La ideología rusa
Podemos decir que hoy Rusia tiene una ideología propia basada en los valores tradicionales y su propia historia. Además, el conceptualizar a Rusia como un Estado-Civilización = Mundo Ruso en el contexto de la multipolaridad establece un eje conectado a una verticalidad inmutable. Occidente ha sido declarado como el adversario de nuestra civilización, lo que significa que el liberalismo ruso será condenado y la ideología liberal será considerada como algo destructivo. Ser liberal = agente extranjero. Hoy en día la Gran Humanidad, es decir, todos los pueblos excepto Occidente y sus esbirros, son nuestros aliados y socios, como son el caso de China, India, Irán, Corea del Norte, etc. Se trata sin duda de una ideología en todos los sentidos y es por eso que es importante ponerla en práctica para dar nacimiento a un nuevo futuro. Tenemos que encontrar y descubrir el potencial interior de esta ideología al igual que las energías que están incrustadas en ella. Esto es un hecho importante. Luchar contra Occidente en base a la defensa de una civilización alternativa es un logro excepcional y bastante grande. Por ahora rechazamos abiertamente a los Nuevos Tiempos, a Occidente, el anticristianismo, el ateísmo, el liberalismo, el individualismo, a los LGBT (prohibidos en Rusia) y la Postmodernidad. No obstante, en algún momento tendremos que eliminar el capitalismo, que es un fenómeno occidental, repugnante y antirruso. A partir de ahora comenzará una crítica sin fin en contra de Occidente y dejaremos de lado el copiar ciegamente sus modelos. Al mismo tiempo, esta crítica nos permitirá afirmar nuestros valores:
- La Ortodoxia,
- una fe ardiente y activa,
- la conexión orgánica y sutil entre las cosas y las personas,
- la solidaridad, el amor,
- la organicidad, la familia fiel,
- el valor, el salto al devenir al ser,
- la gran voluntad de construir un gran poder,
- la justicia,
- la salvación del hombre y del mundo del infierno que se nos viene encima.
Occidente pretende ser universal dictando a todos los demás cuál es el concepto de ser humano, que es la vida, el cuerpo, el tiempo, el espacio, la sociedad, la política y la economía. Frente a esto nosotros debemos, como Estado-civilización, proponer nuestra propia idea de hombre, vida, cuerpo, tiempo, espacio, sociedad, política y economía rusa. Esta idea será fascinante, pero primero debemos defenderla, redescubrirla e incluso recrearla. Y en caso de que no exista será necesario imaginarla, diseñarla o construirla.
La primera fase deberá ser la erradicación del occidentalismo. La segunda fase será la creación de un futuro ruso. No es muy complicado desmantelar la copia del liberalismo que tenemos en casa y, de hecho, este proceso ya ha iniciado. Hasta ahora el liberalismo se estaba transformando en algo neutro, indefinido, obediente e incomprensible. Se trata de un proceso normal, pues nos encontrábamos en su primera fase ideológica. Es hora de que se vayan los que lo entienden y saben aplicarlo con la intención de cambiar Rusia y que en su lugar lleguen los que no saben qué hacer y cómo poner en práctica sus ideas, pero que saben que es definitivamente imposible seguir el modelo occidental impuesto por los rusofobos y los liberales.
La segunda fase se encuentra en el horizonte: la aparición de personas que quieran hacer todo según las ideas rusas, de acuerdo a nuestros valores tradicionales y nuestra historia, gente dispuesta a aprender el cómo hacer las cosas y qué significan. No solo se trata de aprender, sino de probar, experimentar y crear. El futuro ruso está abierto, no existen dogmas en él y se inspira en la apertura a la eternidad y la Providencia divina que se manifiesta a través de los rusos, creando con nuestras manos un mundo tal y como fue diseñado por la divinidad y que Cristo salvó. Debemos convertirnos en los constructores de ese reino. Nuestra ideología será la creación de una Nueva Jerusalén, es una idea del futuro y, por lo tanto, es eterna.
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera