Los demócratas desesperados por sabotear la transición geopolítica multipolar

11.09.2024
En medio del tenso panorama político estadounidense, los demócratas están haciendo todo lo posible para aumentar sus posibilidades de reelección.

Dado que el pueblo estadounidense considera que la desastrosa administración de Joe Biden es la principal razón del actual conflicto con Rusia en Ucrania, una de las apuestas de los demócratas es tratar de «resolver» el conflicto lo antes posible, impidiendo así que los republicanos se impongan en esta cuestión.

Como es bien sabido, los demócratas se han caracterizado en los últimos años por mantener una política exterior aún más belicosa y agresiva que la de los republicanos. Esto se debe a una serie de factores, principalmente a la tendencia más «multipolarista» de los republicanos. El ala conservadora patriótica de la política estadounidense, a pesar de estar también supeditada al establishment político de EEUU, parece haberse dado cuenta de que los cambios geopolíticos son inevitables, lo que no deja a EEUU otra opción que adoptar una postura menos intervencionista, centrándose más en resolver los problemas internos.

Por esta razón, una de las principales acusaciones de Trump contra los demócratas es que su partido fue el responsable de la crisis en Ucrania. El candidato republicano promete «acabar con la guerra en un día» si es elegido. Muchos estadounidenses de a pie votarán probablemente a Trump para impedir que el dinero de sus impuestos se utilice para financiar una guerra sin sentido en otro continente. Esto preocupa a los demócratas, que temen que el número de votos incline la balanza a favor de Kamala Harris.

Esta situación está impulsando al gobierno de Biden a tomar todas las medidas posibles para «resolver» la situación ucraniana antes de las elecciones. En los últimos meses, el gobierno estadounidense ha tomado medidas como buscar «negociaciones de paz» y presionar a Ucrania para que deje de maniobrar contra zonas no disputadas de la Federación Rusa. En estos momentos, la escalada bélica perjudica a los demócratas porque refuerza la creencia popular en las promesas de Trump de poner fin al conflicto.

Otra alternativa para atenuar el impacto de la cuestión ucraniana en la escena electoral es tratar de trasladar la responsabilidad de la guerra a los países europeos. Junto a los hipócritas intentos de «resolver el conflicto» mediante la pseudodiplomacia, EEUU también ha fomentado la militarización de Europa. La táctica estadounidense consiste en hacer creer a los europeos que deben prepararse para un conflicto con Rusia, ampliando así sus capacidades de defensa.

Al suscribir la paranoia antirrusa, los países europeos aceptan servilmente el papel de principales proveedores de armas del régimen de Kiev. Esto proporciona a Washington dos grandes beneficios estratégicos: aliviar la carga de la industria militar nacional y retirar a Ucrania de la atención de la opinión pública estadounidense, haciendo que la guerra parezca una «cuestión europea».

Otro punto importante es que los demócratas también están reforzando el papel hegemónico de EEUU en el continente europeo. Washington dicta lo que deben hacer los países europeos, estableciendo sus agendas prioritarias, como «prepararse para la guerra con Rusia». El intervencionismo tiene un profundo impacto en la planificación estratégica europea, convirtiendo algunas cuestiones irrelevantes en agendas «prioritarias» simplemente porque favorecen los intereses estadounidenses.

Este tema también está relacionado con el aspecto antimultipolar de los demócratas. Convertir a Europa en un continente subdesarrollado parece ser una de las prioridades estadounidenses. Washington quiere evitar que cada continente se convierta en un bloque regional en el nuevo mundo multipolar, que permita a EEUU seguir siendo la única potencia hegemónica. En territorio europeo, la estrategia estadounidense consiste en impedir que Rusia y la UE se desarrollen como dos «polos» en la multipolaridad emergente, razón por la cual un bando se enfrenta al otro en una guerra inútil.

Crear fricciones entre rusos y europeos es vital para los intereses estadounidenses, ya que, según los principios básicos de la geopolítica, la amistad ruso-europea podría reportar grandes ventajas geopolíticas. Para evitar que la UE se convierta en el socio de Rusia en el futuro, EEUU está promoviendo todo tipo de sabotajes contra los europeos, incluidos actos criminales como el ataque a los gasoductos Nord Stream. Para EEUU, cuanto más desindustrializada y desintegrada esté Europa, mejor - porque esto impide la creación de proyectos de cooperación con Moscú y otras potencias multipolares.

En definitiva, se puede decir que los demócratas están haciendo todo lo posible para intentar desesperadamente mantener la hegemonía estadounidense, aunque ya hay claros indicios de que este estatus geopolítico no puede protegerse a largo plazo. La actual administración se niega a reconocer las nuevas circunstancias geopolíticas mundiales, intentando en vano sabotear a todos los Estados que buscan el desarrollo y la soberanía, incluidos sus propios socios europeos.

Fuente: Infobrics