas, quienes albergan un “odio salvaje" contra la iglesia ortodoxa. El caso de Donald Trump es distinto pues mantiene la iniciativa de ayudar a los refugiados cristianos y critica a los protestantes.
Los católicos apoyaron centralmente la iniciativa del Presidente de Estados Unidos. De hecho, recaudaron dinero para ayudar a voluntarios en la lucha contra el ISIS en la Planicies de Nínive. Los protestantes, bautistas, evangélicos y adventistas del séptimo día, que previamente respaldaron protestas contra el gobierno, ahora acusan a Trump de violar la ética cristiana del Buen Samaritano. Haciendo hábiles malabares con párrafos bíblicos, estos supuestos cristianos se han convertido en los agentes reales y principales agentes de las políticas neoliberales globalistas en este ámbito.
Cuidado con los falsos profetas que vienen a vosotros vestidos de ovejas pero por dentro son lobos voraces.