EL BLOQUE BRICS Y NIGERIA: UNA ASOCIACIÓN PARA UN IMPACTO GLOBAL
Ha pasado un tiempo desde mi último artículo y, como joven panafricanista con ideas liberales conservadoras, la paradoja del Estado nigeriano es, como mínimo, alucinante. Un nuevo cliché en la jerga nigeriana es que «si alguien te explica Nigeria y lo entiendes, no ha hecho un buen trabajo», porque todo lo que nos establece y nos hace funcionar como país desafía la lógica, ya que lo que serían simples decisiones sencillas se ven atrapadas en una maraña de intereses propios, corrupción, nepotismo, fanatismo y muchos otros vicios enfermizos.
¿Podría ser éste el siglo de África, como predicen muchos expertos? En este momento crucial, el continente se encuentra en una encrucijada: ¿debe mantener el statu quo o dar un salto hacia un nuevo paradigma? Ambos caminos tienen argumentos convincentes y poderosos defensores, pero las circunstancias y realidades únicas de hoy exigen que la voz de África sea escuchada y respetada. En una época de flujo constante de información, nunca ha habido tanto en juego.
Nigeria, el país negro más poblado del mundo y una floreciente potencia económica, es fundamental para el brillante futuro de África. Con sus vastos recursos, su dinámica población joven y su posición estratégica, Nigeria tiene el potencial para impulsar el resurgimiento del continente. A medida que África avanza en su camino, el liderazgo y el éxito de Nigeria podrían ser decisivos para dar forma a un futuro próspero y capacitado para todo el continente.
Nuestro modelo actual como país no tiene una dirección clara, sino que está fuertemente anclado en el liderazgo y las instituciones occidentales de gobernanza económica y social, que ha persistido durante más de 60 años. Está claro que este modelo de gobernanza, de economía y de alianzas no es sostenible, no es productivo y no es progresista.
Dicho esto, el tema de este artículo es la «Alianza(s) de Nigeria». El modelo económico del Banco Mundial y el FMI, que ha existido y sigue existiendo de alguna forma, en gran medida en colaboración con la corrupción, ha dado lugar a nuestro estado actual, si como pueblo y Estado debemos cambiar la narrativa, mucho tiene que cambiar, así como nuestra política exterior y nuestra alineación.
Si el modelo económico occidental aconsejado e implementado nos ha llevado a nuestra situación actual, ¿no sería prudente buscar un cambio, excepto, por supuesto, que como nación estemos locos por «hacer lo mismo y esperar un resultado diferente»? De ahí el llamamiento a Nigeria para que pivote y busque ser admitida en el grupo BRICS+.
La aparición del bloque económico BRICS+ como contrapeso al bloque occidental ofrece, en efecto, un nuevo paradigma. El BRICS+ representa un esfuerzo colectivo de las economías emergentes para crear un orden económico mundial más equilibrado. Este bloque es crucial en los asuntos mundiales porque ofrece una alternativa exterior al modelo económico y monetario del bosque de Bretton Woods y no sólo es un contrapeso a la dominación occidental que promueve un mundo multipolar, sino que podría ser la oportunidad de Nigeria y África para un desarrollo real y holístico. Para África, el BRICS ofrece una asociación basada en el respeto mutuo y los intereses compartidos, en lugar del acuerdo actual que deja mucho que desear. El bloque BRIC+ y Nigeria harán un pacto beneficioso para ambas partes debido a:
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Potencial económico: Nigeria tiene la mayor economía de África, aunque principalmente impulsada por sus ingresos procedentes del petróleo y el gas, que representan una parte importante de su PIB y de las divisas del Estado. Sin embargo, Nigeria también está diversificando su economía, con sectores como la agricultura, las telecomunicaciones y los servicios mostrando un crecimiento significativo. Como miembro de los BRICS, Nigeria podría aprovechar aún más su potencial económico de crecimiento y expansión, atrayendo inversiones y fomentando la industrialización y el desarrollo económico, ya que los miembros de los BRICS+ no son adversos a la transferencia de tecnología. Esto será crucial para maximizar el potencial económico de Nigeria y de sus posibles nuevos socios, lo que supondrá una ventaja para el grupo BRICS+.
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Ubicación estratégica e influencia: La ubicación estratégica de Nigeria en África Occidental la convierte en un actor esencial en la política y la economía regionales. Como puerta de entrada a África Occidental, la adhesión de Nigeria a los BRICS podría mejorar la integración y la cooperación regionales, fomentando la estabilidad y el crecimiento económico en la región. Además, la influencia de Nigeria en la Unión Africana y su papel de liderazgo en organizaciones como la CEDEAO podrían reforzar la presencia e influencia del BRICS+ en África.
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Dividendo demográfico: Con una población de más de 200 millones de personas, Nigeria tiene una demografía joven que representa tanto un reto como una oportunidad. Existe potencial para un dividendo demográfico si esta población joven recibe una educación y un empleo efectivos. Como es habitual en los miembros del BRICS+, el desarrollo de los miembros debe ser verdaderamente intencional. Nigeria podría beneficiarse de la transferencia de conocimientos, las asociaciones educativas y las iniciativas de capacitación para aprovechar su potencial demográfico.
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Recursos naturales: No se puede exagerar la abundancia de recursos naturales de Nigeria, como petróleo, gas, minerales y tierras cultivables. Estos recursos proporcionan una base sólida para el crecimiento económico y el desarrollo. Como miembro del BRICS+, Nigeria podría atraer inversiones en infraestructuras, tecnología y prácticas sostenibles para aprovechar eficazmente estos recursos para el crecimiento y el desarrollo a largo plazo, al tiempo que ofrece recursos que impulsan la industrialización y la innovación en su país y dentro de la agrupación BRICS+.
- Valor cultural: Más allá de la economía y la política, el rico patrimonio cultural de Nigeria en arte, música, cine y turismo ofrece una dimensión adicional a su potencial dentro del BRICS+. Estos activos culturales no sólo contribuyen al poder blando, sino que también ofrecen vías para el intercambio cultural y la colaboración, mejorando el entendimiento y la cooperación globales. Esto también tiene su vertiente económica, ya que la industria musical y cinematográfica son industrias que mueven miles de millones de dólares y Nigeria ha brillado especialmente en la escena musical, lo que supone una ventaja y un beneficio para ambas partes.
En conclusión, la posible adhesión de Nigeria al grupo BRICS+ significa algo más que una simple alineación económica: representa un cambio estratégico hacia un orden mundial multipolar. Ofrece a Nigeria la oportunidad de remodelar su trayectoria de desarrollo, diversificar sus alianzas y desempeñar un papel más influyente en la escena mundial.
Como mayor economía de África y faro cultural, Nigeria tiene la capacidad de contribuir significativamente al bloque BRICS+, fomentando el crecimiento, la innovación y la prosperidad mutuos. Esta asociación podría marcar un nuevo capítulo en la historia de Nigeria, donde la previsión estratégica se une a la riqueza cultural, allanando el camino hacia un futuro más brillante e interconectado para todos los implicados.