LA INFLUENCIA DE LAS OENEGÉS EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

25.02.2023

Características de las actividades de las organizaciones no gubernamentales en el ámbito de la protección de los derechos humanos.

Las oenegés modernas como actores de las relaciones internacionales

Hoy en día es bien sabido que muchas organizaciones no gubernamentales (oenegés) desempeñan un papel importante en la recopilación y difusión de datos sobre presuntas violaciones de los derechos humanos. Las instituciones financieras y organizaciones como las Naciones Unidas dependen en gran medida de los datos sobre violaciones de los derechos humanos proporcionados por las oenegés. También es bien sabido que un gran número de oenegés desempeñan numerosas funciones en favor de los derechos humanos y las libertades fundamentales. El hecho de que las oenegés también contribuyan -y a menudo de forma muy significativa- al desarrollo de normas de derechos humanos es un aspecto de la actividad de las oenegés que suele pasarse por alto.

Las relaciones internacionales, y en particular el proceso de elaboración de tratados, han sido tradicionalmente el ámbito privilegiado de los gobiernos como representantes de los Estados-nación. Los gobiernos son los actores principales. El término "organizaciones no gubernamentales" implica que sólo son organizaciones secundarias o auxiliares. Sin embargo, estas organizaciones expresan a menudo valores e intereses comunes a toda la humanidad. Aunque los Estados siguen siendo los principales actores legislativos, deben tener en cuenta la voluntad de diversos movimientos democráticos, antibelicistas y antinucleares.

Principales métodos y mecanismos de actividad

La participación de las oenegés en el proceso de elaboración de normas de derechos humanos es, por lo general, un fenómeno reciente. Sin embargo, hay oenegés que llevan mucho tiempo participando activamente en campañas internacionales contra la esclavitud y el tráfico de mujeres y niños. Las oenegés han creado un clima favorable a la celebración de convenios internacionales en estos ámbitos.

Por ejemplo, una respetada organización no gubernamental, el Comité Internacional de la Cruz Roja, ha desempeñado un papel importante en la elaboración de normas de derecho internacional humanitario. Algunos ejemplos son el Convenio de Ginebra de 1864 para la Protección de las Víctimas de Guerra, los Protocolos de 1977, además de los Convenios de Ginebra de 1949. La Asociación Internacional de Derecho del Trabajo inició los Convenios Internacionales del Trabajo de Berna en 1905, 1906 y 1913, que fueron los precursores de muchos convenios adoptados en años posteriores por la Organización Internacional del Trabajo.

Las Naciones Unidas acuñaron por primera vez el término "oenegé" después de la Segunda Guerra Mundial. Las oenegés fueron reconocidas formalmente por primera vez en el derecho internacional en 1945 con la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas, que hace referencia a las "organizaciones no gubernamentales" en su artículo 71. Este acuerdo introdujo una forma normalizada y actualizada de cooperación entre los actores de la sociedad internacional. Sin embargo, "el reconocimiento de su existencia sólo tiene efectos limitados y en ningún caso puede considerarse equivalente a un estatuto jurídico". En general, a pesar de la vaguedad del término, las Naciones Unidas crearon un término para sus asesores públicos, que posteriormente encontró un amplio uso.

Por lo que respecta a la elaboración de normas internacionales, las oenegés optan por seguir prácticas y procedimientos diferentes, en función de las reglas aplicadas por los foros internacionales, la receptividad de éstos a las aportaciones de las oenegés y el tipo de relación y proximidad de las oenegés con las secretarías internacionales y los delegados gubernamentales.

También hay muchos casos en los que las oenegés elaboran textos completos de instrumentos internacionales sobre temas de su interés particular. Un ejemplo son los Principios de Ética Médica, elaborados originalmente por el Consejo de Organizaciones Internacionales de Ciencias Médicas (COICM) y aprobados finalmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Estatuto jurídico de las oenegés

Las oenegés son cada vez más activas y eficaces en su labor de establecer normas en el ámbito de la protección de los derechos humanos. En el contexto de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, ciertas aptitudes y cualidades son muy importantes, si no indispensables, para influir en las oenegés que también tratan de influir en los gobiernos y parlamentos para conseguir la aceptación de los tratados internacionales de derechos humanos mediante su ratificación o adhesión. Estas actividades son importantes como contrapeso al inmovilismo y el letargo que caracterizan a muchas burocracias nacionales e internacionales.

Desde la perspectiva jurídica de las relaciones internacionales, las oenegés parecen seguir siendo "tierra desconocida". Un análisis histórico de la percepción de las oenegés en el derecho internacional muestra que la cuestión de la personalidad jurídica internacional de las oenegés aún no ha recibido una respuesta adecuada. Paradójicamente, aunque los Estados incluyen cada vez más a las oenegés en las estructuras y procedimientos de gobernanza mundial, sigue sin estar claro qué las caracteriza y qué estatuto tienen oficialmente en virtud del Derecho internacional. Aunque los Estados acogen con satisfacción la contribución de las oenegés en el ámbito de los derechos humanos y han otorgado un reconocimiento específico a las "asociaciones privadas" a nivel nacional, aún no han acordado una norma para las oenegés que trabajan en el ámbito transnacional.

Un análisis de las normas y reglamentos del siglo pasado ha demostrado que el derecho internacional relativo al estatuto de las oenegés sigue estando muy poco desarrollado. Los derechos y obligaciones de las oenegés en virtud de la Carta de las Naciones Unidas no están suficientemente definidos. Se han hecho más esfuerzos por regular la relación entre las oenegés y otras entidades como las Naciones Unidas que por establecer normas para las oenegés.

Así pues, aunque las oenegés participan cada vez más en la promoción de normas jurídicas internacionales sobre una serie de cuestiones, la situación de las oenegés en el derecho internacional aún no ha mejorado. Dado el creciente número de oenegés que participan en asuntos internacionales y el papel cambiante que desempeñan en los procesos de negociación, resulta sorprendente que aún no esté claro cómo caracterizar a las oenegés en términos jurídicos. A menudo se invita a las oenegés a participar en el ámbito de la protección de los derechos humanos porque se las considera organizaciones que representan a la sociedad civil y, por tanto, se interpreta que su participación legitima o democratiza todo el proceso. Sin embargo, dado que algunos Estados se aprovechan de esta situación y seleccionan, nombran o apoyan a determinadas oenegés progubernamentales, la necesidad de una regulación jurídica más exhaustiva de estas organizaciones en las normas internacionales es cada vez más importante. Además, a las oenegés les interesa mantener su imagen "limpia", pues de lo contrario podría ponerse en tela de juicio su representatividad y, por tanto, su razón de ser.