24 horas en Yemen: ONU, EEUU, RU, devastación, complicidad y dobles raseros
“Permítame hacerle una pregunta. ¿Es su dinero así de bueno? ¿Le comprará el perdón? ¿Cree que podría? (Bob Dylan, b 1941, Masters of War).
El martes 6 de septiembre, 24 horas monitorizadas por el Centro Legal para Derechos y Desarrollo (CLDD) del país, anotó los bombardeos por la “coalición” encabezada por los saudíes, armados por los EEUU y RU, y aconsejada por sus especialistas militares, de tal modo que la operación secreta y la cooperación de ambos países les hace igualmente culpables de la carnicería.
Yemen tiene una población de 24,41 millones (a datos de 2013) y según el Portal de Pobreza Rural: “… es uno de los países más secos, más pobres y menos desarrollados en el mundo. Está en el puesto 140 de 182 países del Índice de Desarrollo Humano del Programa de Desarrollo de la ONU (2009). Un porcentaje estimado del 42% de la gente son pobres, y 1 de cada 5 yemeníes está malnutrido. La pobreza es endémica, particularmente en las áreas más remotas y menos accesibles”.
En el periodo aquí cubierto de un día y una noche, fueron atacadas la capital, Sana’a y Sa'dah, Marib, AlJawf, Hajjah, Hodeidah.
Víctimas y daños:
Sana’a: 14 ataques, 4 incursiones aéreas contra la red de comunicación en Nqil Yeslih y el directorio de Sanhan.
- 6 ataques aéreos contra el distrito de al-Madoon en el directorio de Nehm.
- 4 ataques contra Daboa’h en el directorio de Nehm.
Provincia de Sa’dah: 69 ataques.
- 45 incursiones aéreas contra áreas de Mandabah, al-Magda, Asharaf y Gulal Shaibani en el distrito de Baqem.
- 1 ataque aéreo contra el edificio del complejo gubernamental destinado a la destrucción de tal edificio en el directorio de Al-Daher
- 1 ataque aéreo dirigido contra una trituradora de piedras del sector privado en el directorio de Al-Daher.
- 2 incursiones aéreas contra el distrito Malaheeth en el directorio de Al-Daher.
- 2 incursiones aéreas contra el distrito Alhesamah en el directorio de Shada’a.
- 5 incursiones aéreas contra el distrito de Al-Boqa en el directorio de Kitaf.
- 7 ataques contra casas y granjas que destruyó tres casas y cuatro granjas en el área de Ibad, directorio de Baqim.
- 1 ataque contra una casa en el área de Souda, directorio de Baquim.
- Cohetes y artillería saudí atacaron diferentes áreas en el distrito de Razih.
- 5 ataques aéreos atacando al área de Maran en el distrito de Haydan.
Provincia de Hajjah: 7 incursiones contra el distrito de Midi.
Provincia de Hodeidah: 1 ataque aéreo llevó a una muerte en el área del distrito de Alhemah, directorio de Al-Jojah.
Provincia de Al-Jawf: 8 ataques con una mujer herida, el ataque a una casa resultó en la destrucción y daño de 15 casas aledañas en el distrito de Al-Ghayl.
- 12 mercenarios leales a la coalición saudí fueron asesinados y 9 heridos por la incursión aérea saudí apuntando a una casa en el distrito de Al-Ghayl.
- 13 ataques aéreos destruyeron una casa y dañaron 18 casas adyacentes en el distrito de Al-Ghayl.
- 3 ataques aéreos más contra tres granjas en el distrito de Al-Ghayl.
Provincia de Marib: 2 ataques aéreos contra el distrito de Sirwah y 1 ataque aéreos sobre la montaña Hylan en el distrito de Sirwah.
Este sufrimiento, miedo y destrucción ha caído en proporcional devastación casi cada 24 horas desde marzo de 2015, Arabia Saudí es la culpable principal, pero en la “coalición” también está Egipto, Marruecos, Jordania, Sudán, EAU, Bahréin, Qatar y Kuwait.
