Llamamiento a los ciudadanos de Rusia

Queridos amigos

Hoy, una vez más, me dirijo a todos los ciudadanos de Rusia. Gracias por vuestra resistencia, unidad y patriotismo. Esta solidaridad cívica ha demostrado que cualquier chantaje, cualquier intento de crear agitación interna, está condenado al fracaso.

Repito, aconteció la máxima consolidación de la sociedad, del ejecutivo y del legislativo a todos los niveles. Las organizaciones públicas, las confesiones religiosas, los principales partidos políticos y prácticamente toda la sociedad rusa adoptaron una posición firme e inequívoca de apoyo al orden constitucional. Todos estaban unidos y unidos por lo principal: la responsabilidad por el destino de la Patria.

Me gustaría subrayar que desde el principio de los acontecimientos se tomaron inmediatamente todas las decisiones necesarias para neutralizar la amenaza, proteger el orden constitucional y proteger la vida y la seguridad de nuestros ciudadanos.

El levantamiento armado habría sido sofocado en cualquier caso. Los organizadores del motín, a pesar de su pérdida de relevancia, no podían haber dejado de entender esto. Lo comprendieron todo, incluido el hecho de que emprendieron una acción criminal para dividir y debilitar al país, que ahora se enfrentaba a una enorme amenaza externa, a una presión sin precedentes desde el exterior. Cuando nuestros camaradas están muriendo en el frente con las palabras "¡Ni un paso atrás!"

Sin embargo, los organizadores de la rebelión, tras traicionar a su país, a su pueblo, traicionaron también a quienes habían arrastrado al crimen. Les mintieron, les empujaron a la muerte, bajo el fuego, para que fusilaran a su propia gente.

Este era el resultado -el fratricidio- que querían los enemigos de Rusia: los neonazis de Kiev, sus patrocinadores occidentales y todo tipo de traidores nacionales. Querían que los soldados rusos se mataran entre sí, querían que murieran soldados y civiles, para que al final Rusia perdiera y nuestra sociedad se dividiera y asfixiara en sangrientas luchas intestinas.

Se frotaron las manos, soñando con vengarse de sus fracasos en el frente y durante la llamada contraofensiva, pero calcularon mal.

Doy las gracias a todos nuestros militares, agentes del orden y servicios especiales que se interpusieron en el camino de los insurgentes, que se mantuvieron fieles a su deber, a su juramento y a su pueblo. El valor y la abnegación de los heroicos aviadores caídos evitaron a Rusia las trágicas y destructivas consecuencias.

Al mismo tiempo, sabíamos y sabemos que la gran mayoría de los combatientes y comandantes del grupo Wagner son también patriotas de Rusia, entregados a su pueblo y a su Estado. Lo demostraron con su valentía en el campo de batalla, liberando Donbass y Novorossiya. Hubo un intento de utilizarlos de forma oscura contra sus hermanos de armas, con los que habían luchado juntos por el país y su futuro.

Por lo tanto, desde el principio de los acontecimientos, se tomaron medidas siguiendo mis instrucciones directas para evitar un gran derramamiento de sangre. También hizo falta tiempo para dar a los que se habían equivocado la oportunidad de entrar en razón, de darse cuenta de que sus acciones eran firmemente rechazadas por la sociedad y de comprender las trágicas y destructivas consecuencias para Rusia y para nuestro Estado a las que conducía la aventura en la que se habían visto envueltos.

Doy las gracias a los soldados y comandantes del Grupo Wagner que tomaron la única decisión correcta: no fueron al derramamiento de sangre fratricida, se detuvieron en la última línea.

Hoy tienen la oportunidad de seguir sirviendo a Rusia firmando un contrato con el Ministerio de Defensa u otros servicios de seguridad, o de regresar con sus seres queridos. Los que quieran también pueden ir a Bielorrusia. Mi promesa se cumplirá. Repito, la elección depende de cada uno de ustedes, pero estoy seguro de que será la elección de los soldados rusos que se han dado cuenta de su trágico error.

Agradezco al Presidente de Bielorrusia, Alexander Grigoryevich Lukashenko, sus esfuerzos y su contribución a la resolución pacífica de la situación.

Pero, una vez más, fue el espíritu patriótico de los ciudadanos y la consolidación de toda la sociedad rusa lo que desempeñó un papel decisivo en estos días. Este apoyo hizo posible que juntos superáramos las pruebas más difíciles para nuestra patria.

Os doy las gracias por ello. Muchas gracias.

Traducido al español para Geopolitica.ru por Enrique Refoyo,
Fuente: http://kremlin.ru