Dugin guideline no. 116: Acerca del espíritu
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
· Es muy difícil que podamos imaginar una sociedad que sea menos espiritual que la actual.
· En la Antigüedad existía una actitud muy diferente hacia el espíritu: el espíritu era algo concreto, activo y tangible. El espíritu era el centro de todo.
· Según el apóstol Pablo, Adán tenía un alma viviente, pero Cristo es el espíritu vivificante. La oposición entre el hombre viejo y el hombre nuevo es la oposición entre el hombre anímico y el hombre espiritual. Así que podemos decir que la vida y el alma son prácticamente sinónimos, es decir, son casi lo mismo. El apóstol Pablo consideraba que el alma era algo que compartían los hombres, los animales y las plantas. Y el espíritu es aquello que crea al alma y que le da una dimensión espiritual a la vida.
· El alma alcanza a la inteligencia, cuando piensa que toca los elementos mismos de la mente, es decir, cuando entra en contacto con Dios.
· Olvidar que existe el espíritu ha llevado a que perdamos nuestra alma, la cual es parte de nuestra corporeidad. Empezamos a ver al alma como algo que es adyacente únicamente a la realidad material debido a que el espíritu se ha enfriado. En algún momento de la historia la cultura occidental materialista olvidó que era el alma.
· Debemos restaurar la cosmovisión religiosa en su totalidad y el principio mismo del espíritu.