Es irónico recordar el estatus de “víctima” de Kuwait en 1990, cuando Irak fue amenazada con ser “reducida a una edad pre-industrial” por vengarse del robo de petróleo por perforación inclinada desde Kuwait contra los campos petrolíferos de Rumaila en Irak. Kuwait, con una población de 3,369 millones (2013) está ahora en la pandilla de abusones asesinos diezmando a un país pobre y golpeado, sin duda como un agradecimiento a Arabia Saudí por extender la hospitalidad de su familia gobernante cuando ellos huyeron delante de las tropas iraquíes, abandonando a sus súbditos que se enfrentaban al asalto que sus robos habían generado.
Aquellos que desataron casi el Armagedón sobre Irak por una disputa petrolífera, o callan o participan en la pesadilla de Yemen; y como siempre el dinero está hablando y los EEUU y RU están vendiendo las armas y los aviones en miles de millones de dólares.
Más irónico es que en septiembre de 2015, Faisal bin Hassan Trad, embajador de Arabia Saudí para la ONU en Ginebra, fue elegido presidente de un grupo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (UNHRC en inglés). Al mismo tiempo el director ejecutivo de la UN Watch, Hillel Neuer, dijo: “Es escandaloso que la ONU eligiera, para un puesto clave en el grupo de derechos humanos, a un país que ha decapitado a más gente este año que el ISIS haya decapitado. Los petrodólares y la política han derrotado a los derechos humanos”
En junio de 2016, Amnistía Internacional, instó a que los saudíes sean despojados de su lugar en el UNHRC con Richard Bennett, director de la oficina en la ONU de Amnistía diciendo:
“La credibilidad del Consejo de Derechos humanos de la ONU está en juego. Desde que se unió al Consejo, la terrible marca de derechos humanos de Arabia Saudí en casa ha continuado deteriorándose, y la coalición encabeza ha asesinado y herido injustamente a miles de civiles en el conflicto de Yemen. Permitirles continuar como miembro activo del Consejo, donde ha usado esta posición para protegerse de la responsabilidad por posibles crímenes de guerra, es de una profunda hipocresía. Llevará a la desgracia al máximo cuerpo de derechos humanos del mundo”.
Continuó: “Las fuertes evidencias de la comisión de crímenes de guerra por la coalición encabezada por Arabia Saudí en Yemen, ha sido investigada por el Consejo de Derechos Humanos. En cambio, Arabia Saudí cínicamente usó su membresía en el consejo para descarrilar una resolución y establecer una investigación internacional… como miembro del Consejo de Derechos Humanos, Arabia Saudí está requerida para defender los mayores estándares de derechos humanos. En realidad, ha encabezado una coalición militar (llevando a cabo) ataques aéreos injustos y mortíferos contra mercados, hospitales y escuelas en Yemen. La coalición también ha usado con repetición en áreas civiles, armas prohibidas internacionalmente…”.
Los dobles raseros de la “comunidad internacional” y su “paraguas” de la ONU es de lo más descarado.
Igualmente descarado es que en julio, RU rechazara descartar la elección saudí para su lugar en el UNHRC por una segunda vez, a pesar de que Zeid Ra’ad Al Hussein, el Alto comisionado para derechos humanos de la ONU, hubiera declarado que “la carnicería” causada por algunos ataques aéreos de la coalición saudí parezcan ser crímenes de guerra.
Pero entonces, según The Independent (1), cifras oficiales en enero de 2016 mostraron ventas de bombas y misiles a los saudíes: “Se incrementaron 100 veces en un periodo de 3 meses desde el comienzo de los ataques en Yemen. Las ventas pasaron de 9 millones de libras en los 3 meses previos a 1.000 millones de libras”.
La venta de armas siempre por encima de la sangre, el terror, el sufrimiento y la humanidad.
Esta autora está en deuda con el LCRD por la documentación de los ataques y por la cuidadosa traducción de Ameen Alharazi.